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Casi cuatro millones de pesos ha invertido en lo que va de año la provincia de Guantánamo en mejoramiento del suelo, fuente vital de alimentos, reciclaje del agua y almacenamiento de carbono y único cuerpo natural que contiene todos los elementos químicos de la Tabla Periódica del científico ruso Dimitri Mendeleiev.
Antonio de Jesús Leyva Granado, especialista en génesis y conservación, y manejo sostenible de tierras, de la delegación del Ministerio de la Agricultura (Minag), declaró hoy a la ACN que el presupuesto asignado para esa tarea durante 2019 asciende a casi seis millones de pesos.
Especificó que los valles de Guantánamo y San Antonio del Sur, y la cuenca del Toa son hasta ahora los más beneficiados en esa labor, una de las priorizadas por la Tarea Vida, plan de estado de enfrentamiento al cambio climático, aprobado por el Consejo de Ministros en el 2017.
Subrayó que en el área correspondiente a los dos primeros accidentes geográficos se priorizó la mejoría del drenaje y la aplicación de materia orgánica.
En cuanto al área irrigada por el más caudaloso río del archipiélago y sus 70 afluentes, el énfasis recayó en medidas sencillas de conservación y corrección de cárcavas.
Estas últimas son efecto de la erosión, fenómeno definido por los edafólogos como el proceso de separación, transporte y depósito de los materiales del suelo por agentes como la lluvia, el viento y por el hombre, cuando este incumple sus obligaciones ambientales.
A ese fenómeno –cuyos efectos en Cuba describió Federico Engels en El Papel del trabajo en la transformación del mono en hombre-, se deben las citadas cárcavas, zanjas más o menos profundas originadas por socavamientos repetidos sobre el terreno, debido al flujo incontrolado del agua que escurre ladera abajo, conocida por los expertos como escorrentía.
El entrevistado destacó el papel protagónico en la lucha contra la sequia y desertificación, de la guantanamera Unidad Científico-Técnica de Base del Instituto de Suelos, adscrita al Minag, la cual junto a esa labor rehabilitadora de tierras tiene como objeto social, la producción artesanal de biofertilizantes.
Recalcó que esa entidad es la única que en al Alto Oriente elabora ese bioproducto, amigable con el medio ambiente e integrante de los denominados microorganismos, junto a los bioestimulantes y bioplaguicidas.
Otrora conocida como Estación de Suelos Salinos, fue la coordinadora del paquete de proyectos tecnológicos que valieron a Cuba en 1999, acreedor del Premio Salvando las Tierras Secas.
Ese lauro lo otorga el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la ínsula caribeña es la única que lo ha merecido en el continente latinoamericano.
(Tomado de ACN)
