“Nos están matando” es quizás la frase más repetida y que más dolor ha causado durante el último año en Chile, donde la oleada represiva que parecía tener una pausa o un posible desenlace -con el acuerdo del gobierno y de las organizaciones sociales y políticas del país para el plebiscito que definirá si se cambia o no la Constitución vigente desde la época de la dictadura– volvió a tomar volumen este fin de semana, tras el lanzamiento de un adolescente de 16 años por un puente empujado por un carabinero.
Si bien desde el fin de semana anterior los carabineros se habían enfrentado a una manifestación pacífica de profesionales de la salud que exigían la incorporación de los técnicos de ese sector y el mismo pago para quienes desde los inicios de la pandemia también habían trabajado sin cesar, este sábado las calles de Santiago de Chile fueron tomadas por unas 2 000 personas que se reunieron alrededor de la clínica donde se encontraba ingresado el joven, exigiendo justicia, respeto a la vida y cese de la represión.
Según reportaron medios locales y la televisora multiestatal Telesur, quienes se concentraron ante la clínica Santa María, recibieron a cambio chorros de agua, amenazas y gases lacrimógenos. El resultado: unos 40 detenidos y varios heridos, entre ellos más de una docena de efectivos policiales. El propio director del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Sergio Micco, llegó hasta el lugar para conocer como estaba el menor y reunir testimonios de familiares, de la madre y de manifestantes sobre lo sucedido en el río Mapocho, mientras que la Defensoría de la Niñez presentó una querella por homicidio frustrado cuya primera audiencia tuvo lugar este domingo.
Esto ocurre a pocos días de que se cumpla el primer aniversario del inicio de la más grande oleada de manifestaciones del pueblo chileno contra el gobierno de Sebastián Piñera. Propongo recordar que ha pasado en este sentido en el último año.
[note note_color=»#d2d0d5″ radius=»2″]Cronología del irrespeto a la vida
- El 2 de octubre de 2019 en Chile se dio a conocer el alza de los precios en el metro de Santiago de Chile.
- 14 de octubre. Grupos estudiantiles tomaron las estaciones del subterráneo de la capital en rechazo a la medida y en respuesta, el presidente Piñera ordena a los militares controlar las manifestaciones.
- 25 de octubre. Se convoca a la manifestación conocida como “las más grande de la historia de ese país”, que tuvo lugar en la plaza Italia de Santiago. El saldo: 36 fallecidos y 459 víctimas de “trauma ocular por violencia policial” durante las manifestaciones, según lo reportó el propio Instituto Nacional de Derechos Humanos.
- 10 de noviembre. 15 partidos políticos consensuaron convocar un plebiscito para abril 2020 y así decidir si se necesitaba o no una nueva Constitución.
- El 26 de marzo de 2020 se publica la Ley número 21.221 en la que se prorroga – debido a los efectos de la pandemia de la Covid 19- hasta el 25 de octubre la fecha para la consulta popular.[/note]
Resistencia Vs la ignominia
Hace pocos días, el presidente chileno dijo con total tranquilidad en Naciones Unidas, que su gobierno ha tomado todas las medidas y precauciones posibles para garantizar el respeto de los derechos humanos en el país y que en estos meses difíciles y violentos “se ejercía el deber de restaurar el orden público y de resguardar la seguridad ciudadana”, para lo cual recurrieron incluso, “a estados de excepción contemplados en la Constitución” y que fue el propio ejecutivo nacional quien propuso la salida pacífica al estallido social pues “la mayoría de los chilenos quiere perfeccionar, modernizar o cambiar la constitución”.
Como si no bastaran las absurdas justificaciones de Piñera, siguen los carabineros arremetiendo contra el pueblo y justificando lo injustificable. Algunos quisiéramos creer que –como dijera este sábado el ministro del Interior Víctor Pérez al referirse a los sucesos contra el joven lanzado del puente este viernes- “la verdad de los hechos la determinarán los tribunales”, calificó de “lamentable” lo ocurrido y aseguró que no se no se amarrarán a ninguna versión.
“Estamos trabajando para que esos hechos no ocurran” afirmó también el Secretario de Estado, quien se apresuró a explicar que este sábado se utilizaron protocolos absolutamente distintos y nuevos con el fin de mejorar procedimientos policiales en este tipo de situaciones. Peor aún más indignantes resultaron las declaraciones del jefe de la zona Santiago Oeste de Carabineros, general Enrique Monras, quien señaló que el funcionario que lanzó al adolescente por el puente, “intentó detenerlo y lamentablemente la persona pierde el equilibrio y cae”.
Organizaciones sociales y políticas ratificaron la solicitud de renuncia del director general del cuerpo de seguridad, Mario Rozas, algo demandando ya hace mucho tiempo y han continuado presentando querellas ante la Fiscalía General y la de diferentes regiones del país contra funcionarios y miembros de los carabineros.
Pero la realidad es que apenas a unas semanas de la Consulta popular tan deseada por los chilenos, no se avizora que pueda disminuir la represión, pues los males que aquejan a ese pueblo, arraigados e impuestos por tantos años de políticas neoliberales, necesitarían de una transformación mucho más profunda que solo corresponde a los chilenos decidir, aunque para ello quizás tenga que pasar aún mucho tiempo y lamentablemente, siga reinando la violencia y haya mucho mas víctimas.