Por Alina M. Lotti y Francisco Rodríguez Cruz
Los participantes en el Encuentro Antimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo — que concluirá sus sesiones esta tarde— condenaron el bloqueo económico, comercial y financiero que los Estados Unidos ha impuesto a Cuba durante casi 60 años, como una flagrante violación de los derechos humanos.
En la sesión matutina se dieron a conocer las relatorías de las seis comisiones de trabajo que tuvieron lugar en el segundo día del evento, espacios que aprovecharon los delegados para manifestarse por la unidad y la solidaridad entre los pueblos en la lucha contra el imperio y las oligarquías nacionales.
Los que intervinieron en la comisión 1, dedicada al tema de la Solidaridad con Cuba y demás causas justas, ratificaron la necesidad de la existencia de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) y agradecieron a la colaboración médica cubana en el mundo.
Los pueblos ante el libre comercio y las transnacionales fue el tema central de la comisión 2, donde se desenmascararon estas políticas que frenan e impiden el avance de las naciones. De igual manera, se destacó la importancia de la unidad y la construcción de un plan de acción común para enfrentar la dominación imperial.
La actual división internacional del trabajo mantiene en la periferia de la economía mundial a las naciones de América Latina y el Caribe, Asia y África, reforzando la posición de dependencia de los pueblos frente a las políticas neoliberales.
La comisión 3 sobre Descolonización y guerra cultural. Comunicación estratégica y lucha social reconoció el aporte de Cuba a las principales causas justas del mundo, denunció las diversas estrategias y plataformas de dominación colonialista y cultural.
En ese contexto se abogó por la necesidad de la superación política de los comunicadores para afrontar la guerra cultural, también en internet y en las redes sociales, sin descuidar el trabajo directo con las personas.
Resulta esencial ganar la batalla ideológica en la conciencia de la gente, en el ejercicio intelectual y en las emociones.
Acerca de Juventudes: estrategias y continuidad en las luchas se debatió en la comisión 4, donde se destacó el agradecimiento a Cuba por la realización de este evento, el cual contribuye —según se reconoció— a fomentar acciones contra las políticas imperialistas, fascistas y neoliberales que hoy azotan a los pueblos.
Se discutieron temáticas relacionadas con la autodeterminación y soberanía de los pueblos, así como el empleo de internet y de las redes en la defensa de las causas justas.
Hubo consenso sobre la necesidad de la unidad de los jóvenes en la lucha contra el imperio, y de apoyo a la lucha de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua. De igual manera, se manifestó con fuerza la solidaridad a favor de las causas de los pueblos saharaui, palestino y sirio.
Democracia, soberanía y antimperialismo constituyó el tema esencial en la comisión 5. En tal contexto, los delegados denunciaron la política hostil e injerencista del gobierno de los Estados Unidos y de las derechas oligárquicas.
De igual manera, se defendió la proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz la cual se aprobó en la segunda Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en el 2014, un importante instrumento de combate frente a la doctrina Monroe y otras estrategias de dominación.
En ese espacio también se hizo un llamado a los pueblos, movimientos sociales y partidos políticos de izquierda en apoyo a la causa palestina, la protección y cuidado del medio ambiente y en defensa de los pueblos indígenas.
Además se exhortó a la lucha contra el imperialismo y se exigió la devolución del territorio ocupado en Guantánamo por los Estados Unidos, donde ha establecido por años una base militar naval.
En la comisión 6 acerca de la Integración, identidades y luchas comunes se señalaron los avances de los procesos integracionistas de los pueblos de en América Latina y otros países del mundo.
Enfrentar la dominación capitalista como adversario común ante las fuerzas anticolonialistas y defender la concertación y el diálogo frente a actores hegemónicos, como los Estados Unidos, fueron otras de las ideas señaladas.
Se requiere modificar el discurso político basado en nuevos códigos que incluyan un adecuado enfoque clasista y de género, comprometido con el cambio revolucionario.
Una importante demanda del mundo es el respeto a la diversidad, a las identidades nacionales, el poder político soberano y a nuevas formas de cooperación mutuamente ventajosas y enriquecedoras.
Los participantes en este espacio reconocieron a Cuba como ejemplo de unidad, solidaridad, humanismo, justicia y democracia, sustentada en el poder del pueblo.