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Cargando...Ante miles de personas que se reunieron en el coliseo de la Ciudad Deportiva, el cantautor cubano Pablo Milanés ofreció este martes un concierto memorable, en una de las escalas (quizás la más emotiva, y en todo caso la imprescindible) de su gira Días de luz.
Mucho se especuló en redes sociales y medios de comunicación sobre esta presentación; algunos parecían ignorar algo fundamental: el vínculo de Pablo Milanés con su público va más allá de posicionamientos en un espectro político, de afinidades generacionales o, incluso, de puntuales gustos y sensibilidades: el capital simbólico de Pablo Milanés acoge a multitudes.
Y una multitud acudió a un concierto en el que hubieran querido estar muchos miles más.
Desde el comienzo, cientos de luminarias colmaron el lunetario: las personas encendieron sus celulares para darle la bienvenida al cantor. En medio del clamor se escuchó la primera frase: «Vengan todos a mi jardín…»
«Siempre dicho que (este) es mi mejor público», afirmó en los primeros momentos. Y a partir de ahí, canciones emblemáticas de uno de los repertorios más extraordinarios de la cancionística cubana de todos los tiempos, a las que se sumaron temas más recientes, incluidos en producciones discográficas de los últimos años.
Acompañado por un ensemble musical sencillo (Miguel Núñez en los teclados y Cary Varona en el chelo) una y otra vez tomó su guitarra para acompañarse. Su voz tuvo la calidez de siempre, la elegancia en el fraseo, los matices que han fascinado a millones de seguidores en todo el mundo.
Entre canción y canción, sus comentarios: fue evocando momentos, inspiraciones, compañías y colaboraciones. El diálogo acostumbrado con los asistentes de sus presentaciones. El público respondía con sus aplausos.
En algunos temas invitó a los asistentes a corear junto a él, aunque normalmente la gente lo acompañó en casi todo el concierto. Es la atmósfera que Pablo instaura en sus espectáculos. A veces unos poquísimos acordes bastaban para lograr una comunión.
De pronto, en medio del silencio, se escuchó la declaración de tantas veces: «¡Pablo, te amo!»
Cantante de fructíferas confluencias (tradición y contemporaneidad; bolero, son y filin), en su presentación hubo la variedad melódica y alternancia rítmica de las que ha hecho décadas durante seis décadas de carrera.
El concierto en La Habana demuestra lo que muchos saben: viva aquí o en el extranjero, se pronuncie en los medios de comunicación o se mantenga en silencio, Pablo Milanés es presencia permanente, compañía de millones. Pablo estuvo. Está. Estará.
Gracias Yuri por tu atinado trabajo periodístico. Yo como muchos de mi generación hubiera querido estar el Coliseo y volver a disfrutar de la banda sonora de mis años mozos y volver a repetirte que te quiero
Pablo. Por siempre en el corazón de tu pueblo.
Siempre serás nuestro QUERIDO PABLO.
Me imagino que no pudiste sustraerte a escribir enseguida que acabó el concierto. Pablo será siempre Pablo. Y pto. Y cdo no esté, estarán sus canciones como himnos, como reflejo de las distintas etapas que en Cuba vivió. Gracias Yuris
Pablo es música, es historia, es asimismo un recorrido por las luces y las sombras de un proceso social que todos deberíamos tener derecho a juzgar porque a todos nos ha impactado. Quien se traicione. Sí mismo, ese será el traidor. Ese y nadie más. Pablo no se ha traicionado, canta para los suyos y será siempre nuestro.
Gracias Yuri por el equilibrio sostenido en tus notas sobre el concierto de Pablo. Lo que pude ver, a través de las redes, fue a un CUBANO UNIVERSAL irradiando AMOR.
¡ ESTÁ, ESTARÁ!
Excelente reseña y excelente concierto donde los protagonistas fueron Pablo y sus canciones. Afortunadamente la controversia con que pretendieron empañar la presentación, y que aflora en los comentarios a esta publicación, quedaron fuera del Coliseo. Allí solo fue la música, sublime, inolvidable.
Magnífico intérprete Pablo una cancionistica cargada de una melodia y letra q al pueblo cubano le caló fuerte, hacía tiempo q no se escuchaba en 🇨🇺 Cuba un concierto de el.
