El retorno de la COVID-19 a la provincia de Holguín ha puesto nuevamente en la primera línea de combate al Hospital Militar Fermín Valdés Domínguez, centro asistencial que desde el mes de marzo ha desarrollado una encomiable labor frente a la pandemia y que hoy maneja un actualizado protocolo para la atención de los casos confirmados.
El doctor Pedro Noris, del servicio de Terapia Intensiva del Hospital, afirmó que tras conocerse la nueva situación epidemiológica del territorio, rápidamente se activó el sistema sanitario interno con un nuevo protocolo, en el que existen aspectos claves para el tratamiento de la enfermedad.
El galeno manifiestó que entre las aristas a resaltar está el uso de medicamentos de producción nacional como el Heberferon, indicado para pacientes confirmados, incluso para aquellos que cursan la enfermedad de manera asintomática. Asimismo explicó, que se mantiene la utilización de los fármacos Kalestra y Cloroquina, mientras que para las embarazadas está previsto el uso de Interferón.
Sobre el uso de los medicamentos cubanos, Noris destacó la reciente experiencia que se tuvo con el inyectable CIGB 258, aplicado al primer caso holguinero confirmado en Holguín durante las últimas dos semanas. “El paciente tenía varias comorbilidades: hipertensión, diabetes mellitus, asma y una neumonía grave, pero recibió ese medicamento y logró recuperarse”, dijo.
A la par de un cuidadoso manejo médico, en el Hospital Militar de Holguín impera un espíritu de responsabilidad con la vida, que trasciende a la ciencia y que se traduce en cariño y dedicación. Así lo afirmaron los dos últimos pacientes egresados del centro tras rebasar la COVID-19, Rubén Darío Sánchez y Lesyanis Díaz. Ambos, después de ser dados de alta clínica en días recientes, expresaron su agradecimiento por la esmerada atención recibida.