China cuenta hoy con ordenanzas encaminadas a estabilizar el mercado laboral y evitar una eventual crisis por desempleo masivo en el 2020, pues se avecinan mayores desafíos internos y externos que elevarán la presión sobre la economía.
El Consejo de Estado (Gabinete) determinó que las empresas notifiquen a su personal con 30 días de antelación sobre los despidos por razones financieras y los compensen según lo estipulado en las leyes del país.
También les orientó negociar los salarios, horario de trabajo, descanso remunerado y de superación.
Mientras, el Gobierno lanzará un programa de capacitación, mejorará el sistema sobre información laboral y dará respaldo financiero a pequeñas y medianas compañías del sector privado, en especial de áreas rurales.
De conjunto las administraciones locales derribarán las barreras para atraer nuevamente a jóvenes y profesionales bien calificados a las grandes ciudades, pues hubo un retroceso en la demanda de esos segmentos en el contexto del decrecimiento económico global y la guerra comercial desatada por Estados Unidos contra China.
Asimismo, se tomarán mayores medidas para dar solución al pago de salarios atrasados a trabajadores rurales y así prevenir conflictos.
China procedió con todas esas disposiciones consciente de que están muy ligadas la estabilidad laboral y social, máxime cuando avanza hacia un año determinante para sus metas de revitalización nacional y de establecer una sociedad modestamente próspera.
Después de 12 meses duros en el aspecto económico, el gigante asiático se encamina a un 2020 que —a juicio de los entendidos— será el más desafiante para el empleo por la persistencia de las complejidades, riesgos y desafíos que enfrenta.
Analistas alertan sobre las posibilidades de recortar las nóminas en muchas fábricas y negocios domésticos debido a la caída en las exportaciones y un alza en las importaciones, lo cual elevará la competencia a lo interno.
Otros factores que influirán serán la reducción de exceso de capacidad y el cambio hacia la producción inteligente, pues conllevará a prescindir de mano de obra en la cadena manufacturera de muchas industrias.
Una reunión de alto nivel celebrada este diciembre para delinear la agenda económica del año próximo, determinó que permanece inalterable el nivel de expansión del Producto Interno Bruto del seis al 6,5 % en el 2019.
Pero se enfatizó en tener a mano variantes de contingencia pues proliferan los augurios de crecimiento por debajo de los seis puntos hasta 2021. (Con información de Prensa Latina)