Cargando...Guantánamo.— Es domingo y desafío al tiempo. Miro a ratos hacia el ring y tecleo con celeridad, mientras soporto otra insolente bofetada de calor ardiente. Ha sido una semana intensa. Es lo que implica cubrir las incidencias del 61 Torneo Nacional de Boxeo Playa Girón, donde la prensa “cruza guantes” contra inesperados adversarios de poderosa pegada, y a veces desconocidos por el lector, aunque para evitar malos entendidos, aclaró que acá la organización fue buena…
Esquivo palabras subidas de tono, pues el repleto graderío de la Sala Polivalente Rafael Castiello es un reservorio digno de degustar. Amplía los decibeles de su bullicio de vértigo (algún colega reconoció sufrir dolores de cabeza ante tanta algarabía), siempre ocurrente, conocedor y humilde (aunque en ocasiones entran a escena algunos inadaptados) da para un puñado de crónicas, sin olvidar que no cesa de alentar a los púgiles, mucho más cuando a pecho descubierto no dejan de lanzar puñetazos…
No resulta sencillo escribir contrarreloj, ya que —además de que desde la sede del periódico exigen la entrega de la nota—, el transporte que nos devolverá a La Habana no ve la hora de arrancar…
Sin poder sortear otro bofetón de calor entro en materia, mejor dicho, les presento mis humildes consideraciones.
Como en la edición de enero en Sancti Spíritus, el colectivo técnico de la selección cubana continuó dándole seguimiento a la ruta crítica rumbo a París 2024, de los cuatro púgiles clasificados hasta la fecha.
Ello se tradujo en que incrementaran su volumen de trabajo sobre el cuadrilátero y corrigieran las deficiencias, que todavía se presentan en el plano técnico-táctico.
Asimismo, evaluaron a un grupo de figuras noveles que, aunque llevan un tiempo concentrados bajo sus órdenes, necesitaban asumir como una etapa vital de su desarrollo, la presión competitiva de una justa como el Girón.
Igualmente se valoró a un puñado de muchachos, que muy pronto podrían entrar en el “radar” de los principales estrategas del país, (algunos tal vez se hagan sentir en el venidero ciclo olímpico). Resaltaron en sus demostraciones: dominio técnico y preparación física, ¿lunares?, la pericia táctica y el control emocional en diferentes espacios del combate, ¡algo lógico!, cuando se está en proceso de formación…
Por desgracia existen fisuras. No obstante el evidente talento hay divisiones donde urge laborar con mayor profundidad. ¿Cuáles son? Pues los 75 kilos y más de 92 kilogramos.
Tamaña faena no solo es responsabilidad de las comisiones provinciales, sino del colectivo de entrenadores del equipo nacional, que orienta y encamina las principales estrategias de desarrollo…
Ya casi me despido. ¿Que cuándo conversaremos de nuevo? Pues creo que en diciembre, cuando Camagüey acoja la final de la Serie Nacional de Boxeo y el segundo Campeonato Nacional Femenino. Falta un poco. Tenga paciencia…
Me seco los riachuelos de sudor que bañan mi frente. Envío este mensaje. La “pelea” ha sido dura. No puedo celebrar la “victoria”, mas dibujo una sonrisa en mi rostro, que alguien no toma a bien, ¡las cosas de trabajar bajo presión!
Me apuran, debemos partir. Ya siento el motor del ómnibus rugir. Serán más de 1 000 kilómetros de roletazo (viaje por carretera) de acá a la capital, ¿se imagina?
Tiempo más que suficiente, para entre otras muchas cosas, pensar en nuevas reflexiones sobre lo que fue este Torneo Playa Girón.
¡Si se animan las espero, pero por favor, les ruego me permitan recuperarme unas horas, pues esta experiencia fue una poderosa trompada de frente al ring! ¡Ah, y no es queja! ¿Olvido algo?
¡Claro!, luego de muchos años de espera y lucha, la provincia sede levantó el trofeo de campeón. ¡Felicidades!
