A pesar de los desafíos, los trabajadores del sector azucarero de Las Tunas no renuncian al plan de producción planificado para la actual contienda, ascendente a más de 61 mil 500 toneladas de crudo para atender, principalmente, las demandas de la canasta familiar normada, del consumo social, de empresas mixtas y de otros sectores priorizados.
Ese compromiso, el mayor asignado a una provincia del país, motiva a los colectivos que laboran en varios de los 30 frentes de corte previstos y los 47 pelotones de combinadas con que cuenta la Empresa Agroindustrial Azucarera (EAA) Antonio Guiteras.
La industria del mismo nombre, localizada en el poblado de Delicias, municipio de Puerto Padre, es también escenario de grandes esfuerzos para corregir constantes roturas, resarcir los atrasos acumulados y coronar la meta.
En los campos
Porque el azúcar es como el fruto del amorío que, en tiempos de zafra, funde en un abrazo a los campos con las industrias cristalizadoras del jugo que trae la gramínea desde los más insospechados parajes, Michel Marrero Tamayo, director de caña en la empresa citada, lleva a punta de lápiz cada detalle sobre la materia prima disponible.
En áreas de la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Velasco 20, en predios puertopadrenses, conversamos con Marrero Tamayo, quien detalló que la EAA tiene estimado para esta contienda 729 mil 129 toneladas de la gramínea, de las cuales tributarán a la EAA Majibacoa cien mil toneladas, y destinarán a la producción de azúcar 542 mil 103 y otras 85 mil 521 a la obtención de meladura, para cuya cosecha disponen de 75 combinadas, 10 de nueva tecnología (CASE) y 65 KTP (tradicionales).
En estas primeras jornadas enfrentan las consecuencias de intensas lluvias en las áreas agrícolas que tributan al central con acumulados de 196 milímetros (septiembre), 296 (octubre), 217 (noviembre), 50 (diciembre) y 35 en los primeros días de enero.
Las precipitaciones retrasaron la madurez de las cañas y provocaron un fuerte deterioro de los caminos, situación agravada por el mal estado técnico de las motos niveladoras que necesitan las brigadas de reparación, lo que limitó la apertura de varios frentes o posiciones de corte de forma simultánea.
Según explicó Marrero Tamayo para sortear estos obstáculos ubicaron los pelotones de corte atendiendo a las condiciones de los caminos y el comportamiento de los brix (sólidos solubles en jugo o cualquier otra disolución que contenga azúcar).
La UBPC Velasco 20
Un ejemplo del batallar diario para salir adelante lo encontramos en el Frente Uno, ubicado en la UBPC Velasco 20, donde los trabajadores buscan borrar el sabor amargo de la anterior contienda y cosechar las tres mil 500 toneladas de caña comprometidas con el ingenio.
Yurixander González López, el jefe de lote número 12 de esa unidad, rememoró que el pasado año se quedó mucha caña por cortar, debido a problemas con los combustibles, una parada larga del central y el incendio en uno de los campos que no pudieron cosechar, contratiempos que les ocasionaron pérdidas.
González López mostró satisfacción porque, “hasta ahora el comportamiento de las máquinas es bueno, se está basculando perfectamente. Tenemos una carreta y vamos recogiendo toda la caña que se cae para aprovechar al máximo la producción de esta área”.
Sergio Parra Rodríguez, jefe del Frente Uno, en el campo estaba al tanto del desempeño de los hombre y las máquinas, y confirmó: “La misión está clara: Nuestro objetivo es asegurar la materia prima al ingenio con alto rendimiento, teniendo en cuenta las características de las combinadas que son de nueva tecnología, aunque ya llevan varios años en explotación.”
En el estado actual de la maquinaria tiene mucho que ver la contribución de los propios operadores y de los mecánicos, quienes han hecho posible que las tres combinadas CASE de esteras y los cuatro tractores movedores que estamos utilizando aquí, estén activos y rindiendo al máximo, destacó Parra Rodríguez.
Otros protagonistas
Desde el 1984 Pablo Daniel Mora Remedio es operador de combinada y solo en la anterior zafra no logró la condición de millonario por problemas en los sensores de la máquina y ahora que “recibí uno nuevo espero reeditar la hazaña”, dice optimista.
