Un grupo de trabajo nombrado por la Casa Blanca ha propuesto una serie de límites a las operaciones de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional denunciadas por Edward Snowden.
El jueves, el panel recomendó que la NSA detenga la recopilación masiva de millones de registros de llamadas telefónicas de Estados Unidos, debido al “riesgo que implica para la confianza pública, la privacidad personal y las libertades civiles”.
El panel sostiene que, en cambio, las empresas proveedoras de servicios de telecomunicaciones o terceros deberían almacenar los registros. También realizó un llamamiento para prohibir que la NSA “viole los mensajes codificados” y critica el uso de fallas en programas informáticos para realizar ataques cibernéticos.
Además, apoya la creación de un panel de revisión independiente para supervisar si los programas del gobierno violan las libertades civiles.
El informe del panel se publicó apenas dos días después de que un juez federal dictaminó que la recopilación masiva de datos telefónicos por parte del gobierno es “prácticamente orwelliana”.
En una audiencia sobre vigilancia generalizada realizada en la Unión Europea, el periodista Glenn Greenwald afirmó que “el fin último de la NSA, y de su socio más fiel y hasta podría decirse servil: el GCHQ [Cuartel General de Comunicaciones] británico, en lo que respecta a la razón por la cual se está desarrollando un sistema de sospecha de la vigilancia y el objetivo de este sistema, es nada menos que eliminar la privacidad individual en el mundo entero”.
Tomado de Democracy Now