Esta vez el encuentro trascendió el esquema tradicional. El agasajo que cada año, previo al Primero de Mayo, organiza la Central de Trabajadores de Cuba a veteranos dirigentes sindicales en la nororiental provincia de Las Tunas anduvo por derroteros nuevos que abrieron espacios a la confrontación de ideas, al intercambio de conocimientos.
El encuentro sirvió para el agasajo, pero la intencionada participación de noveles cuadros, que asumen el necesario relevo le tributó una significación especial. Así lo demostraron las intervenciones, que constituyeron muestras tangibles de continuidad y compromiso.
Los de más experiencias acumuladas coincidieron en que cada momento tiene sus particularidades, pero “la unidad sigue siendo la herramienta estratégica fundamental”, enfatizó Melesio Terry Espinosa, cuya opinión tiene el aval de muchos años en la conducción del sindicato alimentario en el territorio.
Jacinto Betancourt esbozó los años duros del período especial, en los que desempeñó responsabilidades en la dirección del movimiento obrero, y enalteció la permanencia de los cuadros pese a las exigentes tareas de aquellos tiempos.
Mientras, José Ramón Campaña, desde su experiencia, refirió formas y métodos que conducen a un mejor funcionamiento de las secciones sindicales y cómo sigue prendido de esa labor, ahora al frente de los jubilados del sector del Turismo, a quienes organiza y motiva para que sigan sintiéndose útiles.
Meyra Ávila Pérez sentenció: “Al movimiento obrero le debo mi vida, mi formación como persona. Es un trabajo intenso, pero hermoso porque se basa en la atención a los trabajadores”.
Para el joven Vladimir Díaz, secretario del Sindicato de la Salud en el municipio capital, “estos seis años en el cargo de dirección he aprendido muchas cosas que nunca voy a olvidar. Las llevo en la sangre y me serán de mucha utilidad cuando vuelva a la sala de terapia intensiva del hospital Guevara, de donde procedo”.
Al tiempo, que Jorge Luis Rodríguez, secretario del Comité Sindical de Transporte, agradeció el apoyo recibido de los más experimentados desde sus inicios, hace unos cuatros años, y exhortó a los más jóvenes a no desdeñar esas enseñanzas.
Los mayores refirieron detalles del momento histórico en que desempeñaron sus funciones y lo que significaron esos años en su formación profesional y humana. Los jóvenes agradecieron el legado y declararon el firme propósito de no defraudar a sus antecesores.
De esta manera quedaron fundidas la experiencia y juventud, dos atributos que son garantes de continuidad.
Elena Chagues Leyva, secretaria general de la CTC en la provincia, destacó que esos compañeros que dedicaron muchos de sus años más jóvenes a estas tareas constituyen ejemplo de laboriosidad y entrega.
Aprovechó la ocasión para reiterar la convocatoria de hacer del Primero de Mayo otra jornada gigante de apoyo a la Revolución y a las transformaciones actuales que acomete la nación, en aras de construir un socialismo próspero y sostenible, objetivo de especial relevancia para los trabajadores cubanos.