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Triunfa la Revolución cubana y uno tras otro se suceden los cambios; se dan los primeros pasos para dejar atrás aquella otra imagen de Cuba. Todo se transforma y en medio del fervor de las conquistas y como producto de esa inicial sabia revolucionaria, a solo 12 días, nace el primer periódico cargado de tinta rebelde.
El escenario escogido fue Camagüey, cuna de rotativos que no esperaron la llegada de la imprenta para ver la luz, de periodistas profesionales graduados en “la universidad de la calle” sin la teoría academicista… y de otras tantas “locuras” que provoca el amor por hacer periodismo.
La Revolución requería de una voz que divulgara sus ideas en blanco y negro, en otro tono, para acercar la información al pueblo y suplir esa necesidad innata de cada sociedad de conocer su realidad.
Miembros del movimiento revolucionario se reúnen con la directiva de El Camagüeyano, uno de los más importantes diarios del interior de la isla, pero que aún ocultaba su verdadera identidad tras una junta camaleónica. Las propagandas revolucionarias iniciales aparecen en estas páginas, pero por poco tiempo, pues esas no eran ideas con las cuales coincidían. Es así que se decide inmediatamente fundar el periódico Adelante, el primero con la Revolución.
Un paso, dos pasos…
Hasta el mes de marzo de 1959 anduvieron en el espectro social ambos periódicos: uno escribiendo de la sociedad con sus “visiones” y otro, en las tardes, reflejando la evolución del país, reproduciendo los discursos y la propaganda revolucionaria, la cual graficaba con dibujos, ante la ausencia de fotógrafos.
Muchos de los periodistas se habían marchado del país, por lo que el primer ¡Adelante!, así con signos de exclamación en recordación al himno del 26 de julio, se apoyó en jóvenes que habían estudiado hasta el tercer año en la escuela de periodismo profesional Walfrido Rodríguez Blanca, la cual fue clausurada.
Para dirigir a esta masa juvenil cargada de emociones, pero ausente de pericia, se escogió a la joven negra Luisa Mariana Arteaga: otra forma de enunciar que el cambio ya estaba comenzando.
55 pasos y siguen contando
Este 12 de enero de 2014, los seguidores de las enseñanzas de aquellos primeros valientes celebraron 55 años al lado de la Revolución: escribiendo del Camagüey, de Cuba y el mundo, mostrando la realidad con sus luces y sombras y marcando cada página con la tinta de la pasión.
El formato de presentación ha cambiado; cuentan con una página web y blogs personales como otras vías para llegar a ese mundo que no accede a las páginas impresas; pero aún se mueven con los motores de las vibras juveniles como aborda Carmen Luisa Hernández Loredo, la joven jefa de información, quien agrega que “el periódico tiene esa fuerza y vitalidad de continuidad porque en el mismo coexisten todas las generaciones que lo han construido: tenemos periodistas y colaboradores de todas las etapas, cuando en el país, lo común, es que existan periódicos totalmente rejuvenecidos o ancianos.
“Contamos con la serenidad de los más mayores, las preguntas internas de las generaciones intermedias sobre el periodismo que hacen y los jóvenes que llegan con tal ímpetu y deseos de comerse el mundo con una cucharada y con la decisión de hacer un periodismo lo más parecido a lo que nos piden hoy las máximas autoridades”.
Han pasado décadas de apasionamientos, de éxitos, de premios, de desvelos…, por lo que periodistas y trabajadores en general donde se agrupan las recepcionistas, los custodios, los choferes, el administrador, las secretarias, las redactoras, los diseñadores, del hoy semanario Adelante, tienen bien justificado celebrar a lo grande.
Durante la espera de la fecha, en todo el año 2013, conversaron con sus lectores en varios puntos de la ciudad, visitaron sitios históricos como Baracoa, participaron en la Feria del Libro mostrando colecciones antiguas, y fueron de excursión a la reserva ecológica Limones Tuabaquey para reclamar además, la libertad de los antiterroristas cubanos presos injustamente en cárceles de Estados Unidos.
Más recientemente recordaron su historia junto a fundadores y a los que hoy mantienen vivas esas páginas: plantaron inscripciones alegóricas a su evolución en inmuebles que acogieron sus redacciones, inauguraron exposiciones de fotografías reporteriles e históricas, recorrieron el municipio de Esmeralda, escudriñaron en las reformas del central azucarero Brasil y fueron reconocidos por todas las organizaciones de masas de la provincia.
Claro, aún quedan retos porque: “El cubano hoy tiene una cultura superior a la del 59 y se demanda un nuevo tipo de periodismo. Debemos hacerlo más contemporáneo, ágil, verás, comprometido porque el periodismo debe parecerse más a su época que a su historia”, como acotó Eduardo Labrada, periodista de Adelante con más de 50 años de experiencia.
