Cargando...Deplorable entorno laboral; inestabilidad en la implementación de los sistema de pago; inconformidades con la calidad de la ropa, zapatos, limas, machetes, guantes…; llegada tardía de recursos para las reparaciones en la industria y en los medios mecanizados de corte y tiro; atrasos en el inicio de la zafra; problemas en la concepción de las estrategias de corte; carencias de piezas de repuesto para combinadas, tanto en las tradicionales como en las de nueva tecnología; caída de los estimado y los rendimientos…
Esta es parte del panorama que enfrentan los trabajadores del sector azucarero en nororiental provincia de Las Tunas, la cual fue expuesta con transparencia por los delegados a la conferencia provincial del sindicato.
¿Consecuencias? Desestimulación, pérdida del sentido de pertenencia, fluctuación de la fuerza técnica calificada y reiterados incumplimientos de los planes de producción, basta conocer que la zafra actual anda solo por alrededor del 77% del volumen comprometido y que su cierre, ahora mismo depende más de la naturaleza que de los hombres, tiene pronosticado el déficit de unas 200 mil toneladas.
Es cierto que esta contienda sobresale por la calidad del azúcar y las entregas al Sistema Electro Energético Nacional y que experimenta crecimientos en relación con campañas anteriores, según explicó Carlos Víctor López Villamar, director general de la Empresa Azucarera en la provincia; pero falta alcanzar la misión principal en atención a los reclamos de la economía del país.
“Si en un central los trabajadores están descontentos y si no hacemos atractivo el entorno laboral, ni rescatamos los programas de capacitación, será muy difícil hacer azúcar”, dijo José Antonio Pérez, secretario general del Sindicato Nacional, y enfatizó: “Lo material puede resolverse de un día para otro, pero lo humano requiere más tiempo.”
¿Qué dijeron los delegados?
Yorleidy Velázquez Osorio, secretario general de la sección sindical en la UEB de TRANZMEC de Maniabón, relató la situación de sus afiliados: “Como resultado de la Resolución 36, del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social –refrenda el proceso de disponibilidad laboral- los choferes fueron declarados disponibles y desde entonces son contratados para el período de zafra y otra vez los necesarios en cargas generales.”
Argumentó que a mucho de los afectados esto les ocurrió después de hasta 30 años de servicios: “Bajo estas condiciones no acumulan vacaciones, si enferman después de vencido el contrato no tienen garantías de seguridad social, no pueden aspirar a créditos bancarios para la construcción o reparación de vivienda.”
“Entonces, concluyó, han pérdida del sentido de pertenencia, porque no tienen definido su estatus laboral, razón por la cual crece la fluctuación de esta importante fuerza de la cadena productiva y hoy la conducción de estos medios, incluidos los de nueva tecnología, la están haciendo en muchos casos personas inexpertas, por lo que hay un aumento de los accidentes y los incidentes en estas labores”, remarcó.
El Secretario General del Sindicato Nacional refirió que después de aplicar la decisión la fluctuación laboral en estos colectivos en el país creció el 15,5% y que en varias provincias hay hasta un 40% de choferes con menos de dos años de experiencia.
En otros temas vinculados con la atención al hombre, Walter Ávila, presidente de la UBPC La Pedrera del municipio de Puerto Padre, fustigó la existencia de 25 unidades que no producen alimentos y cuestionó: “¿Cómo trabajan los obreros si no se les garantiza la alimentación?”, y después de esa reflexión mostró dos preocupaciones medulares referidas al proceso de reestructuración del MINAZ y la anunciada salida del motel Tunazúcar –y sus similares- del sistema de estimulación del ramo.
“No desconozco la resistencia natural al cambio, pero este fraccionamiento me preocupa. Es necesario un mando único que organice y armonice un proceso tan complejo como lo es una zafra azucarera”, sentenció y reseñó la alegría con la cual los miembros destacados de su organización acogen el derecho de disfrutar vacaciones en el motel mencionado y preguntó: “¿Cómo es posible que al hombre de campo, y a su familia, al que aporta tanto no podamos darle esa posibilidad?”
En relación con los sistemas de pago, Carlos Serranos, de la sección sindical Planta de Vapor del central Antonio Guiteras, consideró: “Vienen desde arriba y no estimulan a los productores directos. Es difícil llevar el CPL (Coeficiente de Participación Laboral), la cantidad de indicadores y condicionantes, que ni los jefes los entienden, imagínense los trabajadores.”
Para Marcos González, de la sección sindical de Planta Eléctrica del mismo ingenio, si no se arregla la plantilla no se puede aspirar a un buen sistema de retribución e ilustró: “Dentro de la fábrica hay 116 técnicos, la mayoría subutilizados, andan dando vueltas, cuando pudieran estar ocupando puestos claves. Hay muchos directivos, las oficinas están llenas de gente. Más del 50% del personal está ejerciendo funciones de mantenimiento y dirección.”
Mientras esto ocurre, el colectivo clama por la cuarta brigada, que permitiría establecer la jornada laboral de ocho horas, sin necesidad de extenderla a 12 como ocurre actualmente.
Rubén Brito Blanco, miembro del Buró del Partido en Las Tunas, fue preciso al hacer las conclusiones: “El sindicato tiene que aumentar su protagonismo para resolver esos problemas que afectan a la economía y a los trabajadores.”
Epílogo
Y a pesar de todo no reina el desaliento, ni los trabajadores obvian sus compromisos; empero, les cuesta más esfuerzo del necesario encauzar sus aspiraciones y alcanzar las metas productivas.
Ocurre que muchas expectativas son frustradas por el mal accionar de algunos de los encargados de conducir los procesos, que anclados en rutinas son víctimas de la desidia y hacen eternas la búsqueda de soluciones que no dependen de la situación económica y financiera del país, sino de decisiones ágiles, innovadoras, responsables.
Esos males los perciben las fuerzas productivas cubanas, que como bien reconocieron los delegados han cambiado, son más inteligentes, lo que significa otro reto para el sindicato en la intención de representarlas y hacerlo bien.
La provincia aspira a continuar creciendo en la producción cañero-azucarera, lo confirmó el Director General de la Empresa y anunció el propósito y mejoras tecnológicas; no obstante, los pronósticos para próximas contiendas piensan más en los hierros que en los hombres, aunque de cumplirse las mejoras continuadas en ristre beneficiarán el entorno laboral y las condiciones de trabajo.
PIES DE FOTO Y GUÍA
1.- Los planteamientos de Wálter Ávila están avalados por su experiencia las casi 70 mil toneladas de caña por hectárea que alcanza la UBPC La Pedrera. /Guía/Primero los hombres1
