Arianna Vega Rosales tiene 22 años de edad. Hace alrededor de seis meses se graduó de Técnico Superior de Electromedicina en la Universidad de Ciencias Médicas Zoilo Marinello Vidaurreta, de Las Tunas; y, ahora en pleno período de adiestramiento en la Unidad Presupuestada Centro Provincial de Electromedicina Las Tunas, se desempeña como toda una experimentada.
Y explica las razones, “durante los tres años que dura la carrera estuve vinculada con este centro, por eso no me resultan extraños ni los compañeros, ni el instrumental, ni los equipos que atendemos”.
Continuidad garantizada
Arianna asegura que se siente, cómoda y bien atendida por todos sus compañeros, “son muy colaborativos, socializan sus conocimientos, guían a los más jóvenes y les inculcan los valores compartidos de disciplina, responsabilidad, honradez, honestidad y sentido de pertenencia a la organización”.
Confiesa sentirse muy contenta de ser parte de este colectivo de tradición heroica, que ostenta la condición de Vanguardia Nacional y muchísimos reconocimientos más obtenidos frente a numerosos desafíos.
Arianna no le teme a los retos que no son pocos y que exacerba el bloqueo norteamericano que impide adquirir nuevas tecnologías y piezas de repuesto para dar los mantenimientos programados a equipos destinados a salvar vidas humanas con un diagnóstico seguro.
“Esas carencias nos estimulan a buscar alternativas, a ser creativos y nos dan razones para sentirnos orgullosos de la profesión, porque podemos contribuir al bienestar de muchas personas, pacientes y familiares”, sostienen Arianna, integrantes de una plantilla, en la cual alrededor del 80% son de la nueva generación.
La Academia y el taller
El ingeniero en Automática y máster en Ciencias de Dirección Robert Vanegas Osorio, subdirector general de la unidad, considera una fortaleza haberse constituido como sede de la Universidad de Ciencias Médicas Zoilo Marinello Vidarrueta. .
Lo afirma y fundamenta: “Esa condición nos da la oportunidad de formar en la práctica la fuerza técnica que necesitamos para sostener los servicios y garantizar la continuidad de estas prestaciones imprescindibles al sistema de Salud”.
La solidaridad y el internacionalismo también tienen como puntal esta forma laboral-educativa: “Ahora mismo hay presencia de 35 de nuestros profesionales en diferentes países, de los cuales 18 están en Venezuela, y el resto en otras naciones, sin afectar el trabajo en frontera”, confirma Vanegas Osorio.
Destaca entre los países que han recibido esa colaboración a Sudáfrica, Guyana, Bahamas, Haití, Djibouti, Mozambique, Saint Kitts y Nevis, Granada, Jamaica y Qatar., “en todos están las huellas de nuestros profesionales, de su trabajo serio y de su compromiso”.
Vanegas Osorio explica que disponen de las aulas y reseña el entusiasmo con que sus colegas acogen con entusiasmo esta responsabilidad, “velamos por la calidad de los trabajadores devenidos docentes, quienes transitan por ejercicios de categorización antes de asumir la preparación de los estudiantes”, argumenta.
Reseña que tienen un claustro con seis profesores asistentes e igual cantidad de instructores, quienes dominan las herramientas pedagógicas y técnicas de las especialidades que imparten, y son docentes, incluso en otras naciones del mundo.
La preparación profesional
La preparación profesional es soporte del prestigio y los premios que han recibido, dice Vanegas Osorio; y, habla con optimismo de una plantilla que incluye 10 ingenieros biomédicos graduados en la Universidad de Oriente, y los demás licenciados en Electromedicina, muchos formados bajo la pupila de este colectivo, el cual celebra el 3 de octubre el aniversario 60 de la llegada de estos servicios al territorio tunero.