Apenas comienza agosto y ya las madres de toda Cuba andan con la idea fija de pasar por la escuela de “los muchachos” para saber si ya entraron las libretas del inicio del curso escolar… “No quiero dejarlo para el final y que se me acorte el tiempo para prepararlo todo antes que arranque el curso en septiembre”, diría alguna. “Es que como ya tenemos el uniforme listo, el niño no me deja tranquila y ya tiene el papel para forrarlas”, asegura otra. Son temas recurrentes, y no solo en nuestras casas.
A pesar de las tensiones productivas y financieras que provocan desasosiegos y malestares, siempre los niños y jóvenes estudiantes llevan en sus mochilas, quizás no tantos modelos como en otros lares, pero sí las libretas necesarias.
Este año en talleres y unidades gráficas de la geografía nacional esa fabricación fue asunto de primer orden desde que comenzó a observarse tardanza en el arribo de los insumos desde la República Popular China, de donde llega a Cuba el papel, las planchas, la tinta y la cartulina necesarios para este importante programa.
En el 2018 y en años anteriores, esa producción se iniciaba desde enero, pero en esta ocasión hubo que esperar hasta la segunda quincena de mayo, pues faltó el financiamiento oportuno.
Tal contrariedad provocó, por ejemplo, que en los días feriados, cuando la casi totalidad de nuestros trabajadores disfrutó de feliz asueto, los gráficos estuvieran inmersos en la fabricación de libretas. Además, no fueron pocas las jornadas extendidas en sus horarios habituales. Era su compromiso… y supieron satisfacerlo.
Hasta julio casi 16 millones de libretas
Según previsiones, las dos entidades principales encargadas de la fabricación de libretas en el país —Empresa de Periódicos y Ediciones Caribe— tenían, de hecho, un compromiso de producción que frisaba los 15 millones 400 mil unidades para saludar el Día del Trabajador Gráfico, efectuado el 2 de agosto. Con niveles pequeños de producción se involucraron en la tarea otros talleres, como por ejemplo Osvaldo Sánchez y Caribe. Pero al concluir julio ya superaban ese compromiso.
Laura Pupo Almaguer, directora de Producción y Ventas de la Empresa de Periódicos, perteneciente al Grupo Empresarial de la Industria Ligera (Gempil), refirió que “para una primera etapa —hasta el 31 de julio— debíamos fabricar 8,8 millones de libretas y ya contamos con más de nueve. Hasta el fin de año, en una segunda etapa, planificamos otros 9,6 millones; o sea, en total, en el año tenemos el compromiso de fabricar 18,4 millones.
“Esta producción la realizamos en cinco de nuestras UEB: Gráfica Habana, Las Tunas, Sancti Spíritus, Cienfuegos y la de Holguín, que fue la que tuvo un mayor reto con 4 millones 920 mil libretas y 120 mil ejemplares de libros de texto. En las restantes los volúmenes fueron algo por encima de las 200 mil unidades”, dijo.
“Desde ahora y hasta finales de diciembre, Holguín volverá a tener el mayor compromiso con 5,2 millones. En general los niveles anuales son similares a los del 2018”, destacó la directiva.
Por su parte Joel Rodríguez, con igual cargo, pero en Ediciones Caribe, puntualizó que incluso a finales de julio, de un plan de 6,6 millones lograron unos 6,8 millones; es decir, 200 mil por encima de su compromiso. “Eso fue alcanzado en las UEB Haydée Santamaría, de Palma Soriano; Juan Marinello, de Guantánamo; y en Santiago de Cuba, que se mantendrán produciendo para cumplir en diciembre el compromiso de 13,7 millones”, explicó.
Hasta diciembre más de 32 millones
Nacionalmente los gráficos planifican para el año alrededor de 32 millones de libretas escolares, para niños y jóvenes, desde la educación primera hasta la universitaria. No serán para vender en anaqueles y estantes de unidades de comercio, sino que no obstante los gastos financieros y esfuerzos, irán gratuitamente a mochilas y maletines de nuestros estudiantes.
MUCHAS FELICIDADES A ESTAS COMPAñERAS Y COMPAñEROS QUE DESEMPEñAN UNA IMPORTANTE LABOR