Exactamente a las 8:41 de la noche del 11 de agosto del 2023 se prendió la hoguera de leña dorada en el estadio Latinoamericano. El triunfo 6-1 sobre Industriales dejó con el título de la 62 Serie Nacional de Béisbol a los verde-rojos de Las Tunas, justo 4 años, 6 meses y 24 días después que levantaran su primera corona en el año 2019.
El tiempo para terminar de pasar la escoba a la tropa azul fue justo el que necesitaron sus bateadores para hacer valer su poderío (cuadrangular incluido de Yordanis Alarcón), en tanto su staff de pitcheo dominaba a su antojo, con un Alejandro Meneses que pidió la bola para rematar a los anfitriones este viernes, en tanto Rodolfo Díaz y Alberto Pablo Civil volvieron a relevar y cerrar, respectivamente, con la misma efectividad que han mantenido en toda la postemporada.
Muy superiores y capaces de colgar un cero de campeonato en el séptimo inning (cuando Industriales llenó las bases sin outs y Dayron Blanco de emergente bateó para doble play por tercera), la tropa de Abeisy Pantoja enseñó el mejor béisbol de la campaña y por eso merecían el cetro, levantado en una de las ceremonias más vistosas y atractivas de los últimos años, con luces, trofeos hermosos, confetis, música y una escenografía de lujo en las gradas del jardín central del Latino.
Para Industriales el más reconfortante de los abrazos. Luego de 11 años volvieron a repletar el Coloso del Cerro en un final. Pero sus fuerzas no les alcanzaban para derrotar a los Leñadores. Varios jugadores subieron al estrado de premiaciones llorando (Frank Herrera, Rafael Perdomo y otros que sus lágrimas iban por dentro), y eso es vergüenza deportiva por una meta que aunque los superaba, la soñaron y pelearon hasta el out 27.
Como en toda hoguera, hay leñas que queman demasiados, otras reciben el calor a fuego lento y otras que sirven para apoyar al resto. Por eso, les propongo dedicar todas las Moralejas a la enseñanza que deja este título, con sus héroes visibles, entrenadores consagrados y una dinámica de juego integral superior a todos los conjuntos de la temporada. ¡Felicidades para Las Tunas!
MORALEJAS DE UN CAMPEÓN
– Nunca se dieron por vencido: Tras un inicio incierto y en puestos coleros, el segundo y tercer tercio de la campaña fue arrollador, con el mejor balance de victorias y reveses entre los 16 equipos. En la postemporada ganaron 12 desafíos y solo perdieron dos, con barridas ante Ciego de Ávila en cuartos de final e Industriales en la discusión del oro. Frente a Matanzas en semifinales sufrieron los dos fracasos.
– Preparación física y madurez: Desde hace un lustro la preparación física de los peloteros va en ascenso y nadie se va de entrenamiento, le pesan los bates al final o los brazos explotan de cansancio. A eso se suma la madurez alcanzada por muchos de sus jugadores, encabezados por los veteranos hermanos Alarcón, Danel Castro y Rafael Viñales, capaces de inspirar a jóvenes como Dailier Peña, Yunior Otero y Denis Peña, por solo mencionar tres ejemplos claves en los play off.
– Punto de giro y armonía: La entrada el 6 de mayo de Roberto Baldoquín, con seis temporadas en Ligas Menores de Estados Unidos y participación en ligas independientes profesionales dio un giro total al equipo. No solo transmitió confianza, seguridad y mostró su calidad por encima de la media, sino que contribuyó a la armonía del conjunto, en perfecto abrazo a la dirección del equipo, debutante y feliz con un Abeisy Pantoja que hace historia como el mentor número 12 en Series Nacionales que debuta con una corona.
