Cargando...Firmeza es el título de la muestra que exhibe Marta María Pérez en el Museo Nacional de Bellas Artes. Y si asumimos firmeza como constancia, coherencia y contundencia ética y estética, esta exposición ofrece ejemplos meridianos de una obra inmensa, de hondas implicaciones.
“Precisamente yo quise hacer una ‘miniantología’ —dice la artista. No necesariamente con un orden cronológico, pero sí intenté una lectura para ver el desarrollo de la propia obra, la manera en que ha ido evolucionando en el tiempo. Hay piezas aquí de mi tesis de graduación en el Instituto Superior de Arte en el año 84 del pasado siglo… hasta las obras más recientes”.
Según la curadora Laura Arañó, en la exposición están las coordenadas principales de esa creación: “Marta María es una artista visual que ha utilizado la fotografía como medio de expresión y con ella ha logrado quebrar muchísimos esquemas del quehacer fotográfico contemporáneo, no solo por los temas que ha abordado, sino también por la manera en que lo ha hecho, los propios formatos, los materiales que ha utilizado en su trabajo. Sin dudas ella es una artista de referencia”.
Algunas de estas imágenes pudieran impactar por su fuerza, por su capacidad de inquietar. Pero no es la persona, el objeto o el gesto. Es la forma en que se articulan en un discurso ciertamente lírico. En definitiva, se trata de poesía, afincada en la más raigal espiritualidad.
“Más que una investigación es un acercamiento al mundo religioso afrocubano —afirma la fotógrafa—; aquí es evidente la manera en que ha derivado en mi obra, como síntesis, algo que va más a la esencia de la espiritualidad, más que a la pura expresión religiosa”.
Es la primera muestra de Marta María Pérez en el Museo Nacional de Bellas Artes y aquí su condición de mujer y su historia personal constituyen pilar, más que ornamento.
“Es que la mujer soy yo. Y no necesariamente hago énfasis en esa condición desde el punto de vista del género. Es más bien una visión autobiográfica”, concluye la artista.