Pienso q fue muy bueno q Pablo le cantará a su público y q el amor siempre será más fuerte q el odio y el resentimiento debemos acostumbrarnos a la opinión distinta y al criterio diferente ,debemos aprender a escuchar lo q nos gusta y lo que no , también debemos aprender a q no nos importe el posicionamiento político de cualquier artista aunque seísmos q en este caso hubo cambio de casaca y ojalá q le vaya bien lo q si no se debe permitir nunca es dejar usar una tribuna cultural donde se supone se va a brindar arte como arma política contra la revolución y para provocar desorden y desestabilizacion lo q no ocurrió en este caso .a mi en lo particular me gustó y me gusta Pablo sus canciones pero algo dentro de mi se rompió definitivamente y nada es igual, para mí es un traidor a Fidel y Raúl q es lo mismo q decir revolución .
Lo primero que dices es no ligar la política con la cultura, y eso es lo primero que haces….
Pablo no solo habló del gobierno y la Revolución, tambien lo hizo sobre buenos hombres que la hicieron, ahora que nadie lo defienda si hablamos de él, será muy buen artista, pero como hombre no fue ni sincero ni revolucionario, sencillamente vivió…
Aplausos Yuri, excelente artículo, has resumido lo que es Pablo para todos nosotros
Hace más daño el odio que una declaración de pensamientos. Bienvenido Pablo, Cuba también es tu casa
Lo que brila con luz propia nadie lo puede apagar
Muy buen artículo. Felicidades, periodista!!!!
Pablo, querido Pablo, presencia permanente en tantos y tantos cubanos!!!
Yo lo amo con pasión!!!
Considero que nada ganamos con alimentar el odio y la división entre cubanos y cubanas. Pablo es un excelente autor e intérprete que le canto a la Revolución y se arrepintió. Ahora piensa distinto, que le vaya bien.
Y lo más importante: Cuando todo pase y ni él ni nosotros estemos, Pablo Milanés seguirá siendo y sobrarán quienes repitan sus canciones y se enamoren con sus versos y será baladí si alguna vez se reconoció guelfo o gibelino.
Nada perdura en el tiempo pasó Alejandro pasó Cleopatra pasó Cesar pasó Napoleón pasó María Antonieta pasó Lenin pasó Lincon y Pablo pasará
Eterno sólo Dios
Muy buena reseña,respetuosa y exaltando los valores artísticos de Pablo y la cultura de nuestro pueblo, Felicidades
No estuve en el concierto, pero un amigo me envió audios en vivo. Lloré, lloré mucho de tanta emoción. Creo que eso es más fuerte que cualquier ideología política. Adoro su música, sus canciones. Me importa poco lo que digan de su persona, me quedo con el musico.
Una Semilla que Nacio’ de un Pueblo, vuelve a su Pueblo, a entregar su Arte Agradecido. Saludos. Querido Pablo.
Bravo, Bravísimo!
Pablo nunca estuvo. Para mí remeda en título de un film El Hombre que Nunca Existió. Para ser bien cantante y compositor ni hace falta ser tan sucio, malagradecido y pisotear los valores más sagrados de la Patria convirtiéndose en lo más deleznable que conoce la especie humana: un traidor.
Patria NO ES revolución. Va más allá del sistema político imperante, de ideologías y doctrinas. Y Pablo sí va a estar eternamente, como su Yolanda.
Pablo nunca ha hablado contra la patria, si contra el gobierno. Le explico que estos dos conceptos no son ni serán jamas lo mismo en ningún sistema politico. Gobierno que presume de continuidad que arrastra por lo tanto lo bueno y lo malo. Lo malo como las UMAP de las cuales Pablo fue victima. Revise mejor quienes son los traidores pidiendo sacrificios y esfuerzos viviendo como Carmelina. Los verdaderos lideres en las crisis viven lo más parecido al pueblo posible de contrario el discrurso se torna banal.
Para ti pero parece que para miles si, viste como se llenó la Ciudad deportiva 🤣
Cuáles a tu tonto juicio son los valores de la patria?
No serás envidioso
Excelente, Yuris Norido.
GRACIAS YURI, por tan emotivo artículo, a miles de kilómetros y me has emocionado como si hubiera estado.
Pablo ESTUVO, ESTÁ Y ESTARÁ.
Gracias nuevamente!!!!
Pablo ha sido, es y será
Pablo, querido Pablo.
Lo sabía, porque los seres LUZ como él atraen e irradian AMOR por siempre.
Pablo es y será