Cargando...Ellas no le temen a nada. Podemos encontrarlas manejando una grúa viajera, a cierta altura en un poste como liniera, junto a un torno u otra máquina herramienta, al frente de un taller de soldadura o de un grupo electrógeno. En fin, en labores que por tradición y durante años han estado vinculadas al sexo masculino por asociarse a fuerza, ruido, grasa y peligrosidad.
De historias y vivencias dialogaron una representación de mujeres pertenecientes a la Unión Eléctrica (UNE) durante un ameno encuentro efectuado este miércoles en La Habana, como parte de las actividades por el X Aniversario de la creación del Sindicato Nacional de Trabajadores de Energía y Minas (SNTEM).
Para algunas como Mislay Solano Acosta, en su inicio como directora de la unidad empresarial de base en la localidad de San Nicolás de Bari, encontró barreras subjetivas que cuestionaban su juventud para desempeñar esa responsabilidad, sin embargo, con su superación y empeño se abrió paso y autoridad ante un colectivo integrado por hombres, mayoritariamente, y que algunos no entendían que fueran dirigidos por una mujer “y hasta ponían cara de asombro”.
La falta de apoyo familiar cuando decidieron ocupar determinados puestos de labor caracterizados por la tensión, el ruido o el nivel de peligrosidad, fueron también testimonios a los que se refirieron varias operarias. Otras reconocieron que “es un reto trabajar con hombres en tareas complicadas”, pero afirman que no se trata de algo imposible porque depende de nosotras, de nuestra capacitación pues la única forma de demostrar que sí podemos es hacer las cosas bien y para eso hay que aprender y no cejar en el empeño por capacitarse, coincidieron varias intervenciones.
Un ejemplo de tenacidad lo trajo la joven Yanelis Rodríguez Reyes, la primera mujer que ocupó el cargo de liniera en el país. “Me presente a un curso y me aceptaron. No le temo a las alturas y me concentró en lo que estoy haciendo”, afirmó tras relatar cómo junto a sus compañeros observa sus habilidades cuando hay que reparar o darle mantenimiento a las líneas del tendido eléctrico en los postes.
Al intervenir en el encuentro, Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), expresó su admiración y respeto por los oficios y profesiones que realizan estas trabajadoras en diferentes frentes relacionados con el sector de la electricidad y donde todavía no es mayoritaria la presencia femenina.
Significó cómo en materia de empleo han ido amplificándose en la percepción de la sociedad el hecho de encontrar mujeres carpinteras, electricistas, albañiles, soldadoras y llamó a revisar la legislación laboral en materia de lo estipulado para la maternidad.
“Las felicitó por su valentía. Ustedes constantemente están rompiendo estereotipos que aun tenemos”, subrayó la también integrante del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, e instó a proponer en las delegaciones de base a compañeras de esta importante rama para que las representen en el venidero XI Congreso de la FMC, un evento de todas las mujeres cubanas.
George Batista Pérez, secretario general del SNTEM, reconoció el valioso papel de estas trabajadoras y de todas las allí representadas “en una actividad tan compleja como la que ustedes realizan y luego continuar en los quehaceres del hogar, con los hijos y en la atención a la familia cuando concluyen su jornada diaria”.
Acerca del autor
Graduado de Licenciatura en Periodismo, en 1976, en la Universidad de La Habana. Hizo el servicio social en el periódico Victoria, del municipio especial isla de la Juventud, durante dos años.
Desde 1978 labora en el periódico Trabajadores como reportero y atiende, desde 1981 temas relacionados con la industria sideromecánica. Obtuvo premio en el concurso Primero de Mayo en 1999 y en la edición de 2009. Es coautor del libro Madera de Héroes.
