El zarpazo del bloqueo lesiona la integridad de los programas de desarrollo de la agricultura; uno de los principales, el de la producción arrocera, tiene un significativo retraso, pues no fue posible ejecutar las inversiones que garantizarían su sostenimiento en las etapas establecidas.
Se previó iniciar el proyecto en el 2012 y desarrollar la primera etapa hasta el 2016. La meta era sembrar 253 mil hectáreas del cereal en las 12 empresas agroindustriales de granos, que con rendimientos de 4,19 toneladas por hectárea (t/ha) alcanzarían 538 mil t de arroz consumo.
Lázaro Díaz Rodríguez, director de la División de Arroz, del Grupo Agrícola, explicó que desde el comienzo se planteó como principio la materialización de las inversiones previstas: maquinaria e implementos agrícolas, industria, transporte, y otros para incrementar las cosechas.
«Por las zancadillas del bloqueo, no fue hasta el 2014 que iniciaron las inversiones con la adquisición de tractores, cosechadoras, y las industrias para el secado y la molinería, que actualmente se están instalando, hasta concluir en el 2020, según el programa», informó.
«A los impedimentos que ocasiona dicho hostigamiento se suma la imposibilidad de adquirir las aeronaves agrícolas imprescindibles para las atenciones culturales al cultivo: siembra, aplicación de fertilizantes y productos químicos», añadió el directivo.
Contra el objetivo de sembrar la cantidad planificada de arroz están las limitaciones de la disponibilidad de agua, que a causa de prolongadas sequías, merma en los embalses y el manto freático. “Y para cultivar arroz, el agua es insustituible.
“Nunca hemos sembrado más de 161 mil ha; y si en una primera etapa la meta eran 238 mil, ahora quedó en 200 mil; pero llevamos tres años plantando unas 139 mil ha por las causas mencionadas.
«En el calendario, la actividad ha sufrido considerables afectaciones al no disponer de fertilizantes y productos químicos para las plantaciones (solo completaron 111 mil ha), lo que se agravó por las limitaciones del combustible a partir de junio último», precisó.
Por la carencia y no llegada a tiempo del último, no se logra el ritmo estimado y hay afectaciones en la actual cosecha; además el retraso de los cortes provoca daños a los granos maduros, y consiguientemente a su calidad y rendimientos.
El extra de los arroceros
Los arroceros previeron entregar al encargo estatal este año 247 mil toneladas de arroz consumo, pero demasiados obstáculos impiden su cumplimiento. Sin embargo, trabajarán para llegar a 200 mil, respondiendo al llamado de la dirección del país para reducir las importaciones del alimento.
En estos tiempos, aún con limitaciones de recursos, los arroceros preparan las siembras de la campaña de frío, previstas para iniciar a mediados de noviembre, con las plantaciones de las primeras 7 mil 448 ha, y continuar alistando tierras para llegar a las 59 mil ha previstas hasta febrero, que cierra esta etapa agrícola.
Aristas de los daños
El recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra nuestro país obstaculiza la compra y transporte de insumos vitales para el citado programa. “Ahora, para adquirir fertilizantes no solo hace falta dinero; han arreciado las restricciones a los buques que anclan en radas cubanas”, comentó Díaz Rodríguez.
“Se hace prácticamente imposible contratar navieras para que traigan los recursos, y el arroz es un cultivo muy técnico que requiere la aplicación de los productos en el momento que la planta los demanda; si no se cumple hay una caída de los rendimientos y disminuye la producción.
“Como consecuencia, la sostenibilidad del programa ha presentado problemas en los últimos tiempos, pues tampoco se ha dispuesto del financiamiento necesario y a tiempo para comprar los repuestos e insumos básicos, ya que los proveedores no otorgan créditos comerciales ni financieros y plantean que para venderlos hay que pagarles en efectivo”.