Ese recurso se empleó contra Cuba desde la guerra de independencia de 1895
Usar canciones que disfrazan las posiciones anexionistas y proimperialistas con mensajes que desvirtúan la realidad del país al que están dirigidas, no es una práctica nueva en el mundo pero tal vez se conozca poco que este recurso se empleó contra Cuba a finales del siglo XIX durante la guerra de independencia que libraban nuestros patriotas por liberarse del yugo colonial español.
Habría que partir del hecho de que jamás los gobernantes estadounidenses de la época reconocieron la beligerancia del Ejército Libertador cubano. Estaban a la espera de que la “fruta”, o sea Cuba, estuviese lo suficientemente “madura” para decidirse a intervenir en el conflicto, por supuesto para arrebatarles la victoria a los cubanos y hacerse dueños de la anhelada posesión española. Confiados en la supuesta buena fe de los yanquis que todavía no se habían quitado la careta que ocultaba sus verdaderas intenciones, el Ejército Libertador les brindó un apoyo tan decisivo que de no hacerlo los norteños no habrían podido siquiera desembarcar en nuestra tierra.
Pero retornemos al tema de las canciones. El pueblo de Estados Unidos había manifestado inequívocamente sus simpatías por la lid que se libraba en la Mayor de las Antillas, y ello fue aprovechado por la propaganda pro intervencionista de las más diversas maneras, entre ellas mediante canciones que lejos de reflejar la heroica batalla que libraban los cubanos por su libertad, difundían letras que ponían en boca de Cuba el ruego de que Norteamérica viniera en su ayuda para acabar –de ese único modo- con el sufrimiento de los cubanos. Así le daban validez a lo que querían hacer.
Lo revela el interesante libro Cuba en el imaginario de los Estados Unidos, del Doctor en Ciencias especializado en historia de Cuba Louis A. Pérez, quien al momento de editarse el volumen ocupaba la cátedra J. Carlyle Sitterson de la Facultad de Historia de la Universidad Carolina del Norte, en Chapell Hill, y miembro de la American Historical Association (AHA) y de Latin Studies Association (LASA).
En la canción de John Keynton, ¡Cuba debe ser libre!, ejemplifica el experto, la letra proclamaba: “Una voz llega sobre las aguas a la orgullosa tierra de Columbia/Nos trae el grito de súplica a nuestra gran nación”.· (Aclaramos que el nombre de Columbia era entonces la personificación femenina de los Estados Unidos de América, hasta que fue desplazada en los años veinte del siglo pasado por la Estatua de la Libertad).
La letra de El Ejército navegará en breve hacia Cuba decía “Escuchamos sobre el susurro del viento del Sur/ el llanto de un pueblo que sufre indefenso/ Traído sobre las veloces olas de la corriente del Golfo/ Bríndennos socorro o si no moriremos.”
Algo similar expresaba otra canción citada por el historiador: Un llamado de Cuba: ¡Levántense! Hijos de Columbia, escuchen el grito de desespero” y concluía: “Son nuestros vecinos de Cuba; oh, escuchen su triste llanto: / Sálvennos, hijos de Columbia, o se apresuran o moriremos.”
En pocas palabras: Esta tierra estaba indefensa en manos del colonialismo español, los luchadores por la independencia no existían, la solución de Cuba no era otra que la intervención de Estados Unidos.
Entonces no se habían creado los videoclips pero no hacían falta: numerosas caricaturas aparecidas en la prensa sirvieron de apoyo a estas ideas.
Cualquier parecido con la melodía que supuestamente clama hoy por la libertad de Cuba no es coincidencia. Desconoce la realidad cubana, que batalla contra dificultades que nos han sido impuestas hace sesenta años por ese mismo imperio que ha intentado doblegarnos con un criminal bloqueo, cuyo objetivo declarado ha sido privar de recursos al pueblo para provocar carencias y desaliento, y pasa por alto los cuantiosos daños humanos y materiales que le ha provocado a nuestro país su política agresiva.
Eso no lo menciona la canción, del mismo modo que ignora, como lo hicieron sus amos en el siglo XIX , la lucha de los patriotas cubanos de hoy contra las intenciones anexionistas del Norte, su decisión de defender su soberanía para no retroceder a la humillante condición de neocolonia yanqui, y que no solo han resistido sino logrado beneficios para los suyos de los que carecen muchos en el mundo, incluidos una buena parte de la población que habita en el imperio.
Por supuesto que la solución para Cuba que proponen estos cantores es la misma que en el siglo XIX: desconocer la voluntad mayoritaria del pueblo cubano de construir su propio futuro y ceder a las exigencias imperiales.
Noticias recientes se refieren a una caravana de “exiliados” cubanos que enarbolando la cancioncilla anexionista recorre las calles de Miami ¿dónde si no? como diría el popular programa televisivo. Pero no mencionan las caravanas que se realizaron en varias ciudades de Estados Unidos en reclamo de que cese el bloqueo y se tiendan puentes de amor entre ambos países, como denominan sus integrantes al acercamiento en condiciones de igualdad y respeto. Esos sí son cubanos, que sienten por su patria, que no profanan la bandera de la estrella solitaria que siguen queriendo como suya, ni las imágenes de José Martí, en quien reconocen al Apóstol de la independencia.
¡Ah! Y una necesaria precisión. La frase ¡Patria o Muerte! no surgió de la nada sino a raíz de un criminal sabotaje que sembró de horror hace más de sesenta años el puerto de La Habana. En la despedida de las víctimas el Comandante en Jefe lanzó ese mensaje al imperio, convertido en consigna, que encarnó la voluntad de todo el pueblo de no dejarse intimidar ante las agresiones de su enemigo histórico y que defendería la Patria hasta las últimas consecuencias. Así nos enseñó Antonio Maceo y esa decisión se mantiene en pie.
Se ha aclarado ya que Patria y Vida fue una expresión utilizada por Fidel Castro hace más de veinte años, un ejemplo de falta de originalidad de quienes la usurparon, pero han usado otra expresión más, de nuestro Poeta Nacional Nicolás Guillén.Y para que no la olviden a continuación les va el poema completo, que la utiliza de principio a fin:
Se acabó
Te lo prometió Martí
Y Fidel te lo cumplió;
Ay Cuba, ya se acabó,
Se acabó por siempre aquí, se acabó,
Ay Cuba, que sí, que sí,
Se acabó el cuero de manatí
Con que el yanqui te pegó.
Se acabó.
Te lo prometió Martí y Fidel te lo cumplió.
Se acabó.
Garra de los garroteros,
Uñas de yanquis ladrones
De ingenios azucareros:
¡a devolver los millones,
que son para los obreros!
La nube en rayo bajó
Ay Cuba, que yo lo vi;
El águila se espantó,
Yo lo vi;
El pueblo canta, cantó,
Cantando está el pueblo así:
–Vino Fidel y cumplió
Lo que prometió Martí.
Se acabó.
¡Ay, que linda mi bandera,
Mi banderita cubana
Sin que la manden de afuera,
ni venga un rufián cualquiera
A pisotearla en La Habana!
Se acabó.
Yo lo vi.
Te lo prometió Martí
Y Fidel te lo cumplió.
Se acabó.
Posdata: Como está próximo el aniversario 60 de la derrota de la invasión mercenaria por Playa Girón, sugiero que se le pueda hacer una cancioncilla a los restos de la Brigada 2506.
Acerca del autor
Graduada de Periodismo. Subdirector Editorial del Periódico Trabajadores desde el …