Todo “normal”. Igual que siempre. Amaneció con mucho sol. En La Habana el sol casi siempre lastima y hace que “florezcan” un buen puñado de aromas. Camino rápido, mientras intento no derretirme y no sucumbir ante los “encantos” olorosos que muchas esquinas nos regalan día a día.
No quiero hablar, a veces parece que la “fragancia” está en todas partes. Incluso hay personas que me han llegado a confesar que “sueñan” con ella.
—¡Holaaaa!— me dice una voz enigmática que huele a no sé qué. Perplejo, miro a ambos lados, preguntándome ¿quién habla? ¡Estoy aquí, casi a tu lado y en casi todas las cuadras! Abunda con su mensaje maloliente.
“Mi reinado se ha extendido por muchas cuadras y espacios. Soy Doña Basura y aspiro a plantarme donde quiera que pueda, y me lo permitan, certifica con una carcajada que hace brotar los peores efluvios de su cuerpo. ¡qué asco! mascullo en mudez.
“Hay algo ‘mágico’ en mí, prosigue. Los expertos intentan descifrar el secreto de mi ‘éxito’ pero es tan ‘misterioso’, que creo se quedará como una tarea para el futuro.
“Cada día soy más robusta. Me ‘engordan’ la desidia, el descontrol la irresponsabilidad y otros diablitos. Ahhhh y esos que bucean dentro de mí y además de hacerme cosquillas, salen a la superficie con los ojos llenos de satisfacción y luego de robarme premios cargados de virus y enfermedades.
“Desconozco cómo estarán mis hermanas y primas en el resto del país, prosigue, pero en La Habana ‘casi somos inmortales’, no lo dudes.
“Tu cara dice que me desprecias, incluso en tu mente apelas a desterrarme para siempre. Sé que piensas en alternativas a pesar de la escasez de combustibles. Incluso que en este mar de mypimes, emerja una como una ola que me barra para siempre.
“Permíteme carcajearme amigo. Si el asunto sigue como va, y continúa la falta de visión y los métodos de actuación no son efectivos, festejaré el nuevo año con mi cóctel maloliente. No te molestes, tómalo con calma o resignación, hace rato huelo a ‘leyenda’ ”.