El jefe de las Tropas de la Defensa Radiactiva, Química y Biológica de Rusia, Ígor Kirílov, confirmó hoy que el fondo de inversión de Hunter Biden, empresario e hijo del presidente de EE.UU., estuvo involucrado en la “financiación de programas biológicos en el territorio ucraniano”.
Hunter Biden “tuvo un papel fundamental en la creación de la oportunidad financiera para trabajar con patógenos en Ucrania”, aseveró Kirílov, remitiéndose a la correspondencia del empresario con funcionarios del Pentágono, a la que tuvo acceso el Ministerio de Defensa de Rusia.
Según el organismo, Biden se encargó de la recaudación de fondos para las compañías Black & Veach y Metabiota.
“Aumentamos nuestra inversión en Metabiota en 250.000 dólares”, dice una carta enviada a Biden por un empleado de Rosemont Seneca Partners, fondo de inversión fundado por el hijo del presidente estadounidense.
Según Kirílov, la empresa Black & Veach “trabaja para el Pentágono desde 2008 en proyectos de estudio de bioagentes potencialmente peligrosos”. La actividad de la compañía “planteó muchas preguntas, incluso por parte de los servicios de seguridad ucranianos”, expresó el alto funcionario, quien citó un informe del Servicio de Seguridad de Ucrania, de 2017, que reza que por encargo de EE.UU. Black & Veach “investiga agentes patógenos especialmente peligrosos, que puedan utilizarse para crear o mejorar nuevos tipos de armas biológicas”.
A su vez, Metabiota, que es “conocida por sus avances en la predicción de brotes de enfermedades infecciosas”, “fue contratada por el Pentágono para la modelización de una situación epidémica en el espacio postsoviético”, precisó el representante de la cartera de Defensa.
Joanna Winthrol, jefa de la oficina de la DTRA en Ucrania, supervisó la coordinación de los proyectos de armas biológicas en ese país y la selección de los ejecutores, según el alto funcionario. “Bajo su supervisión directa se llevaron a cabo los proyectos UP-4, UP-6 y UP-8, de Estados Unidos, para estudiar patógenos mortales como el ántrax, la fiebre congoleña y la leptospirosis”, aclaró.
En ese contexto, Kirílov resaltó una carta de la empresa ucraniana Motor Sich al fabricante turco de drones Baykar Makina. Los ucranianos preguntaron específicamente si los drones podían transportar 20 litros de carga útil en aerosol a una distancia de 300 kilómetros, lo que los pondría al alcance de una docena de grandes ciudades rusas y de casi toda Bielorrusia.
“¿Es capaz el UAV de lograr un alcance de 300 kilómetros? ¿Existe un sistema o mecanismo de pulverización de aerosoles con una capacidad superior a 20 litros?”, preguntó la empresa ucraniana.
“Se trata del desarrollo, por parte del régimen de Kiev, de medios técnicos de entrega y utilización de armas biológicas, con la posibilidad de usarlas contra la Federación Rusa”, precisó el alto funcionario.
Asimismo, el alto funcionario comunicó que la operación militar rusa en Ucrania ha permitido desmantelar el funcionamiento de cinco laboratorios biológicos en Kiev. Las instalaciones de investigación, donde se trabajaba con patógenos del ántrax, tularemia, brucelosis, cólera, leptospirosis y peste porcina africana, participaron en proyectos encargados directamente por el Pentágono, cuyos objetivos en el territorio ucraniano han estado “lejos de científicos”, señaló Kirílov.
“Se ha confirmado que los laboratorios han participado en trabajos por encargo del Departamento militar estadounidense”, indicó el jefe de las Tropas de la Defensa Radiactiva, Química y Biológica de Rusia.
(Tomado de RT)