Zerbo recordó que el 4 de este mes la isla se convirtió en el país número 185 en firmar dicho acuerdo y el 169 en ratificarlo, hecho que espera sirva de ejemplo a otros Estados.
Asimismo, resaltó ‘el poder de la ciencia para contribuir a la formulación de políticas y de la diplomacia eficaz’.
Por su parte, Sramek señaló que la decisión de Cuba contribuye al reconocimiento universal del CTBT como herramienta para construir un mundo seguro y pacífico.
Durante la cita, la representante permanente de la isla ante los Organismos de Naciones Unidas en Viena, embajadora Loipa Sánchez, ratificó el compromiso de su país con el desarme nuclear, la prohibición completa y efectiva de los ensayos de ese tipo y la eliminación total de las armas de exterminio en masa.
Además, se refirió a la importancia de América Latina y el Caribe como región libre de armas nucleares, lo cual fue expresado en el Tratado de Tlatelolco, de 1967.