Universitarios en Congreso: «La Revolución está en nosotros» (+ Fotos)

Universitarios en Congreso: «La Revolución está en nosotros» (+ Fotos)

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Al filo de las nueve de la mañana comenzó, este martes, la última jornada del Décimo Congreso de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien en sus palabras para clausurar el cónclave afirmó: «La Revolución y la sociedad cubana necesitan de los universitarios, necesitan de la FEU».

 

Foto: Estudios Revolución

 

En el capitalino Palacio de Convenciones, día en que la FEU cumplía sus cien años, los jóvenes recibieron con ovación cerrada al Jefe de Estado que entró por los espacios de la presidencia del plenario mientras, risueño, mostraba con orgullo un pulóver que tenía estampado —como el de todos los delegados— el símbolo que usaran los universitarios cubanos cuando la FEU llegó al corazón de la Sierra Maestra en octubre de 1958.

La solemnidad y la emoción gravitaron sobre los primeros momentos de la jornada. Ante el silencio de los estudiantes pasaron, resguardados en urnas, la mascarilla mortuoria de ese excepcional universitario y ser humano que fuera Julio Antonio Mella, así como el micrófono por el cual diera su alocución al pueblo, desde Radio Reloj, el joven José Antonio Echeverría durante el asalto, el 13 de marzo de 1957, al Palacio Presidencial, y la toma, ese mismo día, de la emisora, en un gesto muy audaz protagonizado por integrantes del Directorio Revolucionario.

Desde la presidencia, en el cónclave de una Federación que es cardinal para el país, también estaban presentes el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, y el secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista, Roberto Morales Ojeda. Ambos; miembros del Buró Político. Igualmente se encontraban Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), y Karla Santana Rodríguez, presidenta nacional de la FEU.

Foto: Estudios Revolución

 

Especialmente invitados, y también desde la presidencia, motivaron sentidos aplausos el Comandante de la Revolución, y viceprimer ministro, Ramiro Valdés Menéndez; así como el Comandante del Ejército Rebelde, José Ramón Machado Ventura.

A modo de antesala de un día que movió múltiples ideas sobre la Cuba actual y el papel de los universitarios, la joven Karla Santana dio lectura al Juramento, al Compromiso de Lealtad de la Generación del Centenario de la FEU con la Revolución cubana.

En sus esencias, el texto habla de asumir como práctica la ética martiana y fidelista; de entregarse a la causa de los más humildes; de erigir un proyecto de felicidad que se levante como un horizonte de justicia mayor para todas y todos; de actuar en consecuencia con el concepto fidelista de Revolución; de ser antiimperialistas; de no claudicar jamás ante los desafíos, las fuerzas y los sacrificios que se presenten.

Seguidamente, al compartir con el auditorio el Informe Central del Congreso, Karla expresó que «en estos tiempos urgidos de acción, creemos que la Federación fue creciendo con el buen síntoma de sus proyectos que aspiraban a la permanencia en el tiempo y la constancia. En paralelo, las aulas despertaron como hospitales y acogieron a lo más abnegado del estudiantado cubano, quienes cambiaron sus mochilas por batas médicas».

La dirigente estudiantil enunció que «no era difícil concretar en el imaginario universitario que la misión consistía en estar donde el deber, donde se era más útil. Conocimos a miles de estudiantes con una fuerza inmensa de solidaridad y heroísmo. Ese despliegue de sensibilidades es solo posible en un país que funda relaciones sociales de hermandad y de solidaridad. Queda como huella imborrable de esta época, el trabajo altruista en los Centros de Aislamiento, en las pesquisas activas y en la amplia y salvadora campaña de vacunación».

Sobre el funcionamiento orgánico de la Federación, Karla enunció que la principal aspiración de la FEU es «continuar logrando, desde las actividades y procesos, la participación consciente y activa de sus miembros, la sistematicidad, la ejemplaridad y la proyección de una sólida estrategia post-congreso que permita desarrollar las metas que se ha trazado el proceso del Décimo Congreso».

