Más de una decena de delegaciones extranjeras asisten a la XLVII Jornada Cucalambeana que desde el pasado viernes envuelve en un halo bucólico a la ciudad de Las Tunas, capital de la provincia homónima del oriente cubano.
Entre los visitantes predominan los latinoamericanos, cuya presencia se hace notar en diferentes escenarios con el montaje de exposiciones de artes plásticas y de artesanía, espectáculos artísticos y la revelación de importantes investigaciones que versan sobre la cultura popular en sus respectivas naciones.
En esta ocasión, la mayor fiesta campesina de Cuba rinde tributo al aniversario 185 del natalicio de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé, y tiene como país invitado de honor a la República Bolivariana de Venezuela, que dedica un homenaje especial al líder revolucionario Hugo Chávez.
Al Comandante Presidente se le recordó con la gala “Amigo de palma y sol”, y con las muestras gráficas “Guajiro, sombrero y poesía”, y “Chávez, libertador del siglo XXI”.
La cultura y las luchas contemporáneas de los pueblos de Nuestra América por sus derechos tienen un momento significativo en la exposición fotográfica “La mano sucia de Chevron”, que se exhibe en la Plaza Cultural en el mismo centro histórico de la ciudad, que deviene denuncia de los desmanes de esta transnacional en suelo ecuatoriano.
Los tuneros departen estas jornadas, además, con hermanos panameños, colombianos, mexicanos, chilenos y guatemaltecos, quienes han tendido un puente desde la tradición como eslabón importante para la unidad de la región.
Así lo considera Edgar Ponce Iturriaga, embajador de la República de Ecuador en Cuba, quien expresó que la Jornada Cucalambeana pudiera convertirse en un gran evento cultural para promover la unión latinoamericana a través del arte y las tradiciones.
Mientras, Marlene Sánchez, presidenta del Instituto Autónomo del Estado venezolano de Barinas recordó que para el Comandante Chávez la integración latinoamericana no era completa sin la unión de los pueblos mediante sus tradiciones, y destacó la contribución de esta Jornada a la realización de esos sueños chavistas.
Así, bajo los influjos de la décima -escrita o improvisada- se unen otras manifestaciones de la cultura popular tradicional de esas naciones, cuyos elementos identitarios tienen muchos puntos de confluencia.