LA GUAGUA: Salir de la Zona de Confort a la Mágica de la eficiencia

En una de las emisiones de LA GUAGUA titulada ¿Qué hacer para que los ineficientes sean eficientes?  invitamos a pensar y expresar criterios que manifiesten cómo el movimiento sindical cubano puede vencer el objetivo de lograr eficiencia.

Entre los Comentarios Digitales recibidos seleccionamos varios, y no porque estemos de acuerdo o no, o que compartamos parcialmente lo dicho, sino que los traemos a bordo con la intención de estimular el intercambio de opiniones, o también para expresar dudas.

Antes de continuar el recorrido, invitamos a ver este video que se refiere a las Zona de Confort, pero también a una Zona Mágica que llaman Zona de Aprendizaje, Zona de Pánico, Zona de No experiencia y es a la que estamos convocados a transitar para que las empresas sean eficientes, y dentro de ellas, por supuesto que está incluido el movimiento sindical.

 

[youtube url=»https://www.youtube.com/watch?v=40mbsKBSWwY» width=»520″ height=»460″ title=»de la zona de confort a la zona mágica»]

 

Michel dice:

Mientras no se dé participación directa a los trabajadores en la dirección de las empresas y estas sigan bajo el mando unipersonal, o de unos cuantos, en el mejor de los casos…. con sindicatos que no responden al reclamo de la masa trabajadora… porque cada vez pierden más espacio…

Hay que remover la mata de raíz y cambiar la forma de dirigir las empresas empoderando a los trabajadores para que sean estos los que tomen de conjunto con la administración las decisiones trascendentales de la empresa.

Los mal llamados consejos de dirección no funcionan solo se han convertido en otro aparato ineficiente y burocrático para perder tiempo todos los días, otro serio problema lo constituyen las últimas normas, como las que brindan una supuesta «autonomía» a las empresas, lo que en realidad no es cierto.

Con todo respeto: la autonomía la ha recibido el director para hacer y deshacer a su antojo en la empresa, la 53 es otro claro ejemplo de esto, de cómo queda en manos de un directivo cuánto perciben sus trabajadores sin importarle a este si estos aportan más o menos, y esto hace que cada día sea menos democrática y poca la participación de las masas trabajadoras en cuanto al destino de la empresa y al interés de cambiar lo que ocurre en estas.

 

Michel considera que a los trabajadores se le deba dar participación directa en las direcciones de las empresas, y a continuación, un colega se refiere a un cuadro administrativo que se vincula con los obreros:

José Luis Martínez Alejo dice:

Conozco a un dirigente administrativo hace muchos años. Nunca lo vi trabajando con pitusa, ni botines, ni camisa de rayas. Nada de marca, como erróneamente suelen decir no pocos ciudadanos, porque a cada producto alguna marca lo identifica.

Siempre lo vi vestido de obrero, sudando y lleno de grasa junto a los trabajadores.

Muchas veces lo observé a pie. Jamás en un carro confortable, al contrario, el estatal cancaneaba, le hacía falta una pinturita…

Siempre que intenté entrevistarlo, me decía: “Habla con los trabajadores, ellos son los verdaderos protagonistas.”

Cuando dirigió el central Ciro Redondo era uno de los mayores productores de azúcar en Cuba.

Convirtió al ingenio Primero de Enero en el más eficiente del país.

Luego transformó al central refinería Ecuador en insignia del sector azucarero cubano, donde aún está al pie de los cañaverales y los hierros, sin el amargor de las pérdidas económicas, sino con el dulzón sabor de los granos que fábrica la mejor refinería de Cuba.

 

ERNESTO BLANCO, sí, así con mayúsculas, nunca estuvo ni sueña estar en la zona de confort.

Por eso, aún añoro publicar su historia de vida.

 

Ese empoderamiento de los trabajadores al que se refiere Michel y la vinculación con la base señalada por José Luis Martínez Alejo, pudieran ser el antídoto para evitar lo que señala el siguiente comentario digital:

 

Eddy dice:

Si hay algo que está bien claro es la percepción que existe en la máxima dirección del gobierno y Partido de todo lo que debe ser cambiado para lograr que las empresas sean eficientes y las medidas y orientaciones existen, el problema está en cómo llevar eso a la base.

A medida que esas indicaciones comienzan a bajar de la provincia y al municipio comienza la inercia al cambio, los que están en la zona de confort, los que desvían la vista para no enfrentar los problemas.

 

En resumen: Para esa participación directa de los trabajadores en la dirección empresarial y que un cuadro administrativo se beneficie de su vinculación con los obreros y las entidades sean eficientes, todos tenemos que salir de la Zona de Confort, el movimiento sindical también.

Continúa disponible el espacio de Comentario Digitales en el cual invitamos a expresar los criterios que se deseen, pero exhortamos a concentrarnos esta vez en el trabajo sindical.

 

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