No podía ser de otra manera: Johannes García terminó bailando con su compañía JJ en el cierre de la gala de entrega del Premio Nacional de Danza 2020, este domingo en la sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.
Es una muestra (otra) de la vitalidad de este artista, que recibe el galardón por la obra de toda una vida consagrada a la danza folclórica y popular.
Johannes encarnó a Changó en una de las más recordadas y aplaudidas interpretaciones del Conjunto Folclórico Nacional. Bastaría su inmensa labor como bailarín para merecer el galardón: era de una presencia escénica fascinante, de una proyección y un dominio estilístico ejemplares.
Pero es además un coreógrafo laureado, un maestro de promociones completas de artistas, un fundador de agrupaciones, un promotor cultural, un internacionalista, un hombre de trabajo y de familia.
Se trata de uno de los principales referentes de la danza folclórica en Cuba y el Caribe. Su formación es amplísima e incluye muchas de las manifestaciones de las artes escénicas, de las artes todas.
En la ceremonia evocó a sus maestros, les agradeció con humildad la entrega. Recordó a sus padres y a su familia toda, que no lo dejaron apartarse del buen camino. Saludó al público, que es la razón de ser de un artista. Y expresó su compromiso permanente con su país y su cultura.
Muchas de las principales compañías de Cuba vinieron a celebrar el premio de Johannes García. Del ballet a la danza más contemporánea, pasando, por supuesto, por la gran tradición folclórica y popular, en obras que defendieron un legado y un acervo del que Johannes se sabe parte y responsable.
Él no asume el Premio como culminación de un camino, sino como recomienzo permanente.