Cargando...Cuba cuenta con un Plan Maestro de Transporte fruto del trabajo conjunto durante varios años entre la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y el Ministerio del Transporte de Cuba, se dio a conocer este jueves en La Habana.
Elaborado sobre la base de los desafíos económico sociales del país hasta el 2030, el citado Plan esboza las estrategias y acciones necesarias para alcanzar los objetivos del transporte nacional hasta finales de la actual década.
Aunque previsto para concluir en dos años, la llegada y desarrollo de la pandemia de Covid-19 hizo imposible su terminación en el plazo previsto, por lo que se extendió por cinco años de trabajo intenso.
El estudio realizado por especialistas de ambos países abarcó las posibles acciones para el mejoramiento de carreteras y puentes, de la transportación por carretera, la ferroviaria y la marítimo-portuaria; de la aviación civil y la logística.
Incluyó además el tráfico de carga de pasajeros y vehicular, la inspección visual de puentes, así como la evaluación de más de 10 mil kilómetros de carreteras, la elaboración de las bases de datos georreferenciadas, estudios medio ambientales y sociales y la capacitación de los participantes, entre otras acciones.
Entre los resultados más significativos del proyecto está la caracterización de la situación del transporte y su infraestructura, de ahí que permita disponer de las informaciones, evaluaciones y propuestas necesarias para acometer los retos de este importante sector hasta el 2030.
Al intervenir en el acto de recepción de los documentos Eduardo Rodríguez Dávila, ministro cubano del transporte, dijo que “este Plan Maestro constituye una herramienta fundamental para el desarrollo del transporte en el país, por lo que con gran satisfacción asistimos a este acto de conclusión de su formulación y a la firma del inicio del nuevo proyecto de cooperación en la actividad logística.
“Este documento es un primer paso, y ahora corresponde caminar hacia el futuro. El mensaje más importante es que el esfuerzo no será en vano y dedicaremos todo nuestro esfuerzo a impulsar y materializar sus recomendaciones”, refirió.
Por su parte Kenji Hirata, embajador de Japón en Cuba, destacó que la mayor importancia del documento no radica en el informe final, sino en el trabajo conjunto llevado a cabo, en el aprendizaje mutuo y el desarrollo de confianza mutua. El informe simboliza nuestra amistad hacia el pueblo cubano, concluyó.
