Estrella Sánchez Berrío, ese es mi nombre. Soy de la provincia de Matanzas, cardenense de pura cepa, aunque ahora viva en Santa Marta, un pueblo cercano a Varadero, el principal balneario de Cuba y mi lugar de trabajo.
Meliá las Antillas, ese es mi hotel desde su fundación, hace 14 años… Y aquí pienso seguir, hasta que la muerte nos separe, jajajajaj… Soy dependiente en un restaurante, y eso me gusta, pero se trabaja mucho, no hay descanso, aunque no es la imagen que se tiene del turismo, la gente cree que esto es propina, vida resuelta y ya…
Pero yo les digo, aquí se deja el pellejo… y si además de ser empleada te toca dirigir el sindicato, ahí sí la vida se complica.
Llevo una década como secretaria general del Buró Sindical y desde entonces me cambió la existencia. ¿Qué se necesita para ser dirigente sindical?
Siempre que me preguntan respondo lo mismo, no se puede ser dirigente sindical sin poseer sólidos conocimientos de la actividad que realizas y del lugar donde diriges. Debes estar tan o más preparada que los afiliados, solo así ganas admiración y les puede representar con aciertos.
Y lo otro, lo otro es que te guste, si no te sientes atraída, ponle el cuño que ocuparás un cargo, pero solo eso. Colocarme en el lugar de los otros, ser imparcial, ese mi estilo.
Cuando miro atrás, lo que he enfrentado, los problemas que me busqué, siento orgullo de haber pasado por esos momentos, porque lo duro te fortalece, te forma, te dota de experiencia. ¿Incomprensiones? Un mundo…Una no anda por ahí pregonando los golpes recibidos, pero si preguntan como ahora, hablo…
Lo peor sucedió con el primer director, nunca entendió que un dirigente sindical lo enfrentara. Mi llegada como organizadora del Buró Sindical coincidió como mi ubicación en el área de la piscina, donde podía perfectamente llevar el trabajo sindical y laboral, sin afectar el servicio a los clientes…
Todo iba bien hasta que comencé a decir lo que andaba mal, a exigir, a ubicar las cosas en su lugar… La primera represalia fue sacarme de mi puesto y mandarme por un año a otra área, ¡por un año!, cuando lo establecido era rotar solo por 30 días.
Después de esperar pacientemente 12 meses, le advierto que ya era hora de un cambio y me dijo, ´si no te conviene pide la baja y vete´… Terminé solicitando la intervención del sindicato municipal, estuve un mes en la piscina, volví a rotar y nunca pude regresar aquel puesto que me gustaba y facilitaba mi labor.
Recuerdo momentos como aquella vez que reclamé a la administración haber dado a alguien de fuera del centro la plaza que debió ser para un afiliado que sí la merecía, entonces el director le dijo al trabajador beneficiado: “lo siento, tengo que quitarte de aquí por culpa de la secretaria del Sindicato…”, en vez de reconocer su error.
He vivido momentos duros, recuerdo cuando me avisaron que mi sobrino perdió la vida…, fueron los trabajadores quienes enseguida apoyaron, la administración de entonces negó la solidaridad que yo merecía, porque era su trabajadora… Pasé mucho sin flaquear… Aquel director ya no está, en cambio, yo sigo aquí.
Ahora no es así, que conste, lo que no quita que a veces existan diferencias normales entre el Sindicato y la administración, pero nada se compara con aquellos tiempos.
Tengo la suerte de estar rodeada de personas que apoyan, de haber fraguado un equipo muy unido, yo no lo asumo todo, sería imposible, pero trato de controlar, de chequear, eso me lleva, por ejemplo, a tener que venir tres veces por semana en las mañanas al hotel, y luego incorporarme a mi turno, que es de 3 de la tarde a 11 de la noche, de lunes a sábado.
El peor enemigo del sindicato es la mala calidad o demorada respuesta a los planteamientos. Si eso falla, falla todo. Lo otro es no dejar solo a los afiliados, eso nunca.
