Cada pedacito de la hermosa ciudad de Cienfuegos tiene alguna influencia del pensamiento y accionar del arquitecto Irán Millán Cuétara, pues una parte importante de su vida profesional la ha dedicado a la conservación y restauración de valores patrimoniales y arquitectónicos de las edificaciones y otros espacios de la también llamada Perla del Sur.
Su constante quehacer en bien de la urbe y sus pobladores ha sido estimulado con numerosos reconocimientos y condecoraciones. Este año le fue otorgado, muy merecidamente, el título honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba.
Como resulta habitual en él, con gentileza y prontitud respondió a la solicitud de entrevistarlo, no obstante sus muchas responsabilidades y ocupaciones como director de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos. (OCCC).
¿Qué es Cienfuegos para ti y la conservación de su patrimonio?
Desde hace más de 50 años es mi ciudad por excelencia, la urbe que me acogió y me hizo suyo, coronado por una bella cienfueguera que me atrapó y me enseñó sobre sus valores y encantos para mi dicha y futuro. Es un conjunto urbano armónico, ordenado, limpio, poseedor de un elevadísimo sentimiento y sentido de pertenencia que lo singulariza, haciéndolo muy fuerte dentro del contexto nacional.
Sobre este escenario privilegiado dentro del orgullo nacional se brindan todas las condiciones materiales y espirituales para su preservación y rescate del patrimonio heredado. Las condiciones otorgadas y merecidas de Monumento Nacional y Patrimonio Mundial se encuentran resguardadas y protegidas, bajo la administración de la Oficina del Conservador de la Ciudad, institución que se ha ganado con mucho esfuerzo la voluntad política de las autoridades y demás actores del territorio, quienes en conjunto definen la estrategia para conservar este valioso patrimonio que constituye excepcional ejemplo en la América Latina del siglo XIX. Juntos, seguiremos entregados y comprometidos para que cada día esta Perla brille más en el universo mundial.
¿Cómo consideras el otorgamiento del Título Honorífico?
Es el resultado de la labor realizada durante más de 45 años por la ciudad y el patrimonio cienfueguero, artífices de mis desvelos proteccionistas por una urbe con amplios valores, descubiertos desde el primer momento que pisé sus tierras.
La ciudad que mostramos es el producto de un trabajo sostenido y coherente, no solo mío, sino de un amplio grupo de profesionales, quienes nos hemos visto guiados por un Plan Maestro, diseñado hasta el detalle para lograr la excelencia en el Centro Histórico de Cienfuegos, declarado por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Detrás de mi persona ha existido un equipo muy profesional, que hemos conformado y consolidado, junto al trabajo de colaboradores. Sin el trabajo colectivo y la confianza de todos los actores de Cienfuegos hubiese sido imposible lograr esos resultados. Solo es un momento para reflexionar, seguir adelante y mejorar aún más nuestra labor y las acciones y obras que tenemos la obligación de entregar a la Linda Ciudad del Mar y a su bella gente.
Has hecho mucho por Cienfuegos ¿Te queda más por hacer?
Desde que llegue aquí un 5 de enero de 1965, procedente de Artemisa, antigua provincia de Pinar del Río, quedé impresionado por esta ciudad, que no por gusto es reconocida como la Perla del Sur, y por supuesto comprendí que ya me debía a ella en cuerpo y alma.
Cienfuegos me abrió las puertas para mi realización personal y profesional. Todo lo que hemos hecho por ella y su culta población nos resulta poco para lo que se merece. Llegamos a una etapa con buenos resultados para todos y eso nos obliga a revisar que nos falta y cómo podemos responde a esas necesidades y reclamos de su exigente y comprometida población. Ya estamos en la ejecución del Programa Cienfuegos 203 y continuaremos construyendo nuevos sueños hacia y para el querido y respetado pueblo cienfueguero.
¿En qué y quiénes piensas cuando vez la estrella dorada y el título de Héroe?
Me siento que soy el resultado de diferentes momentos y circunstancias que han incidido en mi desarrollo. Existen personas inolvidables que han tenido un papel clave en mí formación y que sin ellas no hubiese podido llegar a merecer este reconocimiento que me trasciende y que no es solo mío.
Pienso en mis padres y hermanos que me han apoyado siempre, de los cuales recibí los mejores valores e influencias para alcanzar mi profesión futura; en mis maestros de San Cristóbal y Artemisa, donde cursé mis primeros estudios, con los cuales aun mantengo una linda relación; en mis geniales profesores y compañeros de la carrera de Arquitectura, quienes me ayudaron y agradezco hoy infinitamente; en los directivos que han propiciado mi desarrollo profesional y laboral, los que confiaron en mí cuando soñábamos con un Cienfuegos Patrimonial a escala mundial; en mi equipo de trabajo del Centro Provincial de Patrimonio Cultural, del cual soy parte de sus aprendizajes y éxitos; de mis valiosos, competentes e imprescindibles miembros de la Oficina del Conservador de la Ciudad; en la Red de Oficinas que hemos creado, y en los amigos más cercanos con los que comparto mis sueños y realizaciones.
Especialmente pienso en mi Sindicato de la Cultura, donde con orgullo milito; en el Comité Provincial de la CTC que tanto apoyo me ha brindado; en los cuadros y directivos de la provincia y el municipio, con los que he formado un excelente team de trabajo para lograr estos resultados, y en la Asamblea Nacional del Poder Popular que me ha recibido desde el 2008 y a la que tanto tengo que agradecer.
De forma directa y jerarquizada pienso en mi esposa, con la que llevo 50 años y que ha sido sostén y brazo derecho, y en cada uno de los integrantes de mi familia.
Todo este pensamiento se ha materializado gracias a una Revolución en la que pienso en cada momento, pues ha hecho posible lo que soy. Todos me comprometen a ser su servidor y un fiel agradecido.
Cuando escuchas el vocablo trabajo ¿cómo lo valoras?
El trabajo forma al hombre, educa y diseña tu comportamiento como ser humano y ser social y define los compromisos con tu colectivo y con todos los demás. Se materializa así el valor de la palabra empeñada, el desafío de todos los retos a enfrentar y el dar el máximo en cada tarea emprendida independientemente de su magnitud.
Saber que generas un producto, material o espiritual de beneficio para la sociedad, reconforta y alimenta mi cuerpo y alma, más que los posibles ingresos económicos, que por supuesto son muy necesarios. He sido un servidor de mi trabajo, de mi amor por el Patrimonio cienfueguero, al cual le he entregado todo mi ser, sin compromisos ajenos al mismo, sin límites de horario ni tentado con otras ofertas materiales. Ese en mi mayor tesoro y pienso sea elemento clave para este reconocimiento que recibo con modestia y sin nunca haber trabajado para este fin.