El frente político-ideológico, la preparación de los líderes de la FEU, los procesos docentes investigativos, el frente de la extensión universitaria, y la actividad internacional de la organización, así como sus procesos de comunicación fueron temas abordados desde el Informe Central por la presidenta nacional de la FEU. De igual modo fue recordado el legado del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, su pensamiento transformador y coherente.

Finalmente, Karla Santana dijo: «Reconocemos que el futuro está siempre en disputa y depende de nosotros. Por tanto, convidamos al estudiantado cubano a creer cuando decimos “Hasta la victoria siempre”. No nos detendremos, porque la Revolución está en nosotros».

 

Foto: Estudios Revolución

El pensamiento de los universitarios

El papel de la brigada de la FEU como centro articulador fue definido en el debate de este martes como un tema medular de la organización estudiantil. Y en torno a ese eje conceptual se abogó por desterrar todo formalismo y desidia que entorpezcan un  buen trabajo de la organización.

Tenemos que ir siempre a nuestras identidades revolucionarias, dijo un joven; para quien además resulta esencial la consulta de nuestra historia, y sacar de los errores las mejores experiencias.

También se reflexionó en la sesión plenaria sobre la importancia de ser dialécticos y creativos, como pidió Fidel; de estar despiertos ante la guerra no convencional que el imperio le hace a Cuba; y de desplegar una política de comunicación de la FEU a tono con la sociedad del presente.

«Aspiramos, expresó Karla, a comunicar como nación, en una política que se parezca al estudiantado». Y en otro momento de su intervención recordó que la FEU se propuso trabajar, en vez de por acuerdos, por proyecciones estratégicas: tan valiosas como las concernientes a la comunicación, al funcionamiento orgánico de la Federación, y al trabajo político ideológico.

Hubo en la reflexión colectiva momentos muy emotivos, como ese en el cual tomaron los micrófonos dos universitarias —una de Colombia, y otra de Angola— que cursan sus estudios en Cuba. Ellas, desde la gratitud y la firmeza, compartieron sus convicciones de que a Cuba, esa nación que sabe defender la vida y a la que tanto importa el ser humano, hay que defenderla.

«La FEU me ha enseñado a ser una persona integral, participativa y con muchos valores», confesó la angolana Isabel José Ferrera, quien hacia el final de sus palabras enunció una convicción alusiva a los jóvenes de la Isla: «Creo en ustedes».

 

Foto: Estudios Revolución

 

Otras voces fueron escuchadas. Y en cada intervención había ideas de esencias: la cultura salva; hay que desarrollar la sensibilidad en nuestros universitarios, y también el significado profundo y enaltecedor de ser cubano; hay que romper las barreras elitistas que amenacen con separar a la Universidad del pueblo, lo que significa defender la universidad popular; y hay que proponerse, desde la Federación, crear una sociedad mucho mejor.

La primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), Aylín Álvarez García, compartió varios conceptos. Entre ellos; su satisfacción de que existan vanguardias como la de los jóvenes que han protagonizado el Décimo Congreso de la FEU; y su certeza de que la Revolución nunca ha tenido momentos fáciles, y que ahora la Isla tiene ante sí enormes desafíos.

La dirigente juvenil recordó las enseñanzas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y habló sobre la necesidad de volver siempre a su pensamiento, de volver a ese Fidel que tiene que seguir siendo humano, asequible. Y sobre las misiones que conciernen a la UJC y a la FEU, Aylín reflexionó sobre la trascendencia de educar en la unidad, en la amistad, siempre despojados de esa relación que a veces se torna un poco formal.

Son tiempos de formarse de manera integral, de elevar nuestra cultura política, resaltó Aylín Álvarez, quien además destacó el valor de que los espacios de la UJC y de la FEU sean escenarios útiles para fortalecer el orgullo de ser cubano, y para defender a Cuba.

Una pregunta cardinal, que ya ha sido planteada en el seno de la FEU, compartió Karla Santana Rodríguez: ¿Qué tipo de mujer y de hombre deben ser formados en nuestras universidades? Entonces la joven habló de seres a quienes nada humano resulte ajeno; de una mujer y un hombre que sepan defender el saber popular, que se crezcan en una conciencia emancipadora y antiimperialista, y que sepan volver todos los días a los legados de Martí, de Mella, y de Fidel.

