“Mi esposa me llamó al trabajo: ‘Ven para acá que dicen que nos van a poner en cuarentena’. Cuando llegué había más de 100 personas en los bajos del edificio, ancianos, niños. Decían que estaban esperando para una reunión; pero la indicación era evitar la aglomeración. Cada cual para su casa y luego se explicaría.
“Después los presidentes de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) empezamos la operación Tun, Tun. Puerta a puerta. Hablando con todos y solicitando voluntarios para que ayudaran en lo que hiciera falta. La respuesta fue increíble”.
El hombre y la memoria
Así evoca aquellos momentos José Abel Palacios Díaz, licenciado en Cultura Física y Deporte, profesor de la Facultad de Ciencias Médicas Ernesto Che Guevara, secretario del comité primario del Partido en ese centro y presidente del CDR 3, en el edificio 12 plantas, de la ciudad de Pinar del Río.
Estuvo en el puesto de mando creado dentro del área y se emociona al narrar algunas anécdotas. Este hombre de 46 años fue presidente de un CDR por primera vez a los 21 años, poco después delegado de circunscripción, en el Consejo Popular Niceto Pérez, ciclo que repitió en el Hermanos Cruz; además formó parte del grupo de internacionalistas que partió a Venezuela con la misión Yo sí puedo. Fue primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en los municipios de San Cristóbal y Pinar del Río, y participó en los VIII y IX Congresos de dicha organización. Aun así, considera esta experiencia en medio de la pandemia como una de las más intensas de su vida.
“Por la dinámica diaria, porque no eran solo las personas que vivían en el edificio. Cada cuadra tiene sus peculiaridades, había que llevar a las casas lo que necesitaran, desde una dipirona, hasta las almohadillas sanitarias para las mujeres; atender a los enfermos, distribuir todos los productos que se vendieron y enfrentar las indisciplinas, aunque no fueron muchas”.
A su juicio, las mayores dificultades estuvieron en los primeros días, dada la incertidumbre. Como un momento importante señala el matutino de cada mañana, donde analizaban lo sucedido la jornada del día anterior y establecían las prioridades para la que comenzaba, siempre reconociendo la labor del equipo.
En un inicio creyeron que con 20 mensajeros sería suficiente, pero hubo que incrementar la cifra hasta 37, con un promedio de edad de 25 años. Y hubo historias maravillosas.
Sus palabras son de gratitud para la población por toda la colaboración brindada para enfrentar la situación epidemiológica; para el personal de la salud, de la Cruz Roja; al chofer del carro cisterna que garantizaba el agua a las viviendas; y también a los bodegueros, carniceros, trabajadores del restaurante y a las autoridades del municipio y la provincia, que todo el tiempo les hicieron sentirse acompañados. “Igualmente para los vecinos residentes, quienes asumieron labores de pesquisas, y los estudiantes de Medicina, Estomatología y Logofoniatría”. La cuarentena llegó, pero no al CDR.
Abel y más
A Abelito, como todos lo llaman, correspondió un escenario harto complicado; pero al decir de Ovidio Miranda Rodríguez, coordinador provincial de la organización cederista, el rol desempeñado en cada comunidad ha sido vital, con las pesquisas activas, atención a los ancianos e identificación de personas vulnerables.
Para Miranda, esa es una de las razones para ser acreedores de la condición de vanguardias nacionales, junto al cumplimiento por 90 meses consecutivos del aporte de las donaciones de sangre previstas, el incremento de los patios productivos en más de 3 mil para fortalecer la agricultura familiar, la participación de los jóvenes en las distintas actividades, el quehacer de los destacamentos Mirando al Mar para evitar el recalo de drogas y tráfico de personas, así como el funcionamiento desde la base.
Los CDR han demostrado en más de una ocasión su idoneidad para llegar a la puerta de cada hogar cubano. Nada de obsoleto, pues al decir de José Abel: “Mantienen su vigencia, con la idea inicial de su creación, movilizar al pueblo, defender la Revolución, que no es otra cosa que estar al servicio de ella”.
Acerca del autor
Licenciada en Periodismo (1995 Universidad de Oriente). Trabajó como periodista en Tele Cristal (Holguín) hasta marzo del 2003, directora y guionista de televisión.
Periodista del semanario Guerrillero (Pinar del Río) desde mayo del 2003 hasta la actualidad, corresponsal del semanario Trabajadores en esa provincia desde septiembre del 2020.
Creadora audiovisual y cinematográfica independiente.