Un sueño que no tiene final

Un sueño que no tiene final

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Al centro,  la doctora Irinia Valdivia, junto a dos jóvenes investigadores. Fotos: Agustín Borrego.
Al centro, la doctora Irinia Valdivia, junto a dos jóvenes investigadores. Fotos: Agustín Borrego.

Para la Doctora en Ciencias Irinia Valdivia Álvarez llegar al Centro de Inmuno Ensayo (CIE)  es como arribar a la casa querida y encontrar rostros familiares, seres entrañables e imprescindibles en su vida.  “Amo este lugar”, afirmó sin titubeos.

Comenzó en la institución en el año 1988, recién graduada de licenciatura en Microbiología, y desde entonces a la fecha ha visto crecer el sueño que dejara inaugurado el 7 de septiembre de  1987 el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Convertida actualmente  en subdirectora de la agrupación de Inmunoquímica, una de las cinco vicedirecciones  del CIE, la especialista siente orgullo por pertenecer a un centro que hoy es  paradigma de la ciencia cubana.

“En particular nuestra área se dedica al desarrollo y la producción de  diagnosticadores, que son los estuches  de reactivos destinados al análisis de  diferentes enfermedades, patologías  e infecciones a través de la tecnología  SUMA (sistema ultra micro analítico),   que es ciento por ciento cubana y constituye el signo distintivo de la institución.

Todo ello involucra el quehacer de los especialistas que conforman las dos agrupaciones productivas de la entidad, tanto la de Desarrollo y Producción de Equipos, como la relacionada a los diagnosticadores, comentó  la investigadora.

Destacó que cuentan con una cartera de 33 productos de ese tipo, para  el estudio de 19 patologías. “El año pasado se produjeron poco más de 45 millones de pruebas para diagnóstico. Por  lo general, cada estuche de reactivos,  como promedio,  se usa para 288 pruebas, aunque existen diversos formatos”,  explicó.

“Los productos del CIE soportan los principales programas de salud que se llevan a cabo en nuestro país, entre ellos el materno infantil, el de certificación de sangre, el de vigilancia epidemiológica y el programa de control  de cáncer y enfermedades crónicas no  transmisibles”, aseguró.

La doctora Irinia señaló que a través  del Programa de Atención Materno Infantil se realizan importantes  pesquisajes,  tales como la detección  de defectos del tubo neural en la etapa  prenatal y el diagnóstico de cinco enfermedades heredo-metabólicas en el  recién nacido.

En ese sentido especificó que son: el hipotiroidismo congénito, la fenilcetonuria, la hiperplasia adrenal congénita,  la galactosemia y la deficiencia de biotinidasa;  gracias a su dictamen temprano se evitan las graves secuelas que  provocan y  aumenta la calidad de vida  de quienes las padecen, ya que pueden  tener un tratamiento efectivo.

Entre otras creaciones resaltó además los diagnosticadores  para detectar  y cuantificar el ácido nucleico del virus  de la Hepatitis C, “lo cual resulta de  gran utilidad para medir la efectividad  en los pacientes que sufren esta infección”,  aseguró.

Afirmó que muchos de estos productos constituyen fuente de exportación del CIE y han contribuido al desarrollo y perfeccionamiento de programas de salud en diferentes países, a la vez que generan ingresos a la economía nacional.

Con la pasión de un creador

A la  izquierda, Tulio Horta, secretario del buró sindical del CIE y delegado al XX Congreso de la CTC.
A la izquierda, Tulio Horta, secretario del buró sindical del CIE y delegado al XX Congreso de la CTC.

Tulio Horta Agramonte, secretario del buró sindical del CIE, tiene la dicha de haber sido uno de los fundadores de esa institución del polo científico habanero, que ya rosee más de 25  años de existencia.

El técnico, investigador y productor, rememora que fue el Doctor en  Ciencias Médicas José Luis Fernández Yero quien ideó la tecnología capaz de hacer el diagnóstico prenatal  de malformaciones congénitas, sin  riesgo para la madre.

“En un encuentro con Fidel, el doctor Yero le mostró a este fotos de niños  nacidos con diferentes tipos de imperfecciones y el Comandante muy impresionado le dijo: ‘Si podemos evitar uno  solo de estos casos, valdrá la pena cualquier esfuerzo que hagamos’”.