«No tenemos derecho a detenernos —enfatizó Karla—, porque la Revolución espera por nosotros todos los días y nos ofrece una única alternativa que es: Hasta la victoria siempre».

El Décimo Congreso de la FEU aprobó al nuevo secretariado de la organización estudiantil, y al frente de la misma fue electo como presidente nacional Julio Emilio Morejón Pérez, quien dio lectura a la Declaración Final emanada de la importante cita.

En el texto de dicha Declaración, entre otras ideas, queda explícita la defensa de una FEU popular, inclusiva, participativa, y como escenario posible, donde todos puedan realizar sus aspiraciones; donde se define una organización irreductiblemente comprometida con el proceso revolucionario, antiimperialista, y anticolonialista.

Levantaremos con dignidad, dijo el presidente nacional de la FEU, el derecho que nos hemos ganado de construir nuestro proyecto de Patria. Y habló de un camino: el socialista; del legado de Fidel; de articular una comunicación novedosa; de fomentar el intercambio de la masa estudiantil con sus estructuras de la FEU; de vincular la investigación con la práctica y la utilidad; de lograr mayor liderazgo de los dirigentes estudiantiles; de defender a la universidad como patrimonio del pueblo.

Reconocimiento a incansables universitarios

La mañana fue propicia para que la FEU entregara un reconocimiento al líder de la Revolución cubana y General de Ejército, Raúl Castro Ruz, por ser ejemplo constante, por sus enseñanzas y aportes, por su incansable espíritu joven. Los jóvenes pusieron en manos del Presidente Díaz-Canel, para que lo haga llegar al especial destinatario, tal distinción.

La organización centenaria también extendió reconocimientos a otros dos excepcionales revolucionarios: el Comandante del Ejército Rebelde, José Ramón Machado Ventura; y el Comandante de la Revolución, Ramiro Valdés Menéndez. Y de igual manera, fue reconocido el Comandante de la Revolución Guillermo García Frías, por su dedicación y entrega constante, por su infinita lealtad a la Revolución cubana y a Fidel.

El Premio Alma Máter fue entregado por la FEU al Presidente Díaz-Canel Bermúdez, por su trabajo, por su confianza en las nuevas generaciones, por su incansable acompañamiento a la juventud cubana, por ser ejemplo de fidelidad y de entrega diaria a la obra de la Revolución.

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Foto: Estudios Revolución
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Foto: Estudios Revolución
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Palabras de confianza en los más nuevos

Con un discurso hermoso, lleno de conceptos para meditar en calma, clausuró el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el Décimo Congreso de la FEU.

«Muchas felicidades, queridos miembros de la Federación Estudiantil Universitaria —dijo el Jefe de Estado a los delegados—. La organización joven más antigua de Cuba está cumpliendo hoy 100 años. Y los cumple sin envejecer. Conectada con su país y con su tiempo».

Y prosiguió: «Al repasar las discusiones de este Congreso y muchas de las publicaciones que ustedes han estado compartiendo en las redes digitales, pensaba en Julio Antonio Mella, en Villena, en Pablo de la Torriente, en Fidel, en Raúl, en José Antonio, y en las sucesivas generaciones de estudiantes que convirtieron a la Universidad cubana en fuente de Revolución».

«Y también me pienso, con nostalgia, en la FEU. Salvando las distancias, cuando las circunstancias se complejizan mucho, viajo a aquella etapa juvenil, en mi universidad querida de Villa Clara, cuando criticábamos todo y a la vez igualmente se nos ocurrían las soluciones más increíbles para todo».

El mandatario dijo que «la FEU de hoy es diferente a la que fundó Julio Antonio Mella, a la de los años universitarios de Fidel y a la del liderazgo estudiantil de José Antonio. Son muy diferentes, por ejemplo, en los modos y los medios para comunicar con sus bases».

«Ellos —argumentó— apenas contaban con sus propias voces sobre una tribuna, la mayor parte de las veces improvisada, con textos escritos para publicaciones de circulación limitada y, por supuesto, y hasta nuestros días, con el activismo de sus colegas para multiplicar las ideas».

