El tren extra XX Congreso de la CTC salió en tiempo de Santiago de Cuba rumbo a la capital cubana. Por el trayecto fueron incorporándose los 625 delegados e invitados de las provincias orientales y las centrales hasta Villa Clara.
A bordo venían pasajeros especiales que traen en sus mochilas ideas y propuestas para expresar en la importante reunión de los trabajadores cubanos.
Unos se conocían de eventos anteriores, pero esa condición no fue exclusiva para que otros se abrazaran, saludaran, brindaran, tomaran café en la madrugada… No faltó la discusión beisbolera, ni el chiste improvisado. A ratos se escuchaba una corneta china que contestaba un cencerro, y también, canciones trovadorescas.
Los atuendos de los delegados de Granma, Santiago, Las Tunas y Sancti Spíritus eran en rojo; Guantánamo en negro; Camagüey y Holguín en azul, y Villa Clara, en naranja.
Al llegar a la Estación Central de la capital del país se mezclaba Cuba. Fueron horas de trayecto que hermanaron la voz y el criterio sindical en el XX Congreso que comienza hoy.