En el Salón del Hotel Meliá Internacional no se dejaban de escuchar los gritos de decenas de entrenadores de gradas: “Ponle la mano arriba, agarra las mangas, muévete para la izquierda, trabaja en newaza….”. Y así de las siete divisiones de la primera jornada del Open de Judo en Varadero, cuatro vieron coronarse a cubanos, algunos muy conocidos como Orlando Polanco (66 kg) y Magdiel Estrada (73 kg), y otras menos mediáticas como Yunaisy Roque (48 kg) y Aleanny Carbonell (52 kg).
Tres categorías quedaron en poder de los judocas visitantes, también con más o menos abolengos internacionales. La canadiense Isabelle Harris (63 kg), la peruana Marian Flores (57 kg) y el prometedor estadounidense David Terao (60 kg) regresarán a casa con sus doradas en sus pechos, en tanto dejaron los tatamis con muchas preguntas para lo que pudiera pasar este viernes en el cierre del torneo.
Magdiel convenció en su tierra yumurina, aunque su pelea final contra Marlon Herrera se extendió a regla de oro y es fuerte aspirante a ser el mejor combate del certamen. El doble campeón de Juegos Panamericanos tiene en su mente la posible tercera clasificación olímpica, para lo cual aspira a sumar más puntos en el venidero campeonato panamericano en Brasil y el mundial en Emiratos Árabes Unidos.
También con mucha más madurez, Polanco se anotó 100 puntos con el título ante su compañero de equipo, Maikel O’Connor. “Nos conocemos bien y por eso damos peleas tan cerradas. Estoy enfocado en poder clasificar directo y no por cuota continental para París”. Y nos pareció firme en sus propósitos.
Los oros de las cubanitas Yunaisy y Aleanny suenan a futuro. Son divisiones que no viven sus mejores momentos, pero empiezan a aparecer luces. No obstante, el trabajo tendrá que ser inmenso para volver a planos estelares y no tienen hoy ninguna opción de incluirse en clasificaciones olímpicas.
La nota más inesperada y dolorosa entre las damas ocurrió con un remake de la final de los 63 kg en los Panamericanos de Santiago de Chile. Nuestra Maylin del Toro ganó entonces y parecía inspirada a repetirlo, pero la canadiense Harris la sorprendió en newaza y la obligó a rendirse por ippon. Su cara en el podio era de impotencia, pues quería regalar este triunfo a sus padres, sus más fieles seguidores.
Finalmente, en los 57 kg, la peruana Marian Flores aprovechó la orfandad que vive esa división en nuestra selección nacional y derrotó por ippon a la santiaguera Dilianne Sandoval. Así hizo también el norteño David Terao, quien liquidó por la nota mayor al local Milko Obregón. Lo más llamativo aquí fue que nuestra primera figura, Jonathan Charon, quedó sin preseas al finalizar quinto.
Y al terminar la jornada alguien recordaba que este tipo de torneos deja eso: medallas seguras y anunciadas y muchas, muchas sorpresas. Claro que eso es lo bueno, respondió el periodista, ansioso por una segunda jornada con los mismos gritos de entrenadores de gradas y ese amor irrenunciable por el buen judo.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.