“No porque las condiciones del país sean difíciles nos vamos a rendir o a quedar inmóviles; aquí no hay espacio para lamentos y desesperanzas, y como nunca antes, aplicamos alternativas, entre ellas los polígonos productivos en revolución para dar más alimentos al pueblo”.
“No porque las condiciones del país sean difíciles nos vamos a rendir o a quedar inmóviles; aquí no hay espacio para lamentos y desesperanzas, y como nunca antes, aplicamos alternativas, entre ellas los polígonos productivos en revolución para dar más alimentos al pueblo”.
Así expresaba Yamilé Sierra Hidalgo, representante del sector agropecuario, tabacalero y forestal de la provincia santiaguera, durante el encuentro que dio una mirada introspectiva a lo hecho por la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en 2019, y lo que está por materializar en 2020.
Extendidos por los nueve municipios de la provincia, estos polígonos agroindustriales en revolución potencian el encadenamiento productivo, el uso de tecnologías de cultivo, la diversificación de surtidos, el desarrollo de iniciativas creadoras y el ahorro de combustible.
Destacan dos escenarios que ya sirven de referencia nacional en el autoabastecimiento territorial y la soberanía alimentaria: la finca Chalons, en la carretera de El Cobre, y la industria Barquillo, de la avenida Patria, ambas en la ciudad cabecera.
En el balance anual de la organización proletaria se expusieron otros empeños que dinamizan el quehacer laboral en Santiago de Cuba, algunos de ellos en Contramaestre, municipio que aspira a ser el polo exportador por excelencia de la provincia.
Al intervenir al respecto, Yunisleidis Díaz Zaldívar, máxima representante sindical allí, habló del proyecto de fomento de café orgánico, el incremento de las producciones de langosta de agua dulce y miel ecológica.
Se mencionaron, igualmente, otras acciones favorables como el renacer de la Conformadora 30 de Noviembre. No obstante, quedó claro que en la provincia existen reservar para materializar un mejor cumplimiento de los planes, gestión de inversiones, control de los recursos, ahorro, desate de trabas internas y aprovechamiento del potencial científico-investigativo.
En el centro de todo ello tiene que estar el Sindicato, para representar mejor a sus afiliados y movilizarlos más eficientemente, tal y como coincidían en afirmar Irma Jay, de la alimentaria y la pesca; Rafael La O, no estatal del comercio y la gastronomía, así como Reinier Limonta, de educación, ciencia y deporte.
El balance anual de la CTC en Santiago de Cuba, encabezado por Ulises Guilarte De Nacimiento, miembro del Buró Político y máximo dirigente de la organización en el país, también hizo referencia a aspectos en los cuales el interés sindical no puede decaer.
Díganse la afiliación, tanto en el sector estatal como no estatal, la atención a los procesos de reordenamiento laboral, la política de cuadros, el trabajo con los jóvenes, el fortalecimiento de los valores, la atención a los trabajadores, el seguimiento a las medidas que dan mayor autonomía a las empresas y perfeccionan el trabajo por cuenta propia, entre otras.
“Para ello hay que reforzar el ejercicio de representación que le corresponde al Sindicato -insistía Guilarte de Nacimiento- y la movilización de los trabajadores con el propósito de identificar las reservas que existen en el orden de índices de consumo, de productividad, de organización, de innovación y la racionalización. En medio del desafiante escenario económico del país nos corresponde proponer soluciones”.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.