Sin embargo, el premio mejor al ejecutivo que encabezo es saber que los afiliados creen en su sindicato. No nos ven como el mero cobrador de dinero, no, eso no, hemos logrado que la gente sienta al sindicato como lo que es, por lo que representa en la preservación de derechos y deberes…
Se necesita valor para enfrentar a la administración, hacerle entender que está equivocada, o decírselo al afiliado, violaste la disciplina y te corresponda esta medida, pero indicarle su derecho a reclamar…
Siempre lo digo: el peor enemigo del sindicato es la mala calidad o demorada respuesta a los planteamientos. Si eso falla, falla todo. Lo otro es no dejar solo nunca a los afiliados.
Fíjense hasta dónde trasciende lo que una realiza, que he estado de vacaciones o de franco y ha llegado a mi casa un trabajador con un problema, lo he atendido y le he dicho mañana estoy contigo en el hotel y cuando el trabajador llega, ya estoy allí…
Pero sorpresa de verdad me llevo cuando de otros hoteles me han dicho, ah, tú eres Estrella, me hablaron de ti…, o tocan a mi puerta, sin yo conocerlos, en busca de ayuda.
Mi mayor satisfacción la sentí cuando fui electa la mejor cuadro de la zona de CUBANACAN, una emulación de hace cinco o seis años digna de ser restablecida.
Los dirigentes sindicales también merecemos esos tipos de reconocimientos. Participé en el III Congreso del Sindicato Nacional de la Hotelería del Turismo (SNHT) y en la Primera Conferencia Nacional del SNTH, estimulaciones he sentido bastante, he recibido delegaciones extranjeras aquí en el hotel, pero la mayor de todas la acabo de merecer, ser delegada al XX Congreso de la CTC.
Seguiré defendiendo los derechos de los trabajadores sin medo a nada, pero hay que ir por la línea, prácticamente ser inmaculado, puro, limpio, sin manchas en la frente.
¿Cómo soy en el trabajo? Lo mal hecho y yo no nos llevamos bien… Digo la verdad cuando tengo que decirla, siempre he sido así, lo hago sin temor a las consecuencias, aunque con el tiempo he mejorado, he aprendido a ser más controlada, a no dejarme provocar por las situaciones.
Sé de colegas apegados a las administraciones por miedo a que le quiten el puesto de trabajo o las preferencias, porque también es cierto porque lo viví, si dices la verdad, a veces comienza la cacería de bruja… A mí, si quieren cazarme que me cacen, yo seguiré defendiendo los derechos de los trabajadores, pero hay que ir por la línea, sin manchas en la frente como digo yo.
En otros aspectos, por ejemplo, no me gusta sacar ventajas en beneficio propio, por eso he sido criticada… Renuncié a emular con el resto de mis compañeros. Fui Vanguardia Nacional por elección de ellos, pero considero que otros hacen sacrificios mayores y que merecen serlo tanto o más que yo, por eso pedí no de emular, porque me sentía en ventaja, el hecho de dirigirlos me permite estar aquí y allá, ganar protagonismo.
Y dije entonces yo no, yo no compito. Estoy fuera, porque siempre apuntaban a mí como a la mejor… Y no es justo…
¿Qué si me he buscado líos por ser negra? No, no creo que mi color incida en mi vida, al menos no que yo sepa, porque si fuera negra y no sindicalera, quizás mi historia estuviera libre de percances… Es verdad que aún sigue habiendo notable mayoría blanca en el sector turístico, pero es, a mi juicio, por mi experiencia, solo una cuenta matemática.
Pero yo, siento, en lo más recóndito de mi alma, que le debo a esta Revolución fidelidad por situar a los de mi color en un lugar de decoro, muy distinto a antes del 1959.
¿Mi mayor orgullo? Mi hija, lo otro es ser mujer, cubana y militante del Partido. Hace poco la niña me sorprendió. Hacía falta un cuadro para dirigir en el municipio y me lo propusieron, yo dije que sí, siempre y cuando conservaran mi plaza en el Turismo, ella escuchó aquello y dijo: “Mami, si me lo permitieran, yo iría gustosa en tu lugar…”.
Bueno, ella, que es graduada universitaria, ya ella egresó de la escuela sindical con cinco puntos, e integra el Sindicato Municipal del Turismo…
Un momento, ahora no puedo seguir hablando, un trabajador necesita hablarme antes de que se le vaya la guagua de la 5 y 30 pm…
El hombre le cuenta y Estrella le escucha. “Así es todos los días, la gente cree en ella, por eso no la dejan en paz…”, asegura Enrique, mientras dobla, una a una, las servilletas de El Romántico, el restaurante donde es dependiente como Estrella.
