En América Latina y el Caribe, llegará el 2021 con el empleo en terapia intensiva

América Latina cerrará el 2020 como la región más afectada por la pandemia; eso es un  hecho y a estas alturas, ya no es noticia para nadie. Según precisa la televisora multiestatal Telesur, cuatro países países de la región se encuentran entre los 10 con  más casos reportados de coronavirus: Brasil (más de 7 millones de contagios y 185 mil muertes), Argentina (1 millon 524 mil contagios), Colombia (1 millón 400 mil enfermos) y México (1 millón 280 mil enfermos). Otros como Perú, Chile y Ecuador también se encuentran alerta roja con más de 989 400 casos el primero, 578 732 el segundo y más de 204 mil el tercero.

 

 

 

Brasil se confirma como el segundo país del mundo con más fallecidos, solo superado por EE.UU. y en número de contagios es el tercero. Entre las naciones con mayor número de muertes se encuentran cinco de las ya mencionadas.

Ante tal situación, una de las afectaciones más generalizadas ha sido lo relacionado al empleo. “El Panorama Laboral 2020 registra un fuerte aumento en la tasa de desocupación que subiría hasta 2,5 puntos porcentuales en comparación con el año anterior, pasando de 8,1% a 10,6%. Esto significaría que el número de personas buscando empleo que no lo pueden conseguir aumenta en 5,4 millones y llega hasta 30,1 millones”, describe el informe anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dado a conocer el pasado jueves. Repasemos algunas de sus consideraciones más significativas.

 

Panorama Laboral 2020

 

 

Según el informe, en este escenario de crisis tan abrupta la tasa de desocupación cuenta solo una parte de la historia. “Este año se registró un inédito tránsito hacia la inactividad por parte de personas que desistieron de buscar trabajo ante la falta de oportunidades. La tasa de participación se desplomó en 5,4 puntos porcentuales hasta 57,2% de acuerdo con los datos disponibles al cierre del tercer trimestre de 2020”.

Aunque se espera que en la medida que las economías se recuperen, el regreso a los mercados de trabajo generará presiones adicionales para los indicadores de desocupación del año próximo, la IOT advierte que en 2021 la tasa de desocupación podría volver a subir hasta 11,2%, dijo la OIT, en lo que influirán factores como “un crecimiento económico moderado en torno a 3,5%, insuficiente para recuperar el terreno perdido en la crisis, y la incertidumbre en torno a la evolución de la pandemia de COVID-19, incluyendo los temores sobre rebrotes y sobre la eficacia de los procesos de vacunación”.

El Panorama Laboral 2020 se analizan también las medidas adoptadas por los gobiernos para proteger los empleos, los ingresos, y el funcionamiento de las empresas en tiempos de emergencia, reconociendo que “en algunos casos hubo la sensación de que las ayudas llegaron tarde, o bien que no eran suficientes para cubrir los ingresos perdidos”, dando especial importancia al auge del trabajo de plataformas, el crecimiento del teletrabajo, los desafíos que se enfrentan en su regulación, retomando lo que ha representado en este sentido la conocida  brecha digital,  la capacitación y el desempeño en condiciones de formalidad, asi como su influencia en la formación profesional, la protección social, las inspecciones del trabajo y el apoyo a las pequeñas y medianas empresas.

Se reconoce que algo que ha sostenido la participación y ocupación regional ha sido la incorporación de las mujeres en el mercado laboral pero este proceso claramente enfrenta un retroceso pues la reducción en tasa de participación, proporcionalmente, fue más mayor entre las mujeres (de -10,4%) que entre los hombres (de -7,4%).

 

[note note_color=»#029e4e» text_color=»#ffffff»] 23 millones de personas salieron de la fuerza laboral temporalmente y han perdido sus empleos y sus ingresos

• Durante los primeros tres trimestres de 2020 las tasas de participación y de ocupación juveniles cayeron en torno a los 5,5 pp., hasta ubicarse en 42,7% y 33,0%.
• La tasa de desocupación juvenil subió 2,7 pp. hasta 23,2%, un nivel que no había sido registrado antes.
• Uno de cada cuatro jóvenes estaba sin empleo al tercer trimestre de 2020.
• en 2020 el empleo asalariado total y el empleo por cuenta propia cayeron -6,8% y -8,9%.
• Impacto que la crisis sanitaria tuvo en otras categorías ocupacionales: como los empleadores (-9,8%) y el servicio doméstico (-19,4%).
• La contracción del empleo fue particularmente importante en sectores de servicios como hoteles (-17,6%) y comercio (-12,0%).
• Se afectó fuertemente el empleo en la construcción (-13,6%) y la industria (-8,9%).
• La menor caída de la ocupación se observó en la agricultura (-2,7%).

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Lecciones para el futuro

 

 

Durante la presentación de este informe anual, dado a conocer por primera vez en 1994, el Director Regional de la OIT, Vinícius Pinheiro, aseguró que durante los últimos 10 meses los mercados de trabajo de América Latina y el Caribe han retrocedido al menos 10 años y la crisis está lejos de terminar, por lo cual “llegamos a  2021 con el empleo en terapia intensiva”, enfrentando el desafío de “sentar las bases para una nueva y mejor normalidad”, lo que implica adoptar estrategias para generar más y mejores empleos en la medida que se reactive la producción y vaya disminuyendo la emergencia sanitaria.
“Ahora es indispensable lograr crecimiento económico con empleo. El empleo es crucial para reducir la pobreza y enfrentar la amplificación de las desigualdades que está dejando como secuela esta pandemia”, dijo Pinheiro, destacando como lecciones para el futuro: que no hay un dilema entre preservar la salud y la actividad económica pues sin salud no hay ni producción ni consumo, que la seguridad y salud en el trabajo es un tema clave para la reactivación y que el diálogo social ocupa un espacio más relevante que nunca pues “permite contar con estrategias consensuadas entre gobiernos, empleadores y trabajadores para enfrentar la crisis”.

Precisó además, que será necesario hacer frente a las condiciones preexistentes en una región más golpeada por las demás debido a problemas estructurales que existían y se conocían como “la persistente falta de espacio fiscal, las brechas de  cobertura de la protección social, la elevada desigualdad social y la alta informalidad que pusieron en evidencia la precariedad de grandes sectores de nuestras sociedades.

 

 

En lo adelante, habrá que volver sobre el señalado informe, esencialmente sobre las reflexiones finales que realiza sobre las políticas que podrían contribuir a una recuperación laboral tras la crisis, sobre la necesidad de repensar el modelo de inserción económica internacional, de un desarrollo tecnológico con sostenibilidad ambiental, de impulso al emprendimiento y la formalización y de contar con políticas de empleo que respondan a las nuevas realidades.

En ellas hace un llamado a la acción, a “adaptar y actualizar la Política Nacional de Empleo en los países que ya disponen de ella, o formular una Política en los países que aún no la tienen”, dice el documento, al hacer un llamado a la acción para enfrentar la crisis”.

El director del OIT lo resume así: “el camino hacia una nueva y mejor normalidad no será fácil, ni será corto”.

 

Fuente: Informe Panorama Laboral 2020 fue elaborado por un equipo de expertos de la OIT en diversos países de la región, coordinado por Fabio Bertranou, Director de la Oficina para el Cono Sur e integrado entre otros por Juan Jacobo Velasco, Andrés Marinakis, Roxana Maurizio, Gerhard Reinecke, Bolívar Pino y Marcela Cabezas.