Por: Alina Perera Robbio
Todo lo que fortalezca a la Empresa Estatal Socialista —digamos, por ejemplo, el afán innovador— tiene hoy indudable valor. En ese espíritu tuvo lugar, desde el Palacio de la Revolución, el habitual encuentro entre la dirección del país, y representantes del sistema empresarial estatal.
La experiencia de los Parques Científico-tecnológicos y su vínculo con el sistema empresarial, así como la utilización de las fuentes renovables y el uso eficiente de la energía en el sistema empresarial cubano, conformaron la agenda de la reunión que estuvo encabezada por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Que el conocimiento, la investigación y la innovación impacten al sistema empresarial estatal fue un concepto que marcó el desarrollo de la jornada que también contó desde la presidencia con tres miembros del Buró Político: el primer ministro, Manuel Marrero Cruz; el secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista, Roberto Morales Ojeda; y el general de cuerpo de ejército y ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Álvaro López Miera.
Sobre las ventajas y bondades que pueden tener los Parques Científico-tecnológicos para el sector empresarial, disertó el Director de la Empresa Parque Científico-tecnológico de La Habana, Rafael Luis Torralbas Ezpeleta, quien recordó que esa entidad capitalina nació el cuatro de febrero del 2020, «y fue la primera forma dinamizadora que se creó después de la aprobación del Decreto 363 del 2019».
Torralbas Ezpeleta apuntó que el Parque nació en un contexto muy difícil, marcado por la pandemia de COVID-19, pero que esa adversidad no impidió modelar los modos en que se quería trabajar y despegar. El 2022, dijo, es el lapso en que quieren consolidar el crecimiento, con una proyección estratégica que llega hasta el 2026.
«Definimos nuestro Parque —explicó el directivo— como un ecosistema de innovación para la ejecución de proyectos de investigación, desarrollo e innovación, y para la incubación de nuevas empresas de base tecnológica». Lo que se busca, destacó, es proporcionar beneficios e incentivos que faciliten obtener resultados de impacto para el desarrollo económico y social del país.
De varios conceptos habló Torralbas Ezpeleta: el Parque debe ser un espacio dinamizador —eso significa que todo lo que se ejecute en su ecosistema debe hacerse más ágilmente que en el resto de los escenarios de la economía y de la sociedad—; el criterio de sostenibilidad es importante; el Parque debe promover la relación entre la Universidad y la empresa; y el criterio de selectividad es vital para escoger aquellos proyectos cuyo impacto económico y social sean relevantes.
Con una ubicación privilegiada —definida así por Torralbas porque el edificio sede está en el campus de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI)— el Parque Científico-tecnológico de La Habana cuenta con una infraestructura para más de 1 200 puestos de trabajo: «Sobre todo hemos tratado, explicó el director, de ir creando espacios allí a la medida de los proyectos que vamos incubando, y salir un poco del clásico laboratorio».
Ya muchos de los resultados del Parque, afirmó, están impactando positivamente en el entorno nacional: hay 36 proyectos en incubación —y los profesionales involucrados en ellos son casi 500—; hasta el cierre del pasado mes de abril los ingresos por concepto de exportación se habían incrementado —lo exportado en los primeros cuatro meses del 2022 duplica la cifra de lo que se logró en los doce meses del año anterior—; y esa tendencia, según comentó Torralbas, debe mantenerse e incluso mejorar.
El empresario trajo a colación ejemplos del impacto que el Parque Científico-tecnológico tiene en el sector estatal nacional: el proyecto de AICROS, que fue el primero firmado por ellos con una empresa estatal (con la Empresa de Informática y Automatización para la Construcción): «Estamos trabajando con ellos, destacó Rafael Luis Torralbas, una solución para la toma de decisiones en proyectos de inversión».
Mencionó además el proyecto del software del ventilador pulmonar de altas prestaciones desarrollado por la Empresa Combiomed Tecnología Médica Digital —«un proyecto muy importante y retador», valoró, donde participaron profesionales de la UCI—; y el proyecto iniciado con la Empresa de Transporte Turístico Transtur S.A.; así como lo hecho de conjunto con la pequeña empresa EMSI FARMA (Equipos Inteligentes para la Industria), que es un proyecto de soluciones de automatización para las industrias biotecnológica y farmacéutica.
La inteligencia que irradia el Parque mientras acoge proyectos llega a resultados como la máquina llenadora del Centro de Inmunoensayos, y una de las autoclaves de la planta de sueros y Hemoderivados de la Empresa Laboratorios AICA. Todo ello, como dijo Torralbas, generó a las empresas beneficiadas «no solo una solución local sino además soberanía tecnológica».