“Y eso es verdad, si tienes un problema, la primera que te viene a la mente es Estrella”, asegura Guillermo en el Italiano, mientras no quita el ojo de la pizza. “Aquí si hay Sindicato y ella, ella es la Estrella de Varadero”.
Periodista, no te vaya, me falta algo. La Revolución cubana merece un sindicato mejor. Un sindicato que la honre. Eso tratamos de hacer por aquí. Eso seguiremos haciendo.
En la entrevista a Estrella Sánchez Berrío se expresan TRES VERDADES a considerar en el XX Congreso de la CTC
El PEOR ENEMIGO del sindicato es LA MALA CALIDAD O DEMORADA RESPUESTA a los planteamientos. si eso falla, falla todo. lo otro es NO DEJAR SOLO A LOS AFILIADOS, eso nunca.
La revolución cubana merece un sindicato mejor. UN SINDICATO QUE LA HONRE
El XX Congreso de la CTC debe exigir a los cuadros que cumplan con la defensa de los intereses específicos e inmediatos de la clase trabajadora de la base.
De esta manera se hará realidad lo expresado en el l artículo del Ché DISCUSIÓN COLECTIVA, DECISIÓN Y RESPONSABILDAD ÚNICAS, publicado en el libro Ernesto Che Guevara obras 1957- 1967 de la editorial Casa de la Ameritas de 1970, se hace la siguiente pregunta:
“Y ¿Cuál es el papel de los sindicatos?
Los sindicatos tienen estos problemas, dos funciones distintas, aunque se complementan en esta época revolucionaria.
Una de ellas es captar la idea general de la organización y de las metas del gobierno, discutirla a nivel de la empresa o fabrica de que se trate y llevarla al seno de la masa trabajadora para que se haga carne en ella el espíritu de lo que se pretende hacer y se empuje hacia delante con el mayor ímpetu. La otra aparentemente
opuesta y complementaria, en realidad, está en LA DEFENSA DE LOS INTERESES ESPECÍFICOS E INMEDIATOS DE LA CLASE TRABAJADORA A NIVEL DE EMPRESA O FABRICA. El establecimiento del sistema socialista no liquida las contradicciones sino que modifica la forma de solucionarlas. También ahora, habrá contradicciones y en estas el sindicato jugara un papel importante; irá a fundamentar los puntos de vistas de un sector dado de trabajadores CUANDO SUS NECESIDADES – de posible satisfacción sin daño del interés general de toda la clase obrera, que es la construcción del socialismo y la industrialización en plazo breve del país- no se hayan contemplado en determinadas normas de trabajo, cuando se pretenda objetar ciertas mejoras obtenidas a través de la lucha sindical durante muchos años, cuando se desconoce las necesidades apremiantes de la masa obrera del centro de trabajo que se trate y cuando se refiera a la discusión general del convenio de trabajo.
Saludos cordiales,
oviedo
Saludos, soy Marisol y trabajo en Varadero, esta entrevista esta bonita de verdad y retrata la vida de una mujer que es ejemplo como dirigente sindical, ojalá que muchos otros dirigentes se le parecieran a ella. Gracias y Feliz 2014.
Estrella Sánchez Berrio es la rencarnación de Jesus Menendez que no tuvo miedo decirle a los yanquis el diferncial en la mocha o no hay zafra, y todos los dirigentes sindicales desde la sección sindical hasta la CTC deben ser como Estrella , pues la Revolución y los trabajadores necesitan un sindicato mejor para que se cumpla lo expresado
En el libro ACERCA DEL PARTIDO Y LA DICTADURA DEL PROLETARIADO, publicado por la Editorial Ciencia Sociales en 1975, Lenin plantea.
“El problema de las relaciones entre el partido y las demás organizaciones de la clase obrera cobra una importancia mayor después de haber conquistado esta el poder. El partido las orienta en sentido general y asegura la aplicación de su línea política, y, a través de ellas, se mantiene la vinculación con las masas no partidista”