Durante estos duros meses de pandemia muchos cubanos han cantado junto con Omara Portuondo esa sentida letra de Fito Páez: “¿Quien dijo que todo está perdido? / Yo vengo a ofrecer mi corazón” y es que la vocación solidaria de Cuba ha llevado a su personal de la salud a países necesitados para enfrentar la COVID-19.
Sin embargo, en el actual escenario epidemiológico de la nación, se necesitan de los héroes de batas blancas en su propia tierra. La solidaridad ahora no trasciende las fronteras internacionales, sino las locales. Es por ello que, ante un llamado del Ministerio de Salud Pública, se conformó una brigada sanitaria en la Isla de la Juventud para ayudar al pueblo artemiseño.
En 72 horas, la dirección de salud organizó un equipo compuesto por ocho doctores e igual número de enfermeros especializados en terapia intensiva que atenderán a pacientes con COVID-19 en el Hospital Comandante Pinares de la provincia occidental.
Al frente del grupo de especialistas está el doctor Yoydel Santines Acuña, miembro del contingente Henry Reeve, con experiencia en el enfrentamiento a la pandemia en Italia. “Esta es mi misión, voy a salvar la vida de mis coterráneos”, dijo emocionado quien también brindó atención médica en México.
Durante el acto de despedida en el Hospital General Docente Héroes del Baire de Nueva Gerona, autoridades políticas y sanitarias resaltaron el compromiso de los médicos y enfermeros que conforman este segundo grupo solidario. El primero, integrado por doctores recién graduados, está en Cienfuegos.
El miembro del Buró Municipal del Partido, Leonel Almanza Pineda, resumió en sus palabras el orgullo del pueblo pinero por sus galenos. Resaltó, además, el compromiso y la solidaridad de los profesionales. El dirigente los exhortó a mantener el cumplimiento estricto del protocolo sanitario para que todos regresen sanos casa.
Bienvenidos valientes pineros a tierras artemiseñas. Muchas felicidades.