La generalización de buenas prácticas en la agricultura, con el propósito de mitigar el impacto del cambio climático, es una de las proyecciones que para el 2023 tiene el sector en Pinar del Río.
Una de las experiencias a multiplicar es el empleo de variedades resistentes a plagas y de altos rendimientos, para los llamados cultivos rústicos: boniato, yuca, plátano y malanga, los que, además, son pilares del programa de autoabastecimiento territorial.
Asimismo, es imprescindible el cuidado y protección de los suelos, pues al ser la porción más estrecha de la isla, hace a la provincia más propensa a la salinización; en tal sentido tan importante es la incorporación de materia orgánica, como la adecuada rotación de las plantaciones; para los campesinos pinareños tiene el añadido de preservar las tierras de tabaco tapado y vegas finas.
Otra de las estrategias apunta a incrementar las casas de cultivo rústicas, con el fin de cosechar hortalizas fuera de temporada y estabilizar la presencia de estas durante todo el año.
Paralelamente se prevé continuar con la entrega de tierras ociosas o deficientemente explotadas en usufructo, concediendo prioridad a ganaderos y porcicultores para elevar la obtención de alimento animal a partir de materias primas nacionales.
Acerca del autor
Licenciada en Periodismo (1995 Universidad de Oriente). Trabajó como periodista en Tele Cristal (Holguín) hasta marzo del 2003, directora y guionista de televisión.
Periodista del semanario Guerrillero (Pinar del Río) desde mayo del 2003 hasta la actualidad, corresponsal del semanario Trabajadores en esa provincia desde septiembre del 2020.
Creadora audiovisual y cinematográfica independiente.