A partir de entonces, el SUMA fue consolidándose con los años y su empleo ha tributado con creces a los sostenidos logros que muestra la salud en el país.

“Aquel sueño se hizo cada vez más grande y en estos momentos somos una de las empresas más eficientes de la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE), Biocubafarma, con resultados económicos de primera línea”, apuntó Tulio, quien representará  a su colectivo en las sesiones finales del  XX Congreso de la CTC.

Enfatizó que la institución ha creado una tecnología propia. “Eso nos permitió competir con las grandes transnacionales  y  exportar nuestros  productos a Latinoamérica y otras regiones del mundo.

“Somos investigadores, desarrolladores, productores y comercializadores,  además de dar servicio posventa. Constituimos una empresa que trabaja a ciclo cerrado”, agregó.

Al hablar sobre el próximo congreso de la CTC expresó que será una  oportunidad para mostrar la experiencia de su entidad, ejemplo de empresa  socialista.

La familia de todos

Tanto Tulio Horta como Irinia Valdivia coinciden en afirmar que en el CIE  existe una gran familia. Se sienten  honrados de pertenecer a un colectivo  en el cual prevalece el sentido de lealtad  a la Revolución.

Durante dos décadas Tulio ha sido elegido por sus compañeros para dirigir el buró sindical.  Estar al frente de más de 300 hombres y mujeres inteligentes ha sido para él un reto y un compromiso. “Cierto que me roba tiempo el traba- jo sindical, pero no dejo de la mano mi labor fundamental en el grupo.

“Hoy tenemos una mejor planificación y organización del proceso productivo, lo que repercute en nuestros resultados”, acotó.

Renuente a abandonar la investigación, la doctora Irinia Valdivia se  mantiene vinculada a un proyecto de  desarrollo iniciado cuando integraba  el grupo de enfermedades infecciosas.  “Se trata de un diagnosticador para  detectar la proteína NS1 del virus del  dengue, el cual nos permitirá hacer una  prescripción más temprana de la infección.

En el CIE las actividades de desarrollo y producción convergen en los  mismos especialistas, lo cual en opinión de la doctora reporta innumerables ventajas,  a pesar de exigir mayor  esfuerzo y capacidad multifacética de  los profesionales.

“Es bueno desarrollar un producto y a la vez ser el encargado de su producción, porque ya desde el propio proceso  creativo estás pensando en las ventajas  o facilidades productivas que debes impregnarle para hacer más eficaz su escalado a la producción.

“Por otra parte, esta dualidad de funciones, en un momento determinado da la oportunidad de volver sobre  tus pasos y mejorar lo que antes hiciste,  buscando un producto de características superiores, más competitivo”.

Afirma Irinia que en el decursar diario, “pocas veces me detengo a pensar cuánto aportamos realmente, cuánta  salud brindamos con nuestro trabajo”.

Por eso, cada cierto tiempo aboga por conversar con los trabajadores  y recordar la importancia del trabajo  que ahí todos hacen, “desde el cocinero,  que garantiza que nos sintamos felices  cuando vamos a almorzar al comedor,  la compañera que nos mantiene limpio  el entorno, hasta el Doctor en Ciencias  más destacado que exista  aquí”.

A ella siempre  le ha cautivado este colectivo, en primer término, por el sentido de pertenencia que ha tenido y que  aún hoy prevalece.

“Los que entramos siendo muy jóvenes, ya estamos un poquito mayores;  llegan generaciones nuevas a las cuales  nosotros tenemos la misión de impregnarles este sentimiento de pertenencia  a la institución y hacia lo que hacemos,  que es una obra preciosa, es de alguna  manera reciprocar a esta sociedad y a  la Revolución”, manifestó.

El Secretariado del Sindicato Nacional de las Ciencias transmitió  una felicitación al pueblo y a la comunidad científica por el Día  de la Ciencia cubana, el próximo  15 de enero.  

A todos “…los que brindan lo mejor de sí en sus respectivas esferas en la búsqueda de soluciones a los problemas, en el incremento de la eficiencia de los  procesos, en el uso racional de los  recursos naturales y económicos,  en la diversificación de bienes y servicios para sustituir importaciones, incrementar las exportaciones, así como satisfacer necesidades y demandas locales”.  

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