Pastores por la Paz: El pueblo de EE. UU. no apoya el bloqueo a Cuba (+ Fotos y Video)

La clase obrera y el pueblo estadounidense no apoyan al bloqueo a Cuba, dijo Cheryl  LaBash, de la Red Solidaridad y miembro de la XXXI edición de la caravana Pastores por la Paz, ante los trabajadores de la Empresa Industria Electrónica Comandante Camilo Cienfuegos (EIE) que acudieron a darles la bienvenida en la tarde de este 23 de noviembre.

Sabemos que es así por el apoyo que recibimos, por ejemplo, durante la campaña para recolectar fondos destinados a la compara de jeringuillas para la vacunación anticovid-19 en Cuba, explicó LaBash, quien recibió, en nombre de la caravana, una bandera cubana. “Es un verdadero honor”, dijo emocionada.

La EIE, que participa de programas medulares para el país como son la informatización de la sociedad y la revolución energética, devino vitrina de la vida laboral y sindical en Cuba, así como de los impactos que tiene, en los trabajadores y en la economía nacional, la política de sanciones del Gobierno de Estados Unidos contra Cuba.

Esta industria ha perdido, en sus 48 años de existencia, 576 millones de dólares debido al bloqueo pues, entre otras razones, debe buscar materias primas en mercados tan lejanos y costosos como el asiático. Ese hecho obstaculiza, a su vez, explotar con mayor eficiencia la capacidad técnica instalada. Es así que las diferentes Unidades Básicas de Producción que integran la EIE ven limitado su flujo productivo a solo 1 turno de trabajo (8 horas, 5 días de la semana) cuando la demanda del mercado nacional y la disponibilidad de fuerza de trabajo, justificaría jornadas mucho más intensas.

De esto y mucho más, conversaron Edel García, director general de la EIE, y el joven Ryder Abreu Rodríguez, secretario del Buró Sindical. Expusieron la singularidad de una fábrica en la que laboran 623 trabajadores, con un equilibrio casi perfecto  de hombres y mujeres (310/313), donde no hay discriminación por motivos de raza, género u orientación sexual, y donde predominan los graduados de nivel medio superior y técnicos medios, sin descartar casi una centena de universitarios sobre los que descansa en gran medida la innovación y el desarrollo de nuevos productos.

El entusiasmo de los directivos cubanos sobresalió cuando hablaron del moderno sistema de paneles solares que les permite autoabastecerse y aportar al Sistema Electroenergético Nacional.

Con orgullo compartieron con los visitantes acerca de la colaboración de la industria electrónica con quienes diseñaron y fabricaron ventiladores pulmonares para  enfermos de COVID-19.  EE. UU. persistió en su negativa a venderlos incluso en el peor momento del pico pandémico vivido por la isla a mediados de este año. También conversaron del apoyo de los trabajadores a la reparación de lavadoras y televisores de los hospitales en zona roja, así como de la voluntaria incorporación de algunos al pesquisaje preventivo en los barrios aledaños a la instalación.

Precisamente el vínculo con la comunidad y la amplitud del convenio colectivo de trabajo fueron dos de los temas que más interés despertaron entre los caravanistas.

La pandemia puso a prueba las relaciones de la fábrica con su entorno físico, reafirmó la certeza de la estrategia de colaborar en el mantenimiento de los consultorios médicos y la farmacia, mientras el personal de salud de la zona devuelve el gesto y brinda atención personalizada a los empleados de la EIE, muchos de los cuales también viven en los alrededores.

Desde el inicio de la pandemia, la EIE ha tenido 72 empleados contagiados, algunos en más de una ocasión, y lamenta el fallecimiento de 2 de ellos. Actualmente el  100 % de su personal  ha sido inmunizado con vacunas cubanas.

“Gran visita a la Empresa Industria Electrónica Camilo Cienfuegos, con 623 trabajadores. Aunque producen productos básicos como televisores digitales y electrodomésticos y tienen capacidad productiva para 3 turnos, solo tienen uno, por falta de materias primas, resultado directo del bloqueo estadounidense”, escribió en Twitter  gran la amiga de Cuba,  Gloria La Riva, una de las caravanistas.

Aquí hemos podido aprender cómo el reordenamiento económico cubano ha impactado en la vida de los trabajadores, en la capacidad para incrementar las producciones y los salarios, eso es muy importante, dijo a Trabajadores.  Yo creo que esta edición de Pastores por la Paz es una gran victoria para los movimientos solidarios en Estados Unidos y también para Cuba.

Durante más de tres décadas la Caravana ha desafiado la política del Gobierno de Estados Unidos y ha traído “el aliento de que Cuba no está sola; de que en el pueblo estadounidense hay cariño sincero, fraternidad y ayuda solidaria hacia nosotros”, tal como reconoció este lunes el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ante los 72 integrantes de la 31ra edición.

El “peregrinaje” anual a la Mayor de las Antillas es cada vez más ecuménico e inclusivo. Comenzó en 1992 bajo la iniciativa del reverendo Lucius Walker, y se convirtió casi en tradición que fuera recibida por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Los 71 integrantes de la presente XXXI edición arribaron a Cuba el pasado 15 de noviembre y han previsto una intensa agenda de trabajo hasta el venidero 26. Hasta el momento han visitado el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), el Instituto Finlay de Vacunas, el Centro Inmunología Molecular, el Instituto de Neurociencias, la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), varias localidades de la provincia de Matanzas y han intercambiado con representantes de diversos sectores de la vida nacional.