– Tirar strike para home: Contar con un staff de lanzadores sin velocidad aterradora y algo descontrolado era una de las preocupaciones iniciales de la afición y los entrenadores. Pero el trabajo paciente, abnegado y muchas veces poco mediático de Rodolfo Correa y Félix Núñez cambiaron las cosas e incluso para la postemporada tuvieron un talismán perfecto: Kelvin Ferraz, 6-0, récord en promedio de Ganados y Perdidos para play off. También excelente lucieron Rodolfo Díaz, Alejandro Meneses, Eliander Bravo. ¿El secreto? Dar strike y tener control.
– Un director que supo aprender y escuchar: Sin creerse el ombligo del mundo, Abeisy Pantoja, tras saludar al equipo Industriales, salió corriendo a saludar a la afición tunera en el estadio Latinoamericano. Luego mencionó cuánto lo ayudó para debutar monarca, haber trabajado con directores como Pablo Civil y Carlos Martí. Reconoce que le falta un mundo por aprender, pero que ha adquirido paciencia y comunicación sin faltar al ejemplo. Con esas tres variables y sin bajas migratorias de las que muchos territorios padecen, “Las Tunas buscará repetir este título en la Segunda Élite de Béisbol Cubano en 2024”, dijo emocionado y entre sollozos el otrora preparador de bateo y coach de primera.
– Motivación, oportunidad e integralidad: Con una alineación casi sin fisuras, a pesar de dos ausencias por contratos en la liga profesional mexicana en toda la Serie (Carlos Juan Viera y Yunieski Larduet), la motivación estuvo por las nubes desde que se visualizaron entre los seis primeros. De ahí el rendimiento en la primera fase: equipo con más carreras anotadas (476), mayor cantidad de indiscutibles (770), y mayor average (324). La dirección supo rotar a los jugadores que no estaban rindiendo para darle la oportunidad a otros que se quedaron como titulares.
– La fidelidad de su afición: Más allá de ser el estadio Julio Antonio Mella el cuartel general de estos Leñadores y convertirse en el único parque donde no han sido vencidos desde el 5 de mayo, es impresionante el apoyo de la afición que pudimos constatar. Por segunda vez el pueblo tunero disfrutará de la entrada de su equipo beisbolero por la calle principal (la vez anterior venían procedente de Villa Clara y ahora desde la capital). En el Coloso del Cerro portaban el color verde con carteles y la potente hacha. Y cubrieron buena parte de las gradas de primera, junto a todos los partidarios de los equipos orientales. ¡Excelente espectáculo!
– Los detalles finales que nadie ve: Que fue Yosvani Alarcón, el receptor que dirigió a esos lanzadores y ellos confiaron en él, aunque por dentro va la procesión de no haberlo llamado al Clásico Mundial… Que Yunior Otero resultó un arma reveladora en la final por su bateo oportuno sobre todo en el tercer choque, para poner a Industriales contra la pared… Que se acercar el adiós definitivo de Danel Castro (después de la Liga Elite no jugará más), quien volvió a ser pieza clave con hit de oro en el segundo encuentro… Que el promedio de carreras limpias en la final fue de 0.92, la defensa trabajó para 980 con apenas tres errores; y la ofensiva produjo para 336 de average/ 420 de OBP/ 851 OPS
– Festejo y representación: Las Tunas será el equipo que nos representará en el torneo de clubes de la Liga de Campeones del 2024. El festejo puede durar hasta entonces, pero al menos sabemos que este sábado y domingo nadie dormirá de alegría, caldosa y música con sus leñadores.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.
De que le vale ser campeón si por ejemplo a los Panamericanos si van 2 es mucho. Ademas que ni la televisión ni la prensa casi no se habla de Las Tunas Campeón. Si hubiese sido Industriales todavía estarían sacando videos y artículos. Primer artículo que veo tan completo, felicidades a Trabajadores.
Quien entiende a los que dirigen el Beisbol.
Creo que aún prevalece el regionalismo y el favoritismo.
Porque mover peloteros en ligas extranjera, déjenlo descansar, este es un torneo de segundo nivel, aprovechen y envíen a los que obtuvieron mejores resultados en esta última serie, espesando por los 4 equipos finalistas con su cuerpo de dirección.