Caracas. —Sumido en el descrédito por los turbios manejos de fondos expropiados a Venezuela en el exterior, el sector radical de la oposición vuelve a apelar este domingo a la violencia para lograr sus objetivos políticos por vías antidemocráticas, reportó PL .
El ministro de Comunicación en Información, Jorge Rodríguez, denunció la víspera que un comando terrorista integrado por miembros del partido de derecha Voluntad Popular y funcionarios policiales planificaron tomar este domingo dos instalaciones militares en el estado de Sucre.
Las acciones violentas, precisó el titular, tenían la intención de distraer la atención de la opinión pública del escándalo de corrupción que involucra al presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento) en desacato, Juan Guaidó, reconocido por Estados Unidos y sus aliados como mandatario interino de la nación sudamericana.
“El objetivo era producir alzamientos militares que generaran baños de sangre, acabar con la Navidad, tapar los actos de corrupción en la Asamblea Nacional, tratar de llegar a enero para reelegir a Guaidó” al frente del Legislativo, indicó Rodríguez en rueda de prensa desde el Palacio de Miraflores (sede del Ejecutivo).
Detalló que el plan desestabilizador contó con la conducción de los diputados opositores suplentes Yanet Fermín y Fernando Orozco, de conjunto con los personeros de la extrema derecha Lester Toledo y Josnar Baduel -radicados en Colombia-, así como dos funcionarios de la policía del estado Sucre, Sixto Salamanca y José Miguel Yéguez.
Asimismo, señaló como principales cabecillas de la acción al propio Guaidó y al dirigente de Voluntad Popular Leopoldo López, quienes lideraron el 30 de abril último el asedio a la base aérea Francisco de Miranda, como parte de un intento de golpe de Estado contra el gobierno de Nicolás Maduro.
En los vídeos testimoniales compartidos por el ministro de Comunicación e Información, se evidenció que el complot preveía tomar los cuarteles militares durante la noche y robar el parque de armas, para generar escaramuzas en el país.
Destacó además que la acción terrorista fue coordinada desde la ciudad colombiana de Cúcuta, desde donde se pretendía ingresar 300 fusiles junto con las células terroristas de la autodenominada Unión de Resistencia Popular y efectivos militares venezolanos desertores.
El trabajo de los cuerpos de inteligencia dio al traste con los planes violentos de la extrema derecha venezolana, aseveró Rodríguez, al tiempo que informó sobre la detención de los funcionarios de policía del estado de Sucre implicados en los hechos, mientras prosigue la búsqueda de los demás integrantes de la célula terrorista.
Al intervenir en la XVII Cumbre Ordinaria de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), efectuada este sábado en La Habana, Cuba, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció que el plan conspirativo estuvo dirigido desde Estados Unidos.
Maduro subrayó que el año 2019 se caracterizó por las pretensiones de grupos de la derecha, nacionales y foráneos, de atentar contra la estabilidad y paz del país sudamericano.
“Con la presencia de sectores extremistas en la Casa Blanca, en el Departamento de Estado, en el Pentágono, en los últimos años aplicaron políticas de shock para revertir los procesos de cambios de América Latina y el Caribe; Venezuela está en el centro del huracán”, puntualizó el jefe de Estado.
El nuevo complot de la derecha opositora aconteció en medio de un escenario político marcado por el escándalo de corrupción en el entorno de Juan Guaidó dentro del parlamento en desacato.
En tal sentido, el Ministerio Público de Venezuela dio curso esta semana a una investigación por las denuncias emanadas de diversos sectores del órgano legislativo, por supuestos manejos turbios de fondos millonarios provenientes de activos expropiados a Venezuela en el exterior, y destinados en teoría a fines humanitarios.
Tales recursos provendrían de los activos ilegalmente expropiados a empresas como Monómeros Colombo-Venezolanos, filial en Colombia de la estatal Petroquímica de Venezuela (Pequiven), y Citgo Petroleum, propiedad de Petróleos de Venezuela en Estados Unidos, con la complicidad de las autoridades de ambas naciones.
Desde su autoproclamación como presidente encargado el 23 de enero de 2019, el Gobierno de Venezuela denunció en reiteradas ocasiones la participación de Juan Guaidó en el desfalco de los activos del Estado, así como los llamados a generar un cambio de régimen por vías antidemocráticas, y sus nexos con paramilitares colombianos.