No importa dónde esté ni cuán difícil sea el desafío, el estomatólogo Yoandis López Sánchez siempre pone por delante su alma buena y la profesionalidad, dos valores nunca abandonados por él, porque si lo hiciera “dejaría de ser yo”, confiesa auténticamente honesto.
Cualquiera que sea su paciente, podría percibir en él esa búsqueda incesante por lo correcto, por el orden, porque todo funcione como debe ser. Esa imagen la regala dondequiera que esté. Lo viví yo en la Clínica Estomatológica César Escalante, en la ciudad de Matanzas.
Yoandis alivia cualquier dolor, incertidumbre o imposibles, con su manera especial de relacionarse. Quizás por eso se le extrañe tanto, se le recuerde tanto en este octubre, a dos años de su viaje a Jamaica, la isla bella caribeña donde integra la brigada de cooperantes cubanos del Ministerio de Salud.
“Trabajo en una parroquia, justo en el hospital provincial de Falmouth, ciudad principal y capital de la Parroquia de Trelawny en el condado de Cornwall. A veces me desplazo a una comunidad más rural, a 20 kilómetros de la cabecera provincial. El colectivo aquí es excelente, nos han acogido de una forma muy profesional, como familia, y el objetivo es seguir laborando de forma óptima, para conseguir una mejor salud bucal para los pacientes”.
Cualquiera que visite la cuenta de facebook de Yoandis, podrá comprobar su apego a las medidas de bioseguridad, su amor a la familia, a la Mayor de las Antillas y el deseo infinito de lo óptimo, “porque en la vida, se trata de querer lo que se hace”, afirma.
Con 18 años de graduado, el especialista de 1er Grado en Estomatología General Integral y Máster en Salud Bucal Comunitaria, cumple su tercera experiencia de trabajo en el exterior, antes estuvo en Venezuela (2004 al 2008) y en Namibia (2013-2014).
Sin embargo, ninguna de esas dos misiones parecieran superar en riesgos a la de ahora. La pandemia provocada por el nuevo coronavirus Sars Cov 2 coloca a los estomatólogos y técnicos en una arriesgada zona roja. “Es la boca una primera fuente de infección”, reconoce sin titubear.
Esa imprescindible comunicación cara a cara, la exposición a la saliva, la sangre y otros fluidos corporales, constituyen un peligro potencial.
“Poseo todos los medios para protegerme, desde el traje, el gorro, máscaras de todos los tipos, hasta los protectores de pie. Estamos obligados, en el lugar que nos toque, a honrar rigurosamente los protocolos de bioseguridad”.
A pesar de la indumentaria y del difícil reconocimiento,muchos lo identifican. Será porque él sigue al pie de la letra el propósito de hacer sentir bien a las personas, o porque les profesa “un cariño especial, porque les dejo ser protagonistas en la consulta, los dejo hablar y los escucho con paciencia. Ayuda conocer el idioma”.
Hace poco, cuando la doctora estuvo a punto de comenzar, aquel paciente le solicitó cambiar, llamó con un movimiento de mano a Yoandis y, cuando ella se retiró, le dijo: “Quiero que me atienda, eres mi dentista cubano”. ¿Pero usted sabe quién soy? “No es la primera vez que me atiende, por eso lo quiero a usted…”.
Al final de la consulta, el paciente aseguró que sus raíces estaban también en Cuba porque su abuelo había nacido allá. La preferencia y la confesión alegraron al estomatólogo. “Es gratificante porque aquí las personas son muy formales, y no pocos saltan esas costumbres para ser amables conmigo. En la calle me saludan, me llaman y eso me hace sentir como si estuviera en casa”.
Desde la tierra de Bob Marley, máximo exponente del género musical reggae, Yoandis afirma que a cualquier sitio que lo lleva el deber, él “siempre deja el corazón en su país, junto a la familia…”.
Me habla por WhatsApp y lo imagino cruzando Milanés, desde la calle Jovellanos, del brazo de su pequeña…. Se lo recuerdo y dice que es de las cosas que más disfruta en su cotidiana vida en la Atenas de Cuba. “Llevar a mi niña a la escuela, sentarme en el Parque de La Libertad, conversar con mis amigos, hacer una cola, son añoranzas, rutinas mínimas, pero que llenan el alma, y el corazón”.
En la despedida, aparece Bob Marley para, desde su universal reggae, decirle a la esposa de Yoandis, también estomatóloga, “Don’t worry about a thing… Is going to be all right” / “No te preocupes, todo estará bien”.
Al cumplirse exactamente 2 años y 4 días de mi llegada a Jamaica el 26 de octubre del 2018,recibí este enorme regalo .
Gracias Juana Noryis Perdomo Larezada reportera del Periódico Trabajadores en Matanzas por este excelente reportaje que me ha sacado las lágrimas de la emoción y el orgullo por ser Cubano .Agradezco igualmente a la redacción del periódico Trabajadores por reconocer el trabajo que realizamos día a día todos los integrantes de la Brigada Médica Cubana en Jamaica.Mil gracias a todos,a mi familia , a mis pacientes, mis amigos en Cuba y fuera de ella , a mis compañeros de la Clínica Estomatológica César Escalante en Matanzas y a todos los que de una forma u otra tanto me han ayudado.Los quiero mucho .Saludos y muchas bendiciones desde Jamaica
Gracias Yoandris López por sus lindas palabras..