Dedicada a la prestigiosa artesana de vestuario, Carmen Fiol, con motivo de sus activos 90 años de vida, en la capitalina plaza ferial de Pabexpo continúa, con notable asistencia de público, la X Feria nacional de artesanía Arte para mamá, organizada por el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC) y el Centro Nacional de Artesanía. Este año, a pesar de observarse mayor exigencia curatorial en la calidad de los productos, persiste la presencia de determinados artículos con insuficientes requerimientos “artísticos”.
Aunque en general se respira mejor aire de creatividad y mayor autenticidad, en relación con ediciones anteriores, a través de los 36 stands institucionales —entre ellos, 24 pertenecientes al FCBC— y los 302 individuales, ubicados en los 5 mil metros cuadrados que delimitan las cuatro áreas expositivas, esta vez en Pabexpo hay excelentes opciones para todos los gustos y bolsillos. Sin embargo, las mayores críticas se concentran en las producciones de calzados, cerámicas, bisuterías y algunos objetos ornamentales.
Tal vez debido a la utilización de idénticos componentes —muchos de ellos importados desde un mismo lugar—, existe poca variedad en el diseño de los calzados y en el de muchas prendas requeridas por las féminas, como los collares, pulsos y aretes, todos los cuales pueden encontrarse, idénticos, en varios stands.
Asimismo, en las variopintas e interminables realizaciones de cerámicas artísticas, entre las que sobresalen magníficas mercaderías de uso utilitario producidas por cubanísimos sellos de renombre internacional, se aprecian infortunadas copias de obras de otros prestigiosos creadores, además de pobres objetos como los torpes tinajoncitos con alas traídos desde Camagüey; y otras piezas —monocromáticas y multicolores; en barro, papel maché y metal— que rememoran las célebres figuras de yeso que tanto daño hicieron al enriquecimiento cultural de las familias con bajos ingresos económicos en buena parte de la segunda mitad del pasado siglo.
En el significativo incremento de la calidad artística de las manufacturas, sin duda influyó la participación, por vez primera, de artesanos de casi todas las provincias, así como un mayor espacio a la expoventa de muebles, el plato fuerte de esta edición, con atractivos, novedosos y funcionales diseños a la altura de los de prestigiosas casas dedicadas a este negocio en el mundo.
En tal sentido, merece palmas el proyecto conjunto del FCBC y la Oficina Nacional de Diseño (Ondi), a través del cual se presentan muebles, materiales para la construcción, yesería, tejas y otros elementos concebidos para suplir necesidades en las llamadas “viviendas económicas”; en tanto se proponen soluciones de espacio y mobiliario especialmente previstos para hogares (en particular apartamentos) de menos de 90 metros cuadrados.
Sobre las diversas confecciones textiles hay valiosas y originales propuestas, pero se impone un examen más crítico entre las piezas de artesanos que no renuevan sus diseños y sostienen patrones que reiteran en todas las ediciones de este tipo de eventos.
Buena idea fue la inclusión de Flora y fauna; institución que como Artex, la Egrem, Génesis, las casas del Perfume, del Chocolate y del Abanico, además de Quitrín y la Distribuidora Nacional del Libro llevó una muestra de lo mejor de sus productos y proyectos.
Laureles aparte para la acostumbrada atención que el FCBC dedica en estas ferias al trabajo de la prensa nacional, a cargo de las dinámicas jóvenes Yaimara Verdecia, Olga Lidia Prieto, Dayana Camejo y Johanna Pujol, diligentes “artesanas” de la comunicación.
Arte para mamá estará abierta hasta el 10 de mayo, entre las 11:00 a.m. y las 7:00 p.m. Oportunidad única para encontrar una obra de arte, como bien espiritual que enriquece la cultura de toda la familia.