Se sucedieron las voces de los empresarios que confirmaron el éxito de ejemplos como los explicados por el Director de la Empresa Parque Científico-tecnológico de La Habana. Se habló de que los Parques que más éxitos han tenido en el mundo han sido aquellos donde se ha dado la unión entre Gobierno, empresa y universidad, y donde el primero ha jugado un papel preponderante; se habló también de ambientes de creatividad, antiburocráticos y sin barreras estériles.
El Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, reconoció los logros concretos, nacidos del vínculo directo de un grupo de empresas con el Parque, y señaló las potencialidades que en tal alianza se abren en materia de investigación, desarrollo, innovación, diversificación de financiamientos, colaboración internacional, e infraestructura.
Por su parte el Presidente Díaz-Canel reflexionó que uno de los rasgos que debe distinguir «a nuestro sector empresarial, o a nuestro sector productivo de bienes y servicios, es que tiene que ser innovador, y para que sea innovador tiene que tener por una parte una relación directa con el sector del conocimiento, y por otra tiene que ser capaz de demandar investigación científica a partir de los problemas».
El mandatario razonó que el Parque Tecnológico de La Habana, o los otros parques, o sistemas de interfaces que se han ido creando en el país en los últimos tiempos, favorecen la relación del conocimiento con el sector empresarial, y así se «rompe una relación unidireccional que tuvimos en un determinado momento, donde prácticamente las universidades, las entidades de ciencia, tecnología e innovación, a partir de sus investigaciones brindaban lo que tenían como investigación, mientras el sector empresarial era muy poco receptivo y por lo tanto las investigaciones quedaban engavetadas».
Buscando cambiar la matriz
La utilización de las fuentes renovables y el uso eficiente de la energía en el sistema empresarial cubano fue el segundo punto de la agenda del encuentro. La introducción al tema estuvo a cargo de Rosell Guerra Campaña, Director de Energías Renovables en el Ministerio de Energía y Minas.
El ponente hizo alusión a empresas que ya han instalado la tecnología necesaria y que aprovechan las fuentes renovables de energías: mencionó como «buena referencia nacional» a la Empresa de Industria Electrónica, del Grupo de la Electrónica, que ha instalado sistema solares fotovoltaicos en sus cubiertas. Y habló de la Empresa de Automatización Integral (CEDAI) que en su sede, en el Vedado capitalino, está desarrollando un importante proyecto de referencia nacional, para convertir el edificio «en el primero energéticamente eficiente del país».
ETECSA (Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A.), y Aguas de La Habana —que tienen en funcionamiento las dos primeras flotas de vehículos eléctricos del país, para cubrir los servicios que brindan—, también fueron mencionadas por Rosell Guerra entre los ejemplos que son «referencias para los cambios tecnológicos que necesita» Cuba.
El especialista hizo referencia a las ventajas del uso del bombeo solar, en el camino de sustituir paulatinamente muchos equipos que hoy funcionan con diesel. Destacó ámbitos vitales, en los cuales habitan muchas potencialidades para los cambios de matriz energética, como la industria alimentaria, y la azucarera.
El Presidente Díaz-Canel Bermúdez, al referirse a la utilización de las fuentes renovables, y al uso eficiente de la energía, dijo que ese «es uno de los caminos para un país como el nuestro»; y añadió que si a un tipo de inversión debe prestársele particular atención, es precisamente a ese cambio de matriz energética, por lo que representa en menos consumo de combustible, en mayor eficiencia, y en una situación financiera a favor de la mejoría de las empresas.
Hacia el final del encuentro, Manuel Marrero Cruz hizo hincapié en trabajar con marcada intención en ese tipo de inversiones que le ahorran muchos gastos al país: «Es una cuestión ya de subsistencia, dijo; ya no es prioridad porque sea prioridad; ya es mucho más que eso, precisamente por la situación compleja que tenemos, y yo creo que es alentador escuchar las experiencias de cuánto se ha avanzado».
Aquí se trata de empezar —subrayó el Jefe de Gobierno a los empresarios—; y de poco a poco ir incrementando las capacidades y ver cómo se aporta no solo a la empresa en materia de ahorro, sino también al país en su conjunto, y a la población.
«Creo que esto es algo clave, argumentó; este tema debemos verlo con frecuencia, e ir llevando las estadísticas de cuánto más estamos sumando —ahí está el indicador hasta el 2030—, de en qué punto debemos estar». En eso, enfatizó, hay que enfrascarse con todo, «para avanzar a una mayor velocidad».
(Tomado de presidencia.gob.cu)