María Ledesma Fernández tiene 73 años, padece de diabetes, hipertensión y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc), su movilidad y visión están muy limitadas. Ella es uno de los 25 mil 618 jubilados que en la provincia de Pinar del Río reciben la pensión a través de tarjeta magnética.
Para Eridania Soto Ledesma, su hija, los ir y venir para efectuar el cobro cada mes son: “Tremendo tropel”. Tuvo que obtener un poder notarial para hacerlo, porque residen en Guane, donde no hay cajeros automáticos, por lo tanto, para realizar la extracción del dinero debe asistir a una sucursal del Banco Popular de Ahorro (BPA) entidad que paga a 23 mil 970 de los pensionados adscritos a esta modalidad. Lamenta las horas de espera.
Desde La Palma, Carmen Novo Delgado define los trámites para el cobro de la pensión de su mamá, Consuelo Delgado Rodríguez, como “candela”. En su caso, suele hacerlo en Viñales o Pinar del Río, municipios donde sí hay cajeros. A esas localidades viaja con frecuencia por diversos motivos, pero no escapa de las colas.
Modernidad vs. realidad
Con más de medio millón de habitantes y el 21,6 % de su población mayor de 60 años, al cierre del pasado 25 de julio el territorio pinareño contabilizaba 79 mil 914 jubilados. Yanet Valdés Rodríguez, directora de la filial provincial del Instituto Nacional de Seguridad Social (Inass), informa que desde octubre del 2019 los que arribaban al proceso de renovación de la chequera recibían, en lugar de esta, una tarjeta magnética.
Reconoce que muchos no deseaban el cambio, pero que oportunamente se explicó la situación con el papel e incrementaron el número de pensionados con este medio de pago, especialmente con el acompañamiento del BPA, pues en la actualidad solo mil 648 están asociados a entidades del Banco de Crédito y Comercio (Bandec). Desde agosto los demás jubilados ya pasaron a la nómina electrónica, convenida con las unidades de correo o bancarias, donde el beneficiario solo necesita presentar su carné de identidad.
Cada entidad pagadora posee su propio listado, conformado a partir de la asiduidad de los jubilados al mismo sitio para cobrar. No obstante, como algunos eligen en dependencia de la accesibilidad u otros intereses, se han reportado personas que comparecen a determinado centro y no están inscritos en ese. Al respecto, Valdés Rodríguez apunta que el procedimiento establecido es que desde ahí realicen una llamada telefónica al Inass, que maneja toda la base de datos, para orientar al pensionado dónde dirigirse.
La práctica, mucho más rica que la realidad, demuestra que no siempre es así, al menos según lo refieren Consuelo Lemus Quintana y Vadari Collado Echeverría, directora del BPA y oficial de cumplimiento de Bandec, respectivamente, en el municipio de La Palma, y dicen que los interesados transitan por cada centro para comprobar su registro y de no encontrarse en ninguno entonces solicitan un pago provisional al Inass.
Ambos señalan, además, que son frecuentes los errores en los listados de no coincidencia de los nombres con los carnés de identidad; criterio que también suscribe Jany Lazo Valdés, especialista en Comunicación Institucional de la Empresa de Correos de Pinar del Río, quien añade que por eso insistieron en que los beneficiarios conservaran la matriz de la chequera; por la numeración de esta pueden realizar la verificación y solucionar el problema con inmediatez.
Valdés Rodríguez asevera que mediante los pagos provisionales, incluso los que no aparecían en los registros, recibieron la mensualidad habitual.
Los más populares
Por su diseminación geográfica y alcance de los servicios, las entidades de Correos y BPA llegan al mayor número de jubilados, los primeros poseen 13 oficinas, siete sucursales, 27 ventanillos y dos puntos de venta. Además de llegar hasta cada comunidad con los carteros, según Lazo Valdés, quien confirma que no hay zonas de silencio en la provincia.
Por contrato establecido con el Inass pagan a 35 mil 802 pensionados. En agosto 22 mil 722 recibieron en sus hogares el servicio. Explica que imprimen la nómina con los residentes en zonas alejadas de los establecimientos y los carteros llevan el dinero; en sitios muy intrincados o con viviendas dispersas toman medidas como acompañar al pagador para que no transite solo con elevadas sumas de efectivo.
Niurka Coste Rodríguez, directora provincial del BPA, dice que cuentan con 24 cajas de ahorro, 13 sucursales y cinco áreas anexas, estas últimas antiguas unidades de Cadeca, y aunque no en todas disponen de post, las computadoras desde las que prestan servicios están en línea y pueden realizar la búsqueda en los registros en tiempo real.
De excepcional a cotidiano
La COVID-19 obligó a buscar alternativas a problemas diarios desde otra perspectiva, especialmente en áreas en cuarentena. Actualmente la zona norte del municipio de La Palma se encuentra en aislamiento tras la confirmación de 34 casos en los Consejos Populares Manuel Sanguily y Las Cadenas. Janays Morejón Remedios, directora de Finanzas y Precios en el territorio, afirma que los mil 23 pensionados que viven allí recibieron su dinero.
Entre ellos hay 86 que lo hacen mediante tarjetas magnéticas, el procedimiento ha sido que envíen sus documentos junto a un autorizo a través de un representante que lo entrega en frontera a otra persona designada por el Consejo de Defensa Municipal (CDM), quien concurre a las entidades pagadoras y realiza los cobros, se adjuntan los comprobantes y copias de las nóminas que cada beneficiario firma una vez que le dan su mensualidad.
Bárbara Vivian Acosta Quintana, directora de la Oficina Municipal de Correos en La Palma, explica que para los registrados en sus nóminas llevan el efectivo hasta las dos unidades enclavadas dentro del área y de ahí los trabajadores proceden a efectuar el pago, y señala que la zona en cuarentena comprende 164 kilómetros cuadrados y 11 asentamientos poblacionales.
Reordenaron la fuerza en sus establecimientos en dependencia del lugar de residencia y cumplen con este encargo y otros como la entrega de giros postales. Vía telefónica conversamos con Andrés Martínez Bello, José Díaz Costa, María Costa Pedroso, Luz Álvarez López y Arcadio Azcuy Báez, jubilados que habitan en esas zonas, los cuales aseguran haber cobrado pese a las condiciones de aislamiento.
Experiencias
De forma cotidiana muchos jubilados necesitan recorrer varios kilómetros para cobrar su pensión o hacer largas colas para acceder a estos ingresos. Con marcada tendencia al envejecimiento poblacional, en Cuba urge buscar soluciones a problemas generados desde la concepción del propio mecanismo.
En Pinar solo cuentan con cajeros automáticos la ciudad capital, Viñales y Sandino. Su escasa disponibilidad no solo perjudica a los adultos mayores, que también se quejan de no saber usarlos, sino a trabajadores que reciben su salario por tarjeta magnética.
Si fue posible crear mecanismos en condiciones tan adversas como una pandemia, qué impide extenderlos en el tiempo? Son experiencias que deben quedarse en vigor, y sumar otras para que crezcan los servicios que puedan recibir a domicilio nuestros ancianos, máxime cuando no todos cuentan con el acompañamiento de familiares cercanos, ni cuidadores disponibles. No es limitar el proceso de informatización a nivel social, se trata de flexibilizarlo para que no constituya un obstáculo a salvar.