Cargando...Alrededor de 40 ponencias fueron expuestas en el décimo Simposio Científico de la Facultad de Ciencias Técnicas, coincidente con el primer Taller Científico Ambiental y el IV Taller de Gestión Empresarial y Administración Pública, en la Universidad de la Isla de la Juventud Jesús Montané Oropesa.
Excelente jornada de intercambio en aras de ganar educación ambiental para la preservación de la vida en el planeta, se realizó, donde los presentes intercambiaron de la necesidad de unir esfuerzos para acompañar, en la gestión de un sistema alimentario local integrado, resiliente, sostenible y con equidad, desde la ciencia y la innovación, sobre bases agroecológicas, que logre articular todos los actores.
Se habló de la Ley de Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional, que tiene el país, la cual le permite a los productores asumir los retos de la estrategia de desarrollo, desde la resiliencia al cambio climático y la perspectiva de género.
Como parte del evento el Máster en Ciencias Roelis Castillo Mestre ofreció una conferencia acerca de los Modelos Agroecológicos Sostenibles (MAS), los cuales buscan implementar en el campo un sistema de gestión integrado e innovador, para lograr una transformación sustentable en la producción alimentaria.
Es objetivo primordial de estos MAS, además de fortalecer un sistema de gestión integrado del conocimiento en el sector agrícola, con aspectos innovadores agroecológicos para incrementar la producción alimentaria, buscar el beneficio directo o indirecto de los pobladores.
De vital lo consideraron los asistentes si se potencian iniciativas creadoras, cuyos resultados tributarán a ejes estratégicos prioritarios en el Plan de desarrollo hasta 2030 desde la sustentabilidad medioambiental y en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, en particular la eliminación del hambre, la igualdad de género y la acción por el clima.
La jornada dejó claro la prioridad del fortalecimiento institucional, lo cual fomenta el encadenamiento productivo y la interacción de la ciencia, con vistas a potenciar un modelo sustentable, a partir de lograr la articulación de la gestión del conocimiento, y de las herramientas y metodologías que han generado otros proyectos, para adecuarlos al Municipio Especial Isla de la Juventud, de acuerdo con sus particularidades y demandas en respuesta a la seguridad nutricional.
Mucho se habló de cómo el productor es el actor fundamental de este sistema alimentario local, independientemente de la forma organizativa que adopte, pues puede ser agricultor independiente, o estar asociado a una cooperativa o a una unidad empresarial; es decir, que estos proyectos deben ser capaz de articularlos a todos en esta plataforma de gestión en el mapa territorial para dar respuesta, en primer lugar, al programa de autoabastecimiento, sin dejar de tributar al desarrollo del turismo y a la exportación, además de reforzar el reconocimiento del país como referente en el avance de la agroecología.
Varios acuerdos aflojaron cómo seguir fortaleciendo vínculos entre las instituciones académicas y centros de investigación, con entidades productoras de alimentos para compartir experiencias y buenas prácticas agroecológicas, adaptadas a los cambios del clima y que contribuyan a su mitigación.
Además de dar un mejor uso de los recursos naturales y a la conservación medioambiental; replicar las experiencias exitosas mediante los productores líderes, con el fin de contribuir al perfeccionamiento del programa de autoabastecimiento; mejorar la soberanía alimentaria, la resiliencia de las comunidades, la inclusión de las necesidades específicas de mujeres y jóvenes por una agroecología sustentable.
Se remarcó en la importancia de prepararse y capacitarse más en función de una buena alimentación, ante el reto de la reducción de mano de obra en el campo y de los efectos del cambio climático, entre otros, que imponen un mayor empleo de la ciencia y la técnica, de la innovación y sobre todo, el aprovechamiento del conocimiento ancestral y la fuerza vital de los líderes comunitarios para provocar, con inteligencia, los cambios y recuperar plenamente la producción agropecuaria.
Es por eso que se cuenta con el apoyo de organismos como los ministerios de Educación Superior y de la Industria Alimentaria, ente otros, pero, sobre todo, se llamó a valorar más al campesino y al agricultor, por ser fieles guardianes de la naturaleza.
Todo lo expuesto estuvo en concordancia con los objetivos estratégicos de la FAO, dirigidos a contribuir a la erradicación del hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición; aumentar y mejorar el suministro de bienes y servicios procedentes de la agricultura, la actividad forestal y la pesca de manera sostenible, además de propiciar los sistemas agrícolas y alimentarios más inclusivos y eficientes.
Como aspectos concluyentes, también los asistentes dejaron en agenda, contar con un sistema de innovación agraria eficiente, sistemático, holístico y generalista, de una fuerte y comprometida articulación de actores, desde un diseño participativo de cadenas de valor local, con enfoque de economía circular sustentable.
En el evento, una nota especial pusieron los escolares pertenecientes al círculo de interés Sembrando el Futuro de la escuela Manuel Alcolea, que rectorea la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales.
Fue una excelente jornada de intercambio en aras de ganar educación ambiental para la preservación de la vida en el planeta.