Mora Remedio elogió la manera en que las CASE humanizan el trabajo, pero “los actuales rendimientos cañeros y las malezas en muchos campos atentan contra su aprovechamiento óptimo y aumentan los índices de consumo por tonelada de caña cortada”, lamentó con el aval de la experiencia acumulada.
Mientras, el jovencito Yosbani Sánchez Velázquez, de solo 26 años de edad, siente regocijo al compartir, en turnos alternos, con su papá Deiby, el manejo de la misma cosechadora y la condición de operador millonario, obtenida en la emulación que auspicia el sindicato azucarero, “un premio que se alcanza, dijo, aprovechando al máximo la jornada de trabajo”.
Recordó que empezó como mecánico y en sus inicios él y su progenitor rescataron una cortadora denominada 7000; y “a esta, que es más nueva, también le pasamos las manos cuando lo necesita, para poner al día los sinfines, que dan sus problemas”.
Pablo Daniel y Yosbani contagian con su espíritu y devienen símbolo de continuidad y del orgullo de los trabajadores vinculados con una de las actividades más importantes para la economía del país y del territorio.
Las materias extrañas
En la comunidad La Horqueta, de ese municipio, funciona un centro de recepción y limpieza que contribuye a mejorar la calidad de la materia prima. En esa instalación, el administrador Geobany García Martínez y sus 29 compañeros asumen con rigor la tarea, “nosotros comenzamos trabajando dos turnos, pero ya habilitamos el tercero y completamos las 24 horas. Casi todo el tiro de esta zona pasa por aquí y estamos procesando alrededor de mil 360 toneladas de la norma, siempre en correspondencia con la demanda de la insdustria”, ratificó.
El centro, fundado en 1993 y con la misma tecnología, “está en buen estado. Aprovechamos bien las reparaciones para mantener la eficiencia y eliminar la mayor parte de las materias extrañas que en estos tiempos abundan en los bultos que recibimos”, señaló García Martínez.
Orlay Jomarrón, uno de los choferes que tributa, insistió en el imperativo de “contar con un tractor movedor de los remolques para liberar de esa difícil maniobra a los camiones, porque les afecta sobremanera los discos de cloche, una de las piezas más deficitarias de esos modernos medios”.
En la industria
El ingeniero Industrial Juan Carlos Molina Diéguez, administrador del central Antonio Guiteras, consideró que, al margen de las carencias materiales, las reparaciones se hicieron con calidad y ponderó la entrada de varios recursos muy deficitarios en años anteriores que ponen a la industria en mejores condiciones técnicas.
“Esas entregas permitieron, resaltó, intervenir varios equipos tecnológicos, fundamentalmente en el área de generación de vapor, donde fueron sustituidos casi todos los conductos de la parte de gases de las calderas”, y señaló, entre otras, las mejoras en la planta de tratamiento de agua, y el área de fabricación que contribuyen a la calidad del azúcar.
No obstante, reconoció que en la arrancada han existido algunas roturas, fundamentalmente, en las bombas y en los conductores de bagazo que han ido corrigiendo y esperan lograr la estabilidad en el proceso fabril.
En la etapa previa a la arrancada han incorporado a muchos jóvenes, alrededor del 25% del total de la plantilla, a quienes han capacitado y preparado para suplir el déficit de fuerza técnica especializada en puestos claves.
Definió como objetivo supremo e irrenunciable “moler toda la caña que llegue al basculador y hacerlo con la eficiencia exigida para vencer los atrasos y producir las 39 mil toneladas de crudo comprometidas”.
Al interior del ingenio
Dentro de la fábrica todo el empeño ratifica las afirmaciones de Molina Diéguez, y el jovencito instrumentalista Ríder Pablo Rodríguez no apartaba la vista de la computadora que en la sala de análisis, uno de los puestos claves, vigila y muestra en tiempo real el funcionamiento de los equipos automatizados en todas las áreas del central.
Otro coetáneo, el mecánico A montador Argel Juztel Peña, jefe de brigada en los molinos, esbozó la disposición colectiva mostrada en la preparación de la industria para esta contienda y confía en el retorno del coloso tunero a los planos estelares que siempre ocupó en Cuba, “para eso estamos trabajando duro y esa es la disposición generalizada”, comentó.
En los campos y en la industria, el destino final de las cañas, hay hombres y mujeres retando desafíos y acuñando hazañas por el bien de la economía y la salvación del sector cañero-azucarero de la nación.