Isla Margarita.- Es cierto que hubo tres errores de la defensa boricua que costaron las dos carreras de Cuba. Es cierto que todavía no estamos en la siguiente ronda de la Serie del Caribe. Como también es cierto que la tarde del 4 de febrero difícilmente la olvide el lanzador Vicyohandri Odelín, autor de una victoria espectacular sobre los Indios de Mayagüez 2-1, que deja con vida a Villa Clara en el torneo.
Todo comenzó cuando el derecho le solicitó la bola al mentor Ramón Moré la noche anterior, cuando el debate sobre el posible abridor frente a Puerto Rico cargó pilas dramáticas ante la lesión de Freddy Asiel Álvarez, sobre el que se trabaja de manera intensa en su recuperación.
Odelín, tomado como refuerzo a última hora por la dirección de Villa Clara, tuvo apenas dos entradas malas. La primera, al soportar jonrón de Eddie Rosario y doble de Ramón Castro. La segunda, en el sexto episodio, cuando llenó las bases por boleto y tuvo que autorelevarse como un consagrado del box, algo que no se cansaron de ponderar los colegas que cubren el evento en la Sala de Prensa.
El antillano disertó con 132 lanzamientos, de ellos 81 strikes; retiró a 14 hombres consecutivos hasta que embasó por boleto a Rey Navarro en el sexto; pidió continuar tirando después del séptimo capítulo, a pesar del normal agotamiento que siempre llega a esa hora; y como si fuera poco ponchó a cinco y le dio a Cuba el triunfo 52 en la historia de las Series del Caribe.
Para muchos, incluso para él, fue un remake más extendido de aquella victoria memorable en el primer clásico mundial, también frente a Puerto Rico, cuando ponchó a Iván Rodríguez en el noveno inning y le dio a la selección nacional el pase a las semifinales.
Sus compañeros lo defendieron hoy hasta los dientes y aprovecharon las fallas del contrario –el error está en el juego, es cierto, pero si criticamos los nuestros, no podemos minimizar tampoco el del rival-, en tanto se vieron un poco menos presionados que en las tres salidas anteriores, a pesar de que era el juego del honor, el que permitía una alegría en medio del océano de desesperación, derrotas, críticas y lamentaciones de seguidores, especialistas y de los propios campeones nacionales del 2013.
Ningún equipo es tan bueno como cuando gana ni tan malo como cuando pierde, repetían varios rumbo al hotel. Y otra vez será imposible justificar lo mucho que nos falta para llegar a la profesionalidad de hombres que disfrutan hasta el delirio el béisbol antes de batear, lanzar o coger una pelota.
Esta sonrisa no merece hoy otros calificativos que el apellido Odelín. Sobre su brazo de hierro se prolongó una respiración en el torneo, aunque seguimos dependiendo de lo que hagan los Tigres de Licey y los propios boricuas frente a los Navegantes de Magallanes, este martes y miércoles, respectivamente.
Hermanos: Decepcionante la actuación de V.Clara en la serie del
Caribe-.Es bueno para que no sigamos creyéndonos cosas y durmiendo en
los laureles de cuando barríamos a los universitarios con un equipazo
que no tenemos ahora ni en sueños. Dan pena, errores infantiles, creo
que lo peor fue que subestimaron el evento y deben darse cuenta que
muchos equipos en la nacional no es la solución, pueden hacer una
nacional con todas las provincias bien corta para sacar al campeón
nacional y luego una selectiva o como le quieran llamar larga con solo
8 equipos, como cuando los Mineros, Serranos,etc, deben concentrar la
calidad porque cuando un pelotero tiene un alto promedio o un gran
numero de jonrones hay que ir a las estadísticas y ver de esos hits
cuantos fueron a estelares pitchers y cuantos a muchachitos de
provincia que lo que tiran son 2 o 3 lanzamientos y un máximo de 86-87
millas. Lo más importante es topar con ese baseball, con el
asiatico.Recordemos cuando empezó Holanda y ahora nos dan 3 patadas
por donde tú sabes, incluso fueron los campeones del último mundial. Nos
hemos quedado dormidos en el tiempo mientras todos los demás se han
superado. Nos duele en lo más profundo de nuestra alma porque sabemos
que los cubanos respiramos, comemos, hablamos baseball y hasta alguna
que otra noche hemos dejado a nuestras esposas esperando en la cama
por ver el final de un dichoso juego. Claro que nos tiene que doler
coño.
Espero que hagan los análisis pertinentes, que cambien a quien tengan
que cambiar, que tomen las medidas que haya que tomar, que impartan
baseball desde la primaria y sea evaluativo como las Matemáticas o el
Español, no sé, pero no podemos ir a otro evento a hacer el ridículo y
dar lastima prácticamente, eso no está en el diccionario de los
cubanos, ganar o perder esta en el juego y podemos hasta perder todos
los juegos pero jugando buen baseball y jugando alegres y motivados, no
como ese banco que parece una funeraria. Espero compartan mis
criterios y que en el futuro les escriba para opinar de la buena
imagen mostrada por Cuba en cualquier tipo de evento. Muchas gracias
por echarse la trova pero estoy dolido de verdad.Mi mas grande reconocimiento al hombre que se hecho el equipo encima y tiene hoy la admiracion de toda Cuba, Odelin el GRANDE. Un saludo a
todos. Robín.