La percusión está de fiesta en Cuba

La percusión está de fiesta en Cuba

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Entre los días 5 y 10 de marzo del 2024 percusionistas y bailadores de diversos lugares del mundo se dan cita en Cuba en un evento que incluye clases magistrales, competencias, espectáculos en teatros y presentaciones en barrios de la capital. Se trata de la edición número 21 de la Fiesta del Tambor, que cada año reúne a destacados músicos y artistas. El presidente del evento es el compositor, arreglista y director musical Giraldo Piloto, con quien conversamos.

 

Giraldo Piloto, percusionista, compositor, arreglista, director de la agrupación Klimax y presidente del Festival Fiesta del Tambor Guillermo Barreto In Memoriam. Foto: Prensa Latina

 

– ¿Cómo surge este evento y con qué frecuencia se realiza?

– El evento Festival Fiesta del Tambor Guillermo Barreto In Memorian surge en el año 2000, cuando Alexis Vázquez, entonces director del Centro Nacional de Música Popular, me preguntó si quería hacerle un homenaje a mi tío Guillermo Barreto en el club La Zorra y El Cuervo.

En esa oportunidad me propuso organizar un evento anual, o bienal, al cual invitaríamos jazzistas y percusionistas, bateristas principalmente. La idea me pareció súper buena, y poco después comenzó a tomar forma. Decidimos llamarle Festival, que fuera anual y que tuviera el vuelo que merecía un músico como Guillermo Barreto. Alexis se hizo eco de mis ideas, de cómo yo veía ese homenaje, y a partir de la segunda edición empezamos a realizarlo en el desaparecido Teatro Amadeo Roldán, espacio donde se me ocurrió que, además de presentaciones artísticas, se hicieran competencias y clases magistrales para difundir conceptos de los diferentes géneros de la percusión cubana y la de otras partes del mundo.

A lo largo del tiempo el Festival ha mantenido su frecuencia anual, salvo algunas excepciones, como ocurrió, por ejemplo, cuando llegó la pandemia de la covid 19. Este año hemos arribado a la edición número 21 y nos llena de orgullo haber contribuido al rescate del legado imperecedero de la percusión en nuestra cultura.

 

– ¿Qué distingue la edición del 2024?

– Los homenajes que estamos realizando a importantes músicos, entre ellos a cuatro grandes directores de orquesta de la música popular bailable cubana, la llamada timba, ellos marcaron un antes y un después, se trata de Juan Formell, César Pupy Pedroso, José Luis Cortés y Adalberto Álvarez.

Igualmente estamos honrando a Piloto y Vera (así se conocía el dueto de compositores compuesto por Giraldo Piloto y Alberto Vera). Muchas personas los relacionan exclusivamente con el movimiento del feeling, pero hicieron temas musicales con otros estilos que fueron defendidos por intérpretes como Pacho Alonso, Pello El Afrocan, los Zafiros, Elena Burque, Omara Portuondo, Moraima Secada, Vicentico Valdez, la orquesta Aragón y muchos más. Consideramos muy necesario regresarlos a la memoria musical de los jóvenes que asisten a la Fiesta del Tambor, es parte de nuestra labor como maestros y formadores de las nuevas generaciones de músicos y estudiantes de las escuelas de arte.

Igualmente estamos rindiendo homenaje al centenario del natalicio de Carlos Embale; al recientemente fallecido Jesús Abreu, último integrante de Los Papines; a Tirso Duarte, el cantante, pianista, compositor y director de orquesta fallecido en Colombia.

Creo que todos estos homenajes se convierten en la piedra angular del respeto a la música cubana que el Festival ha defendido en todas sus ediciones. Además, seguimos priorizando las actividades en las comunidades, acciones que en programa se mezclan con las clases magistrales, las competencias, los espectáculos y las presentaciones que dedicamos al jazz cubano y a los invitados extranjeros.

 

– ¿Cuáles serán los músicos invitados este año?

– En esta oportunidad no tenemos muchos músicos invitados. Es muy difícil cuando un evento como el nuestro trata de pedirle a determinada figura internacional que venga a compartir con nosotros y no poder ofrecerle, por ejemplo, el pago de sus tickets aéreos, del transporte en La Habana, el hospedaje, la alimentación, etcétera. A la crisis por la que está pasando en el mundo entero y que también afecta a Cuba, hay que agregar el impacto del bloqueo de Estados Unidos.

A pesar de todo eso, tendremos, desde África, por primera vez dentro de la Fiesta del Tambor, a The Drumming Wonders of Burundi, agrupación cuya presencia nos alegra mucho, como también apreciamos la participación de una pequeña compañía de danza llamada Oro Dance, que viene de los Estados Unidos; así como de la DJ Rickafed, que nos llega desde el Reino Unido gracias al apoyo del British Council; y del estelar baterista chileno Rodrígo Íter, que nos visita por segunda vez.

De esa manera hacemos posible que el festival tenga diferentes formas de ver la música cubana y universal; así como que esos artistas extranjeros intercambien experiencias con los cubanos.

 

– ¿Cómo funciona el segmento competitivo?

– La convocatoria se publica cada año en las páginas web del evento (www.fiestadeltamborcuba.com y www.fiestadeltambor.cult.cu ) y luego me reúno con el Centro Nacional de Escuelas de Arte (CNEAR) y algunos profesores para explicarles cómo será la competencia.

