Sería muy difícil o tal vez imposible hallar una palabra –una sola palabra- para definir a la mujer cubana en los tiempos que corren.
Honrarlas este 8 de marzo -cuando conmemoran su Día Internacional y celebran el XI Congreso de la organización que las agrupa- es admirar, reverenciar y reconocer el sacrificio cotidiano, la madurez, entusiasmo, inteligencia y creatividad que las enaltece.
José Martí en su pedagógica obra, válida para todos los tiempos, abogaba por que la mujer tuviera medios honestos y amplios de existencia que le vinieran de su propia labor. Decía también el Maestro que la mujer “vivirá a la par del hombre como compañera y no a sus pies como juguete hermoso”!
Para nadie es un secreto que desde 1959 las cubanas son parte indisoluble de nuestro proceso emancipador. Han sido y continúan siendo con más alcance protagonistas de primera línea en todas las transformaciones en el ámbito social, económico, científico e innovador, político, cultural, docente e investigativo y en la defensa de la nación. En fin, están presentes en todas las actividades de la sociedad cubana.
En Cuba a ninguna mujer se le soslaya por su condición y ningún hombre tiene preferencia sobre ella para ocupar puestos laborales, o cargos de dirección.
La igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, que la Revolución Cubana ha refrendado y preservado como principio inviolable en su política social y económica en sus seis décadas y media de existencia, más los mancomunados esfuerzos de la Central de Trabajadores de Cuba, los Sindicatos, la Federación de Mujeres Cubanas y de organismos estatales han asegurado una incorporación plena al trabajo y a todo lo que concierne al ámbito laboral.
Puede palparse a simple vista que el impacto de la Revolución en la vida y la obra de las mujeres cubanas incentivó su accionar en el ámbito profesional, elevación del nivel educacional, cultural, intelectual, científico y técnico, así como al desempeño de responsabilidades de dirección política, empresarial y gubernamental.
El Código de las Familias, el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres y otras normativas jurídicas evidencian cuánto hay de realizado en materia de género y equidad, aun cuando quedan retos.
Por lo que ellas representan, hoy cuando son dueñas de si y comparten junto a nosotros ingentes esfuerzos en todos los espacios de la vida cotidiana, es preciso volver a la prédica de nuestro Héroe Nacional para ratificar unos de sus fundamentos que afirma: “toda la patria está en la mujer”.
Por lo que ellas representan, hoy cuando son dueñas de si y comparten junto a nosotros ingentes esfuerzos en todos los espacios de la vida cotidiana, podemos subrayar que son heroicas.
Entonces es preciso volver a la prédica de nuestro Héroe Nacional para ratificar unos de sus fundamentos que afirma: “toda la patria está en la mujer”.
Acerca del autor
Graduado de Licenciatura en Periodismo, en 1976, en la Universidad de La Habana. Hizo el servicio social en el periódico Victoria, del municipio especial isla de la Juventud, durante dos años.
Desde 1978 labora en el periódico Trabajadores como reportero y atiende, desde 1981 temas relacionados con la industria sideromecánica. Obtuvo premio en el concurso Primero de Mayo en 1999 y en la edición de 2009. Es coautor del libro Madera de Héroes.