empresa. Foto: José Manuel Castillo
UN ANTES y un después al 2008 delinean la historia presente de Cubiza en Matanzas, la entidad de izaje de cargas del Ministerio de la Construcción (MICONS) que un lustro atrás estuvo a punto de desaparecer como empresa.
Grúas camiones en mal estado técnico, contratos incumplidos, gastos elevados, bajos ingresos y un pésimo clima laboral, resumen la ineficiente gestión económica en años como el 2006 o el 2007, entre los de peores saldos desde el surgimiento de Cubiza, hace tres décadas y media.
Fue entonces cuando se analizó la posibilidad de trasladarla hacia Ciudad de La Habana o Villa Clara, para que en esas provincias asumieran lo que en Matanzas traía más costos que beneficios. Pero la desintegración se quedó solo en papeles, dice orgullosa la actual secretaria del sindicato, Tania Noemí Gutiérrez Guillén.
“Cuando parecía que la empresa estaba acabada, de momento nombraron una nueva dirección. Esos cambios enseguida propiciaron otra manera de afrontar las dificultades, pero para combatirlas, primero tocó diagnosticar cada problema y sus responsables.
“Luego vino el intercambio trabajador por trabajador, las asambleas por áreas, y ahí surgió la urgencia de un sindicato con la capacidad de organizar, movilizar y representar bien a los afiliados, algo que allí también se había perdido”.
Es por eso que Tania respalda totalmente la validez de un concepto que por estos días trasciende en las conferencias XX Congreso de la CTC: “Sin un sindicato fuerte, no habrá economía eficiente”. Bajo ese postulado empezó a refundarse la Cubiza de hoy.
Buscando altura
La elevación y colocación de cargas con grúas camión convierten al objeto social de esta empresa en relevante para disímiles inversiones. Por ejemplo no podría hablarse de desarrollo turístico en Varadero, de crecimiento petrolero, de la base de almacenamiento de combustible o del programa de viviendas, sin considerar los aportes de Cubiza, reconoce el director, Pedro Rodríguez Santana.
“Ello explica la necesidad de gestionar de manera eficiente nuestra misión. Ya sabemos lo que representa incumplir con los contratos, quedar mal con los clientes. Por eso nuestra máxima consiste en tener un porcentaje de disponibilidad técnica superior al 75 por ciento. Ahora mismo 12 de los 14 equipos prestan servicios y solo dos reciben reparación, de acuerdo con el plan de mantenimiento. El año pasado nos entraron dos muy demandados por el mercado: una retroexcavadora y un compactador de suelo vibratorio”.
Según el criterio del ingeniero Rodríguez Santana, Cubiza comenzó a ir tomando alturas cuando entendió lo necesario de gestionar con mucha inteligencia sus recursos humanos, “propósito alcanzable en alianza con el sindicato”, apunta la secretaria sindical Tania.
A la inconformidad de la remuneración salarial respondieron con la aplicación de sistemas de pago adaptados a la actividad específica de cada empleado. Cuenta Tania que eso incentivó el cumplimiento de la producción y el crecimiento de la productividad.
“Nada estimula mejor, advierte, que saber que en tus manos está la opción de llevar para la casa más o menos dinero. Eso le dio fuerza al sindicato para exigir el deber de aprovechar la jornada laboral, en especial en el área de los talleres, donde se decide el juego. Grúa paralizada, equivale a hombre o mujer perdiendo dinero y daño empresarial. Esa es la cuenta que empezamos a sacar”.
A la inteligencia innovadora confiaron entonces algunos de los más relevantes destinos de Cubiza. Es por eso que operarios como Miguel Hoyo Muñoz se empeñan en buscar soluciones que preserven la vida de grúas camiones. No importa si se llaman Kato o Luna, ni tampoco si son de la tercera o primera edad.
Ninguna de las grúas de esta central de equipos han podido evitar que las manos de un montón de Hoyo Muñoz las toquen para devolverlas a los operarios que las hacen producir.
Al propio Sastre, como le dicen a Miguel, deben la construcción de un conjunto de piezas nombradas cepo, donde colocaron un tipo de llave para el arreglo de los llamados gatos hidráulicos, equipos que facilitaron la reparación de algunas grúas. La carencia de un instrumento similar inspiró un trabajo que salvó a la empresa y que le valió, además, la categoría de relevante en el forúm de la entidad.
Respuestas similares tributaron al cumplimiento de los planes del 2012, un desempeño que están listos para repetir en el 2013, aseguran varios choferes de grúas, en quienes descansa buena parte de las metas productivas y de los ingresos.
Luis Martínez, entre los dos choferes más destacados del año pasado, siempre reconoce que la atención a los trabajadores es esencial para que “el colectivo se estimule y cada cual haga bien la parte que le toca”.
No dejar perder lo conseguido
Bastaría decir que a la vuelta de un tiempo fue tan grande la metamorfosis, que al MICONS o la empresa nacional a la que pertenece Cubiza Matanzas ya no les pasaría por la mente borrar del mapa a la que por dos años consecutivos ganó la condición de vanguardia nacional, y en este 2013 sueña con lo mismo.
Sin embargo, la secretaria del sindicato asegura que el mayor premio consiste en no dejar perder lo conquistado. “La gente sabe lo que costaría retroceder, y a esa etapa no hay regreso”, asegura Tania.
“Lo primero radica en garantizar el relevo de nuestra adulta y experimentada fuerza laboral, algo que nos lleva a captar jóvenes para la nueva tecnología con la que trabajaremos, un llamado que extendemos a quienes deseen formarse como operadores de grúas…”
Rodríguez Santana y Tania coinciden en lo perentorio de continuar perfeccionando la atención a cada trabajador de Cubiza, enseñanza que les legó el antiguo director, Omar Tápanes, promovido a otras funciones, un hombre a quien no pocos atribuyen los éxitos productivos cosechados por esta unidad empresarial de base.
“No hay obra perfecta. Por ejemplo, medios para el trabajo como las botas con casquillos no poseen calidad, como tampoco la empresa de servicios que nos atiende elabora bien la alimentación. Son planteamientos frecuentes en las asambleas de afiliados, aspectos que no descuidamos, pero siguen pendientes de solución”.
También puertas adentro, Cubiza se enorgullece de la elevada calificación de su gente, de la implantación de sistemas de calidad, y de la acreditación como centro saludable, categoría que habla del estado físico del personal, algo certificado por periódicos chequeos médicos. | Matanzas La altura que alcanzó Cubiza Al momento de nuestra visita solo dos de las 14 grúas camión prestaban servicios. Al ingenio de Miguel Hoyo Muñoz se debe el aporte de soluciones que mucho ayudan a la empresa. Alta demanda tienen en el mercado constructivo los equipos de Cubiza.