No vamos a ir a conceptos ni generalizaciones abstractas. Lo primero es saber qué dijo el granmense, pero no una frase o una idea sintética. Así que aquí les dejo la transcripción tal y como sucedió, tras la pregunta del colega Yaser Porto y luego de haber explicado que padecía una contractura muscular en el pectoral izquierdo, que lo alejará 3 o 4 semanas de los terrenos en la Liga Profesional Japonesa.
“¿Tiene algo que ver la lesión con el peso corporal? ¿Hay fanáticos que estaban preocupados por ti?
«Yo tengo un criterio sobre los fanáticos. Me he retirado un poco de las redes sociales porque, como le dicho a algunos amigos míos, los fanáticos no saben nada de pelota.
«Yo estuve en Cuba el año pasado y pesaba 119 kilos y cuando me fui para Japón y ahora mismo, estoy en 112 kilos. Bajé siete kilos y pico. Pero la gente sigue hablando. El problema es que el cubano es fanático y no sabe de béisbol. Lo que ven es lo que dicen y por eso son las controversias en Facebook, en Instagram. Por eso yo me he retirado de eso. No leo comentarios ni sigo eso ni ninguna página.
«Nunca se va a quedar bien. Los más viejos del equipo, Cepeda y yo le decimos a los jóvenes que no se dejen guiar por las redes sociales porque si lo haces bien dicen que estás mal; y si lo haces mal también dicen que estás mal. Lo mejor es concentrarnos en el juego y seguir adelante. Si no puedes en esta oportunidad, hacerlo bien en la otra oportunidad y perfeccionar lo que hicimos mal”.
No vamos a filosofar sobre la diferencia entre el fanático y el aficionado; el especialista y el periodista; la libertad de expresión y la ofensa hiriente; la autosuficiencia y el conocimiento verdadero; la visión desde las gradas y la vida dentro de un dogout. De eso hay miles de tratados escritos, solo que muchos lo ignoran y simplemente se vulnera cuando la ignorancia sale de paseo o se disfraza de regionalismo, nacionalismo y vanidad.
Sin cortapisas ni estridencias, Despaigne en su frase, está refiriéndose a quien critica sin piedad sin todos los elementos; a quien juzga por puro placer de opinar, a partir de su afición desmedida; a quien irrespeta números, trayectoria, entrega y sacrificio porque algo salió mal en uno o en varios torneos; a quien lo sacude el amor por el béisbol al tiempo que lo ciega una pasión nunca vivida dentro de un terreno de pelota.
Nuestros peloteros, en sentido general, salvo excepciones, interactúan con la prensa y no pocas veces responden a nuestras entrevistas o se niegan a ella por razones que debemos respetar, aunque sean o no compartidas. Con justicia total, jamás Despaigne, incluso desde Japón, ha negado una declaración o entrevista a muchos colegas de su provincia y medios nacionales, entre los que me incluyo en varias ocasiones. De hecho, lo hizo con franqueza ahora en el aeropuerto de Miami para una página web de impacto en el mundo beisbolero.
Sacar de contexto la frase es obviar que ese mismo Despaigne, millonario por su talento y por un contrato firmado a través de la Federación Cubana de Béisbol, ha respetado como ningún otro al aficionado cubano cuando llega de cumplir su contrato en Japón y juega por Granma en terrenos que pudieran provocarle lesiones; se desliza como si tuviera 20 años; motiva a sus compañeros con su ejemplo y profesionalidad; dona bates, guantes, pelota para todas las categorías; visita hospitales donde hay niños enfermos que lo admiran; y se le ve andar, compartir y fiestar con amigos y vecinos sin poses ridículas por su dinero.
Este periodista pudo comprobar en Japón que a Despaigne lo paran en las calles para pedirle autógrafos niños y mayores; que los medios nipones lo veneran por sus cuadrangulares, impulsadas y por el respeto que siempre le ha tenido al público en cada estadio donde juega. Ha sido el imán para que hoy tengamos más peloteros cubanos a ese nivel. Y a nadie se le ocurre ensañarse de ofensas o críticas cuando no rinde o tiene que bajar a la sucursal del equipo porque el béisbol es así. Recordemos que es el único deporte en el que usted falla siete veces de 10 posibilidades y es un gran jugador.
Todo lo armado en redes sociales con la susceptibilidad de la frase en cuestión debió tomar en cuenta otra de sus respuestas en la propia entrevista a Swing Completo, cuando se le pregunta por un mensaje a la afición que lo apoyó en Miami y lo estaba viendo en Cuba. Aquí les dejo la transcripción que lamentablemente complementa y pone en contexto que Despaigne no aprueba al fanático descarnado e hiriente, pero ama al aficionado que tiene al béisbol en medio del pecho con virtudes y defectos.
“¿Qué opinión te merecen los fanáticos que apoyaron a Cuba aquí y los que lo hicieron allá?