En percusión, por ejemplo, se competía en cinco especialidades: batería, tumbadoras, pailas, bongoes y tambores batá. Ahora solamente queda batería, congas (tumbadoras) y timbales (pailas) gracias a que importantes compañías o empresas que fabrican esos instrumentos nos envían los que entregamos como premio a los ganadores. De los restantes (bongó y batá) ya no tenemos patrocinio ni forma de adquirirlos.

Este año, en el caso de la batería, como sucedió en el 2023, la competencia solo será para músicos profesionales. Esperamos que a partir de la próxima edición puedan sumarse alumnos de las escuelas de arte que estén en los últimos años de nivel medio.

La competencia de tumbadoras y pailas, en cambio, sí es abierta a todas las edades. Se crean dos categorías, una de hasta quince años y otra de mayores. En el caso del baile se compite en dos géneros: rumba, dividida en danza de pareja (guaguancó y yambú) y solitaria (columbia); así como casino. Ese certamen danzario también es para dos categorías: menores de quince años y adultos.

 

En el 2016 la rumba cubana fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Foto: Tomada de Cubarte

 

Para organizar y efectuar esas competencias creamos un comité organizador que selecciona a los jurados, integrados, básicamente, por los principales profesores de percusión y danza de Cuba. Las eliminatorias de este año, por ejemplo, se realizaron en el cabaret Tropicana, gracias al apoyo que ha brindado la compañía Palmares. Las finales tienen lugar en las sedes principales del evento, esta vez, felizmente, el teatro América.

Los finalistas de estas competencias son escogidos entre docenas y docenas de jóvenes que acuden de las principales escuelas de arte del país. El último día se les premia con regalos cuyo aporte debemos agradecer a importantes empresas cubanas, incluidas varias mipymes.

 

– ¿Qué antecedentes o referentes tiene la competencia de percusionistas?

– No recuerdo que hubiese existido algo semejante en Cuba aunque, antes de que empezáramos a hacer la Fiesta del Tambor, el Instituto Superior de Arte desarrolló un evento que se llamó Percuba, dirigido por el profesor Lino Neiro. Fue una iniciativa muy buena para los percusionistas, era básicamente didáctica, hasta donde yo conozco no era competitiva.

La Fiesta del Tambor ha llevado las habilidades que pueden tener los alumnos de las escuelas de arte, los de formación autodidacta y los músicos profesionales a un plano de sana competencia. La rivalidad está implícita en todos los campos de la vida. Desde que uno está en la escuela empezamos a vivirla, estimulada muchas veces por las calificaciones que obtenemos en las diferentes asignaturas. Ese proceso continúa en el plano profesional. En la música sucede en todos los instrumentos, incluyendo a los cantantes, es parte del desarrollo de la sociedad.

En el caso de la Fiesta del Tambor, las competencias entre percusionistas devienen algo inspiracional, los que ocupan los lugares más destacados hacen todo lo posible por mantenerse ahí; los que quedan segundos, terceros o no califican, asumen esos resultados como un reto para seguir avanzando. El efecto de esa rivalidad es siempre positivo para los percusionistas, la música, y la cultura.

 

– Luego de más de 20 convocatorias, ¿qué resultados exhibe la Fiesta del Tambor? ¿De qué se siente orgulloso?

– Me siento orgulloso de muchas cosas. Pienso, primero, en el resultado de esas competencias de que estábamos hablando. De ellas salió, por ejemplo, Brenda Navarrete, ganadora de la Fiesta del Tambor (2010) cuando cursaba su último año en la Escuela Nacional de Arte, actualmente es dueña de su propia agrupación. Nuestro evento le dio visibilidad, pero el lugar que tiene ahora como figura de la percusión y de la música cubana, se lo ha ganado con su esfuerzo.

Casos similares son el de Yissy García, ganadora de la Fiesta del Tambor (2005), que actualmente tiene a BandAncha; y el de Eduardito Ramos, que obtuvo premio en el 2011 y fundó el grupo que se llama Más con menos. Hay otros percusionistas laureados en nuestro evento que están tocando en las principales orquestas de Cuba y allende los mares. En cualquier parte del mundo hay ganadores que están integrando importantes proyectos musicales, mostrando cómo se toca la percusión cubana, defendiendo ese saber.

También me siento orgulloso del resultado que hemos obtenido con los alumnos de percusión de las escuelas de arte, y del recordatorio que hemos hecho a todos ellos de las grandes figuras que ha dado Cuba.

 

– ¿Qué ha significado en su carrera como músico dirigir un evento como este?

– Ha sido una experiencia totalmente diferente a la de ser músico, pero guarda relación con ese compromiso personal que siento para con la salvaguarda de la tradición y del conocimiento que hemos heredado, con esos siglos de información que empezaron con la llegada a Cuba de nuestros antepasados de África y se enriqueció también con lo que recibimos de la cultura española, del flamenco.

Este evento me ha aportado saberes que no poseía. Es algo que va paralelo a mi carrera como percusionista, director de orquesta, compositor, arreglista y hace posible que una vez al año mi labor como músico tenga un propósito diferente.

 

– ¿A qué proyectos regresará Giraldo Piloto cuando concluya esta Fiesta del Tambor?

– Trabajo en un disco de jazz cubano y en una nueva producción discográfica de Klímax. Ambos se hacen más difíciles por la situación económica que estamos viviendo en Cuba, pero no los voy a abandonar y espero poder retomarlos inmediatamente después que se acabe el Festival Fiesta del Tambor 2024.

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