Pidió entonces imaginar «a aquellos gigantes políticos, a aquellos fundadores, a aquellos líderes forjados en la pelea por la justicia, en la era de la Comunicación. La actual generación de dirigentes estudiantiles entonces está permanentemente convocada a beber de la obra de aquellos adelantados».

«La comunicación, como ustedes se lo han propuesto, no puede ser solo un proceso de informar o contar lo que hace la organización. Debe ser también un proceso de participación interna activa, de construcción colectiva de la vida universitaria. ¡Alma Máter, que nació también con la FEU, tiene que seguir siendo la voz de ustedes!».

Díaz-Canel razonó con los delegados que «la comunicación que ustedes hagan tiene que impactar el resto de la sociedad, desde la televisión hasta el barrio. Ante la agresividad enemiga en las redes sociales solo tenemos una solución: poner la firmeza, la belleza revolucionaria, y el amor. Y son ustedes la vanguardia y los encargados de eso».

La FEU prerrevolucionaria, reflexionó el dignatario, luchaba por la Revolución: «La FEU de nuestros días es una parte esencial del cuerpo de la Revolución. Lo que en apariencia es una diferencia, en esencia es continuidad. Una continuidad, como ya he dicho antes, dialéctica, que toma lo mejor del pasado y que cambie lo que debe ser cambiado; una continuidad que garantice con modernidad, frescura y valentía, que las nuevas generaciones sostengan desde sus códigos y aspiraciones lo que conquistaron sus padres y sus abuelos».

La Revolución —definió el mandatario— «es una obra inacabada, que no puede ser tratada como un texto muerto. La Revolución es vida y es acción».

En otro momento de su intervención Díaz-Canel recordó que «la esencia revolucionaria y revolucionadora de la FEU le otorga atributos únicos como organización transformadora, que se proyecta siempre en acciones de utilidad en favor del horizonte político común, en el gran proyecto de la Revolución Cubana».

A los universitarios los convocó «a seguir laborando con energía y entusiasmo por todo lo que resulte beneficioso a la masa estudiantil cubana, descendiendo colinas para ascender al pueblo, como se dijo alguna vez. Los jóvenes universitarios tienen que aportar a la sociedad; de hecho reconocemos todo lo que han hecho, pero también debe ser desde la investigación y el cuestionamiento académico constante».

«La Revolución y la sociedad cubana, destacó el Jefe de Estado, necesitan de los universitarios, necesitan de la FEU».

El Presidente quiso «reconocer y destacar el papel de los universitarios en las misiones menos visibles y por momentos más riesgosas del enfrentamiento a la COVID 19, junto a otras tareas económicas y sociales, en las que ustedes decididamente participaron». Y se comprometió a «seguir de cerca la atención a sus análisis sobre las tareas de impacto social».

El Jefe de Estado dedicó parte de sus reflexiones a resaltar el valor de las enseñanzas de Fidel: «Todavía se respira en las universidades cubanas —dijo en un momento de su intervención— el aliento de quien fuera hasta ellas cada vez que sintió que la Patria necesitaba de sus mejores hijos. Es imposible estar entre universitarios y no pensar en quien fue universitario hasta los últimos días de su vida».

«Fidel repetía sin cansarse que en la Universidad se hizo revolucionario. Heredero y continuador de una tradición de compromiso con el destino de la nación que viene del Padre Varela hasta nuestros días, en las aulas universitarias supo ver y sentir las venas del futuro latiendo».

Conciencia. Fue una palabra especialmente traída a colación por el mandatario, quien afirmó que ella es «el fruto más preciado de nuestro paso por la Universidad. Nuestra época, difícil, compleja, desafiante, demanda más que todo de conciencia», más elevada mientras más se está en la vanguardia.

 

Foto: Estudios Revolución

 

«Cuando decimos que la FEU y otras organizaciones juveniles se parezcan a los jóvenes de hoy, no es una frase vacía», enfatizó Díaz-Canel Bermúdez. Y resaltó: «Sean como quieren ser ustedes: sin imposiciones; sean rebeldes, atrevidos, rompan esquemas. Solo les pido una cosa: defiendan la Revolución que es, en primer lugar, una gran obra de amor hecha por jóvenes».

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