«Dar las gracias a todos y pedirles disculpas porque ellos esperaban que siguiéramos jugando, porque para eso el béisbol es nuestro deporte nacional. A los que fueron y no nos apoyaron, sino que fueron con otro fin, pues las gracias también porque nosotros lo asumimos como motivación para seguir adelantes. Y pedirles disculpas a todos por no haber pasado a la otra fase ni haber clasificado a los Juegos Olímpicos. Estamos en deuda con ustedes y esperamos que podamos resolver los problemas que tenemos para mejorar nuestro béisbol”.
Con este Despaigne me quedo. Su disculpa mayor está aquí, en lo deportivo. La otra que algunos reclaman, mejor sería mirarnos por dentro y no levantar muros donde hay puentes de sobra en su forma de ser como persona y como jugador. El 54 de Granma y de Cuba es uno de los grandes peloteros de este siglo en nuestro país. Y no mencionaré ni jonrones decisivos ni momentos cumbres. Su cuadrangular mayor ahora ha sido no perderse en la curva intoxicada de las redes sociales. Ojalá así lo aprendiéramos todos.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.
100 % de acuerdo con el periodista. Sumemos, dejemos la ira y las energías para responder y enfrentar a los verdaderos enemigos de CUBA.
Hola Buenas noches.
Me pareces qué es dė muí mal gusto ofender a cualquier persona.y más cuando sé trata dé un pelotero con ése,qué sólo no da mucha alegría ,no es menos cierto que las cosas no salieron como esperábamos pero bueno ya habrá otra oportunidad ,si se trabaja como debe ser,volveremos a estar en el lugar que nos siempre hemos estado gracias y hasta pronto
Excelente artículo. Muy de acuerdo con las dos declaraciones de Despaigne.
Este hombre,sencillamente,no deberia jugar mas con el Equipo Cuba.El vive y juega en Japon ,alli hace vida y tiene su mundo.En Cuba,hay tantos mejores que el,al igual q Gracial y Moinelo,q no jueguen mas con Cuba ni en Series Nacionales. No tienen deseos ni ganas de darlo todo en el terreno por su pais. Juegan mejor como extranjeros en tierra extraña,que como Nacionales en la tierra q los vio nacer,Crrecer y hacerse gentes. ESA es mi opinion,gustele a quien le guste. Gracias. Viva Cuba.
Buenas tardes no se en que usted basa sus comentarios y afirma que ni Despaine, Moinelo y Gracial no juegan con el mismo amor y dedicación que cuando juegan con su provincia o su país para usted es fácil juzgar y afirmar algo que no comparto y aseguro no es así estos peloteros juegan en sus ligas más de 100 juegos y después llegan a sus provincias en muchos casos en etapa de play off y en ocasiones no tienen en cuenta cuál es la función que hacen en sus respectivas ligas y les exigen mucho más y es por eso que a veces no realizan su trabajo ejemplo miren en el preolímpico lo dejaron más de un ininng y termino con una carrera aunque en el segundo juego no consideraron el error de Dayan García igual paso con Andy Rodríguez y Yariel Rodríguez y Despaine por una lesión tuvo que abandonar su turno al bate que quizás nadie puede saber lo que hubiese significado en ese momento y sobre Gracial estaba lesionado y no creo hubiese sido útil en dicho evento no se debe hablar así de ningún pelotero el que ya no rinda porque debe pasar al retiro perfecto y el que pueda seguir aportando a nuestro béisbol para regresar a los primeros lugares de nuevo que sea bienvenido no juzguen si saber si se están entregando o no lo cual yo creo que ninguno de los peloteros querían haber perdido sino todo lo contrario querían clasificar a las olimpiadas o al menos participar en México en la otra oportunidad de llegar a los juegos olímpicos recuerden que Cuba es campeón tres veces y subcampeón en dos ocasiones y no porque no habían profesionales sino porque nuestro equipo era el mejor porque muchos países conformaban equipos buenos para esos eventos y con mucho oficio para jugar a la pelota saludos y feliz tarde
Estas en lo correcto, Dinero y fama lo demas no importa. No importa de donde vienes ni quien eras solo la ambicion. Te pagan bueno y jueguas bueno, eso del uniforme la patria y el pueblo ya no valen para ellos.
Luis Ramón no comparto tu opinión.
Los aficionados cubanos somos hipercríticos y muy exigentes con nuestros atletas e irrespetamos su historia y consagración al deporte, muchas veces lo hacemos por instinto de culpar a alguien (como casi siempre se escoge el eslabón más débil) o por repetir lo que dice algún avezado periodista, sin hacer un análisis objetivo de la situación.
Si de algo hay que criticar a Despaigne es de ser demasiado disciplinado, por querer cumplir con todos los compromisos que le pide la FCB, hoy no está rindiendo en ninguno al estar atravesando por FATIGA EXTREMA CRÓNICA, al llevar años sin poder disfrutar de sus merecidas vacaciones como lo hacen todos sus compañeros del equipo Halcones de Softbank (excepto sus compatriotas) y todos los peloteros profesionales del mundo que acumulan en la temporada de su Liga un gran cúmulo de entradas lanzadas o comparecencias al bate.
Los deportistas no son ROBOTS para RENDIR el año entero, un árbol te da sombra todo el año pero recoges frutos de el en ese período una o dos veces cuando más.