Sancti Spíritus.— Desde hace cuatro décadas Lidia Rodríguez Espinosa labora en la Industria Pesquera de este territorio (Indupir). “Ha sido mi único trabajo. Comencé muy joven. Primero fui procesadora y luego pasé al área de productos conformados, siempre directa a la producción. Nunca he recibido una medida disciplinaria y sí muchos reconocimientos”, comenta orgullosa.
Con un lenguaje sencillo Lidia describe su ejemplaridad laboral, por la que resultó elegida como miembro del consejo de dirección de la Empresa Pesquera Sancti Spíritus (Pescaspir), en aplicación del Decreto Ley 34 del sistema empresarial cubano.
El proceso de selección en predios espirituanos priorizó incorporar a los más destacados o a los catalogados líderes de sus colectivos laborales. En Pescaspir, por ejemplo, se buscó representatividad de las cinco unidades empresariales de base (UEB).
Por su parte, la Empresa Provincial de Correos de Cuba, con unidades extendidas por toda la geografía espirituana, incluyó a dos trabajadores conocedores de los reglamentos de la Unión Postal Universal, de la que es miembro Correos de Cuba.
“Esta actividad es un poco atípica dentro de la gestión empresarial cubana porque responde a servicios universales”, explicó Wilber Pardillo Castañeda, director de Contabilidad y Finanzas de la entidad.
“El Decreto Ley otorga empoderamiento y poder de decisión a la base, un vínculo provechoso para la gestión empresarial”, asegura Orlando de la Cruz Rivadeneira, director adjunto de Pescaspir.
“Son espacios que tradicionalmente han existido en esta empresa y ahora adquirieron legalidad. Un procesador de la industria puede aportar diferentes cortes para obtener un mejor rendimiento. Los pescadores modifican las artes de pesca para lograr mayor productividad en correspondencia al embalse. Ideas que pueden generalizarse y aprobarse con mayor prontitud si llegan directamente al consejo de dirección”, acotó.
La ejemplaridad como premisa
Parecería una verdad de Perogrullo, pero no lo es. Los obreros conforman la base de un colectivo, pues representan la estabilidad, la fortaleza, el sustento de una fábrica, de una gran industria, de una planta tecnológica.
El Decreto Ley 34 del 2021, del sistema empresarial cubano, en su inciso 19.1 asiente la importancia de ese eslabón de la cadena laboral y especifica cómo se conforma el consejo de dirección de una empresa estatal socialista.
Legisla que, además de los principales administrativos de la entidad, lo integran trabajadores de reconocido prestigio tras ser electos de común acuerdo con la organización sindical.
“En un primer momento fue difícil lograr una correcta interpretación del artículo”, aclaró Oslidia López Martín, miembro del Secretariado Provincial de la CTC en Sancti Spíritus. Y aunque se refiere a la particularidad de ese territorio, me atrevo a otorgarle un término nacional a tal criterio.
Tras sobreponerse al impacto inicial, en la provincia se efectuó el proceso en las 71 empresas del territorio y fueron escogidos un total de 229 trabajadores, precisó la dirigente sindical.
“Los temas que se tratan a esa instancia ahora tienen una vivencia más directa de los colectivos. El sindicato es invitado permanente pero no tiene voto en ese espacio, mientras que los trabajadores miembros sí tienen voz, voto y potestad para incidir en las decisiones. Esto hace que las estrategias delineadas por la administración empresarial tengan que estar más apegadas a la realidad, al sentir de la base”, señaló López Martín.
Desde la CTC en Sancti Spíritus se capacitó y se sigue de cerca este proceso. “Las asambleas de presentación del plan de la economía se aprovechan para dar a conocer a estos trabajadores en los colectivos”, dijo López.
El Artículo 19.1 del Decreto Ley 34 del 2021 otorga legalidad a un ejercicio de democracia participativa en el contexto laboral cubano, no para que los elegidos asistan como simples receptores.
Se ve n tanto desentendido al representante sindical de su tarea dentro del consejo de dirección, que si según se expresa no tiene no voz ni voto en ese órgano de dirección que no es así pienso que ahora solo es una figura decorativa en ese Consejo de Dirección
El empoderamiento organizacional como método de dirección concede poder y autoridad a los trabajadores en la toma de decisiones lo cual aumenta la confianza, la responsabilidad, la autoridad y el compromiso entre todos los trabajadores para ofrecer mejor sus prestaciones. Los ejemplos que se presentan demuestran la necesidad en nuestro país de realizar una labor de capacitación tanto a las administraciones como a los trabajadores para que estos conozcan las ventajas de aplicar esta herramienta de dirección a su labor. La representación de las personas entrevistadas además de ser insuficiente no es representativa, a su vez se demuestra un pobre nivel de información sobre el tema al asociarlo principalmente al vocablo “poder” o identificar el empoderamiento con la participación en un órgano colegiado de la institución laboral. Empoderar a un colectivo laboral es mucho más que darle participación a uno, dos o tres trabajadores destacados y selectos en un consejo de dirección o presentarle al colectivo laboral el plan económico y fomentar un debate y considerar que así ya inciden y deciden junto con el empleador. Es también delegar con mayor facilidad la autoridad a todos los trabajadores, pedirles información y animarlos a tomar decisiones, desde el plano individual hasta el colectivo. Es otorgar facultades y libertades a los trabajadores orientadas a los objetivos que se quieran lograr a nivel organizacional. El empoderamiento también busca un crecimiento en cada uno de los trabajadores para que estos puedan tener más convicción y herramientas a la hora de tomar decisiones en los procesos en los que están involucrados.
La falta de información sobre este tema tiene como causa principal la poca divulgación de esta forma de dirección. En ocasiones por desconocimiento se deja de utilizar estos métodos que pueden ayudar a aumentar la eficacia y la efectividad de las organizaciones. En estos aspectos el Decreto Ley 34 del sistema empresarial cubano pudo haber ahondado mucho mas al respecto y haber otorgado a los trabajadores un papel más protagónico y decisor junto al empleador.